La baja natalidad y el envejecimiento, causas fundamentales de la sangría poblacional de León

El envejecimiento de la población y el aumento de las defunciones así como la baja natalidad son los principales culpables de la sangría población que sufre la provincia de León, según los datos reiterativos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en relación al Movimiento Natural de la Población relativos a la provincia leonesa.

En el 2017, la diferencia entre nacimientos y muertes hizo que la provincia perdiera un total de 3.471 personas, con saldo vegetativo negativo en León. El año pasado nacieron en León 2.633, pero fallecieron más del doble, 6.104.

En comparación con las cifras del 2016, los nacimientos experimentaron una importante bajada de casi el 9% ya que frente a los 2.633 alumbramientos que se produjeron el pasado año, en 2016 fueron casi 200 más, en concreto 2.869.

El número de nacimientos en la provincia de León baja año tras año. Muestra de ello son los datos de años anteriores. En 2015, la cifra de nacimientos se situó en 3.026 y en 2014 fue de 3.038.

La provincia de León es la que presenta el peor dato de saldo de población de toda la comunidad de Castilla y León. A nivel autonómico, Castilla y León tiene un crecimiento negativo de 13.522 personas, el segundo peor dato sólo por detrás de Galicia. Otras once comunidades presentan datos negativos frente a Madrid que resalta sobre el resto, con un saldo positivo de 13.433 personas, seguida de Murcia y Andalucía, con 3.617 y 3.337, respectivamente. También es positiva la diferencia entre nacimientos y muertes en Ceuta, Melilla.

En relación a la tasa bruta de natalidad, León también tiene récord negativo. En la provincia se sitúa en 5,6 por cada mil habitantes frente la media nacional que está en 8,3 por cada mil habitantes.

En cuanto a los matrimonios, crecen ligeramente el pasado año en la provincia de León. En 2017 se produjeron 1.427 mientras que el año anterior, 2016, la cifra fue de 1.406.