Los pulmones de la provincia de León

Peio García / ICAL El Vivero provincial se encuentra en Ribaseca (León)

Miriam Badiola / Ical

Unos kilómetros a las afueras de la ciudad de León, en la localidad de Ribaseca, se encuentra la finca 'El Espino', ocupada desde comienzos de 2004 por la Diputación de León como Vivero Provincial, desde el que se reparten todas las plantas que adornan las diferentes localidades de la provincia.

El objetivo principal no es otro que proveer de plantas, tanto en maceta como a raíz desnuda, a los ayuntamientos y juntas vecinales para embellecer sus caminos, pequeños partes y localidades al fin y al cabo.

Para ello, la institución provincial realiza una convocatoria en concurrencia competitiva, a la que se pueden presentar tanto juntas vecinales como ayuntamientos, lo que da como resultado una media anual de 180 ayuntamientos que solicitan las plantas con una pequeña memoria descriptiva que deberá corresponder con el lugar donde estén plantados cuando la Diputación realice alguna inspección posterior.

La convocatoria sale a la luz en el mes de mayo, para iniciarse todo el trámite administrativo y poder entregar las plantas pasado el puente de la Constitución y hasta el 15 de enero, fechas en las que los alcaldes o presidentes de las juntas vecinales tienen que acudir al Vivero a recogerlas.

Los técnicos del servicio visitarán posteriormente y de manera aleatoria varios de los ayuntamientos beneficiarios, para ver tanto si las han plantado donde aseguraban en la memoria como si se está manteniendo en buen estado.

El jefe de Servicio de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Ramón Santos, se encuentra orgulloso del servicio, algo que tiene “mucha demanda” todos los años, con entre 4.000 y 6.000 plantas repartidas anualmente, a las que se suman las citas especiales como los Días del Árbol organizados en colegios. Una entrega que, de traducirse en cifras, supondría anualmente unos 70.000 euros.

“Hay veces que no llegamos a poder repartir todas las que demandan”, lamenta el diputado de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Francisco Javier García Álvarez, quien apunta que en los más de 1.500 metros cuadrados de superficie de 'El Espinar', dedicados al cultivo en invernadero y umbráculo, se obtienen más de 10.000 plantas anuales herbáceas y arbustivas en maceta y contenedor, así como más de 8.000 árboles a raíz desnuda.

En concreto, las especias cultivadas son el general las frondosas y coníferas. Así, entre las primeras destacan abedules, alizzias, arces, castaños de indias, catalpas, fresnos o tilos, mientras que entre las segundas se pueden encontrar cedros, cupressus, chamecyparis, piceas o thujas, entre otras.

Para criar todas estas plantas, Santos explica que desde el Vivero se compra planta pequeña que se engorda para sacarla a los dos o tres años, pero también se va a otras zonas como el pinar de Puebla de Lillo, el Hayedo de Ciñera o a Posada de Valdeón para coger semillas autóctonas y dejarlas crecer.

Para el mantenimiento de este Vivero, en el que actualmente trabajan cuatro personas y desde el que también se provee a diferentes instalaciones de la Diputación de León, como el Sagrado Corazón o Cosamai, se requieren unos 180.000 euros anuales de presupuesto.

Sin embargo, la función de este Vivero Provincial va más allá de adornar el entorno, de manera que tanto el diputado como el jefe de servicio ponen de relieve la labor social que ejerce.

De este modo, el espacio sirve de lugar de prácticas para los alumnos del Programa Dual de Formación y Empelo de la institución provincial para parados de larga duración y personas con cargas familiares, donde uno de los talleres es de Viverista.

Asimismo, “aunque a los ayuntamientos no les entregues en especie una elevada cantidad de dinero”, ese consistorio que se lleva 500 o 2.000 en plantas “no se los gastaría en plantas si la Diputación no se las diera”, apunta Francisco Javier García Álvarez, que también es alcalde de Sabero, localidad que también solicita estas plantas.

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