León, única ciudad española elegida para el proyecto de energía eficiente ‘Making-city’
León será la única ciudad española en formar parte de una nueva iniciativa de 'smart city' (ciudad inteligente), el conocido como 'Making-city', que está enmarcado dentro de 'Horizonte 2020', el proyecto de la Unión Europea que concentra gran parte de sus actividades de investigación e innovación.
En esta ocasión, la convocatoria de H2020 se denomina 'Construyendo un futuro bajo en carbono y de clima resiliente: energía limpia, eficiente y segura)' y está orientada al desarrollo de nuevas estrategias integradas para acometer la transformación del sistema energético urbano hacia ciudades bajas en carbono, con el enfoque de los Distritos de Balance Energético Positivo (PED) como pieza clave en el camino de la transición energética urbana.
El proyecto, que cuenta con dos ciudades 'faro': Groningen (Holanda) y Oulu (Finlandia) y seis 'ciudades seguidoras': León (España), Bassano del Grappa (Italia), Kadikoy (Turquía), Poprad (Eslovaquia), Vidin (Bulgaria) y Liblin (Polonia), dotará a la capital de una financiación de 287.000 euros como 'ciudad seguidora' para desarrollar una hoja de ruta de transformación energética para el año 2050.
La concejala de Urbanismo y Medio Ambiente, Ana Franco, explicó que el proyecto se centra en conseguir pruebas sobre el potencial real del concepto PED (Distritos de balance energético positivo), como base para un camino altamente eficiente y sostenible para llegar más allá de los actuales mapas de transformación urbana.
“Actualmente los planes energéticos de la ciudades se diseñan con un horizonte a 2030, siguiendo los compromisos estándar de las ciudades como pueden ser los Planes de Acción climática y energía sostenible u otros más específicos. 'Making-city' elaborará metodologías para apoyar a las ciudades en su planeamiento urbano a largo plazo hacia una adecuada transición energética, preparando el camino del proceso, a mayor escala, de planeamiento y puesta en práctica”, señaló y añadió que se pretende reducir el consumo energético a niveles mínimos y lograr un equilibrio energético; es decir, que el consumo que se haga en edificios, en empresas y en viviendas iguale a la producción que se haga en estos edificios, empresas y viviendas.
