Las nuevas ayudas a la rehabilitación y eficiencia energética llegarán a las viviendas rurales

Restauración de la vieja escuela de un pueblo de la Comunidad para transformarlo en una vivienda. / Eduardo Margareto / ICAL

J.A. / ICAL

Las nuevas ayudas a la rehabilitación y eficiencia energética dan el salto al medio rural puesto que a los edificios residenciales se sumarán en esta convocatoria las viviendas unifamiliares, la construcción habitual en los pueblos y localidades medianas de Castilla y León. Además, estas dos líneas, que se convocarán a principios de julio, amplían el parque que puede recibir fondos públicos, puesto que se exige que tengan una antigüedad mínima de 23 años.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente que dirige el consejero leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, ultima la convocatoria de esta línea que se suma a la destinada al alquiler de viviendas, que se podrá solicitar entre el 21 de junio y el 20 de julio. También el próximo mes los interesados podrán presentar la documentación para acogerse a las subvenciones destinadas a la mejora de la conservación, seguridad y accesibilidad, así como a la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Éstas dos nuevas líneas, a las que podrán concurrir 450.000 casas y pisos, suponen el arranque del nuevo Plan Estatal de Vivienda (2018-2021), que contempla en conjunto una financiación durante los próximos cuatro años de 102 millones de euros, 78 de ellos procedentes del Estado y 24 millones directamente de los presupuestos de la Comunidad. El aumento de fondos permite aumentar los posibles beneficiarios, como las viviendas unifamiliares, si bien se establece el límite de cinco veces el Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) -7.519,59 euros al año-.

Por un lado, las vinculadas a la conservación, como la de eficiencia, se destinan a construcciones residenciales colectivas y viviendas unifamiliares finalizadas antes de 1996, cuando anteriormente se exigían que hubieran sido construidos en 1981. Al igual que en las convocatorias anteriores, los requisitos que deberán cumplir los edificios son que al menos el 70 por ciento de su superficie construida sobre rasante debe tener uso residencial de vivienda y que al menos el 70 por ciento de las viviendas deben constituir el domicilio habitual de sus propietarios o arrendatario.

Las ayudas se harán cargo de actuaciones sobre la cimentación y la estructura, las cubiertas, azoteas, fachadas y medianerías o la adaptación a la normativa vigente de instalaciones comunes -electricidad, fontanería, gas, saneamiento, residuos o telecomunicaciones-. También incluirán la instalación de ascensores si viven personas mayores o con discapacidad, sistemas de información o aviso, dispositivos de comunicación con el exterior y obras para facilitar la accesibilidad.

Un 35% menos de consumo

Las ayudas para la mejora de la eficiencia energética exigen que se logre una reducción de la demanda energética anual global de al menos el 35 por ciento, frente al 30 de otras convocatorias. Prevé subvencionar cambios en la envolvente térmica de la vivienda, con cambios en las carpinterías, acristalamientos o dispositivos bioclimáticos y de sombreamiento.

También financiará la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración, producción de agua caliente sanitaria y ventalización para el acondicionamiento térmico o el incremento de la eficiencia energética de los existentes. Además, recoge la colocación de equipos de generación o que empleen energías renovables, como la solar fotovoltaica, biomasa o geotermia. Además, en los edificios residenciales, se añaden actuaciones en los ascensores e iluminación común, en la redes de suministro para reutilizar las aguas grises y pluviales; para la recogida y separción de los residuos, la optimización de sistemas de riego de la parcela o la colocación de fachadas o cubiertas vegetales.

7,3 millones y 2.700 viviendas

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente resolvió en noviembre del pasado año la convocatoria de subvenciones destinadas a la rehabilitación de edificios -excluidos entonces los rurales- y distribuyó los 7,3 millones previstos para las obras de mejora entre 99 comunidades de propietarios y otros once edificios de propietarios únicos, resultando como destinatarios un total de 2.705 viviendas y locales.

Los beneficiarios de las subvenciones destinadas a la rehabilitación recibieron en 2017 el doble que en 2016, hasta un máximo de 8.800 euros por vivienda frente a los 4.400 de la convocatoria anterior, y el mismo incremento experimentaron también las cuantías individuales para las actuaciones de conservación y mejora de la calidad y la sostenibilidad, que pasaron de 800 a 1.600 euros, así como las de mejora de la accesibilidad, que llegaron a los 3.200 euros.

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