El presidente de la universidad privada que quería venir a León vuelve a lucir su homofobia

José Luis Mendoza, derecha. / Ucam

Cuando se celebra el Día Internacional contra la LGTBIfobia, José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica de Murcia, entidad privada que sopesó instalar un campus en León con la anuencia del equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de León y el rechazo mayoritario de la Universidad pública de León, ha vuelto a sorprender con una polémicas declaraciones a propósito de rechazar las charlas en colegios de 'No te prives'.

Textualmente, Mendoza aseguró que “no vamos a permitir la barbaridad de que gays y lesbianas den charlas en colegios”. “”no tiene que venir ningún colectivo de fuera a hacer proselitismo de adoctrinamiento de lo que ellos piensen o crean; bajo ningún concepto“, defendió ayer, en unas declaraciones recogidas por varios medios de comunicación nacionales.

Esto, ha advertido el presidente de la UCAM, “no lo vamos a permitir, estamos dispuestos a luchar hasta donde haga falta; esto va en contra del derecho constitucional de los padres y de la familia”. Mendoza hhizo mención este pasado miércoles al derecho de los padres en la educación de los hijos, aduciendo que “papá Estado no puede sustituir el papel de los padres, que tienen derecho a decidir dónde, quién y cómo educar a sus hijos”. “Soy católico y no quiero que estas personas le den educación a mis hijos o mis nietos”, aseguró.

No es la primera vez que Mendoza se convierte en diana de las críticas por sus declaraciones homófobas, entre otras muchas. Y en algún caso, con denuncia judicial de por medio. En la inauguración del curso académico 2015/2016, pronunció una polémica frase homófoba que le valió una denuncia, al asegurar que “el mal llamado matrimonio homosexual es una abominación a ojos de Dios”.

Denuncias precias por homofobia

Fue denunciado precisamente por el colectivo 'No te prives' y aunque archivada en primera instancia, por considerar el juez que no era delito de odio o de injurias, en segunda instancia se confirmó el archivo recogiendo los jueces que “el querellado al decir esa frase no está mostrando desprecio hacia el colectivo en sí, ni tampoco está incitando a la discriminación hacia él o provocando una acción violenta contra el mismo, sino que expone su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y desde el punto de vista puramente ideológico o teológico”.

La otra polémica homófoba vinculada a la universidad ha sido la posición de la UCAM de sumarse a un movimiento llamado Plataforma por las Libertades, un grupúsculo ultra que denunciaba que las leyes LGTBI coartaban libertades en el ámbito educativo. Mendoza declaró que “respetaba profundamente la libertad y el derecho de los lobby gay (...) pero esta plataforma defiende el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos en los valores del cristianismo”, quejándose de las críticas surgidas “para hacer daño a la UCAM”, valoró en su día.

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