Villadangos-Aarhus: la ruta de 2.500 kilómetros por Europa para reivindicar un futuro para Vestas en León

Peio García / ICAL El trabajador de Vestas Andrés Turienzo inicia el viaje en bicicleta que le llevará a Dinamarca

Elena F. Gordón/ICAL

Del 11 al 21 de septiembre, recorriendo seis países en bicicleta y completando 2.500 kilómetros de pedaladas cargadas de esfuerzo e ilusión. Son las cifras que acompañan el reto que hoy inicio, a pie de fábrica Andrés Turienzo, bañezano de 30 años que lleva nueve en la planta de componentes eólicos de Vestas en Villadangos del Páramo y que hoy inició un recorrido heroico arropado por muchos de sus compañeros.

Las instalaciones sin actividad desde hace casi tres meses y la acampaña reivindicativa que protagonizan desde hace días sirvieron de escenario para dar el pistoletazo de salida a una misión que le llevará a intentar entregar en Dinamarca a los máximos responsables de la empresa una carta en la que explican sus argumentos para reclamar que se revierta la decisión de clausurar unas instalaciones con más de 360 empleos directos, cuya actividad alcanza a unas 2.000 personas.

Cargado de “una mezcla de todo; de ilusión por llegar, ganas de revertir la situación laboral... porque son 2.000 personas las que están pendientes” acompaña a este aficionado a los retos sobre dos ruedas que prevé alcanzar en diez días más o menos el doble de la distancia que recorre al mes. “No sé el cuerpo cómo responderá. Tengo la esperanza de que bien. Solamente me tengo que preocupar de dar pedales”, declaró a Ical para destacar el papel del grupo de apoyo que le acompaña.

Y es que una caravana de apoyo de la que forman parte otros tres trabajadores de la planta le acompañará en su aventura camino de la ciudad danesa de Aarhus. “Cada 40 o 50 kilómetros le esperaremos para lo que necesite, lo que haga falta”, comenta uno de ellos, Víctor, que ayer se desplazó a Madrid para recoger la autocaravana en la que viajarán.

Andrés, apodado 'Piru' porque su complexión le recordaba a sus amigos de infancia a un conocido y alargado helado, inició su largo trayecto acompañado de otros aficionados a la bicicleta, que recorrieron junto a él parte de la primera etapa, con destino previsto en Vitoria, para expresar su respaldo a esta iniciativa singular.

“Tengo la esperanza de llegar con la carta y sacar el lado más humano de la persona a la que va dirigida. Luchar con una multinacional es como matar un elefante con una cervatana pero tengo esperanza... si creyera que sirve para nada, no lo haría”, explicó.

Etiquetas
stats