Desvelan una carta en la que la etarra Soledad Iparraguirre presionó para matar en León al comandante Cortizo

El coche del comandante Cortizo tras el atentado ordenado por Soledad Iparraguirre en diciembre de 1995.

“Faltan cinco días para que leas esto. A ver si, entre tanto, algo hace BOUMMMM. No sé lo que ha pasado con el tipo de León y no queremos insistir demasiado. Di tú lo que te ha pasado. ¿Sabes que tienes bastantes boletos para entrar en nuestro ranking de gafes y que pronto puedes llegar a los primeros puestos? Bromas aparte, esperamos que no hayas tenido problemas graves y, si no ha salido nada, será porque el tipo no ha aparecido. A decir verdad, parece que al enemigo a veces se le aparece la Virgen”.

La dirigente etarra Soledad Iparraguirre, 'Anboto', presionaba así en una carta en diciembre de 1995 a Sergio Polo, el terrorista encargado de atentar contra el comandante de Artillería Luciano Cortizo Alonso , según ha desvelado esta mañana en exclusiva el diario 'El Mundo'.

En un reportaje titulado 'La carta inédita que incrimina a la mujer más poderosa de ETA' —que se puede leer de forma íntegra pinchando en este enlace—, el periódico nacional relata cómo la implicación de esta terrorista en el asesinato de Cortizo el 22 de diciembre de 1995 fue una de las pruebas más importantes para solicitar a Francia su extradición, que, concedida por el país vecino, se hizo efectiva la semana pasada con su llegada a España y su entrada en prisión a la espera de juicio.

“La carta fue incautada por la Ertzaintza el 5 de febrero de 1996 cuando, con la desarticulación del comando Araba al que pertenecía Polo Escobés, alias Lur, fue registrado su domicilio, un piso alquilado en la calle Pablo Enea número 3 del barrio de Trintxerpe de Pasajes de San Pedro, en Guipúzcoa. Son dos folios escritos al ordenador, la mayor parte en euskera, con algunos párrafos en castellano y con subrayados en negrita para que el destinatario no equivoque sus prioridades. En realidad, constituyen una exhibición impúdica de crueldad, frivolidad y capacidad organizativa a partes iguales”, escribe Ángeles Escrivá en el reportaje que publica hoy 'El Mundo'.

El único atentado mortal de ETA en León, el día de la Lotería de Navidad de 1995

La explosión de la bomba lapa que ocasionó la muerte de Luciano Cortizo, de 44 años, y las graves heridas a su hija Beatriz, de 18, sorprendió a todos los medios de comunicación leoneses cuando estaban preparando el especial de la Lotería de Navidad que, en aquellos años, era tradición que se publicara de forma vespertina a las dos de la tarde.

“Entonces el soniquete de los niños de San Ildefonso era aún aquel de ”ciento veinticinco mil pesetas“. Pero por encima de la voz ilusionante y chillona de los pequeños mientras cantaban el Gordo de Navidad de aquel 22 de diciembre de 1995, en concreto el número 45.495, en León sonó la brutal explosión de un coche bomba que se llevó por delante en el acto la vida del comandante Luciano Cortizo”, explica este reportaje de ILEON.COM sobre lo ocurrido.

La bomba lapa con dos kilos de cloratita adherida bajo su coche dejó más víctimas: la propia hija del militar, que viajaba a su lado en el coche, y de forma leve otros dos viandantes que se encontraban en las inmediaciones. Aquel día lluvioso a León le tocó el peor 'gordo' que jamás había soñado.

El etarra que recibió la carta de Iparraguirre fue Sergio Polo, que fue condenado a un cómputo virtual de 110 años de cárcel por asesinar al comandante Cortizo. Él es el que recibe la presión de la dirigente de la banda terrorista, que le menosprecia con la broma de ser 'gafe' y le anima a que explique por qué todavía no tienen noticias del cumplimiento de las órdenes.

Sergio Polo fue condenado en marzo de 2018 por la muerte de Cortizo, 23 años después de haber ejecutado las órdenes de Soledad Iparraguirre y tras haberse negado a declarar. La Audiencia Nacional le impuso también una indemnización de 300.000 euros a la viuda y 160.000 a cada uno de sus dos hijos.

La etarra que leyó el comunicado de disolución de ETA

Soledad Iparragirre, alias 'Anboto', es una de las dirigentes históricas de ETA, que junto con 'Josu Tenera', leyó el comunicado en el que la banda terrorista anunció su disolución definitiva en el que el 3 de mayo de 2018.

“La Guardia Civil encontró una 'comunicación orgánica' de Soledad Iparraguirre al también etarra Sergio Polo fechada entre el 10 de noviembre y el 22 de diciembre de 1995 en un piso alquilado por este último en Pasaia (Gipuzkoa) en el que, como jefa de los comandos legales (no fichados) de ETA, le daba la orden de atentar contra Cortizo”, informa de ello 'El Mundo'.

Esta es la carta que ha servido como una de las principales pruebas para adjudicar a Iparraguirre su participación directa en el asesinato del comandante de Artillería en León, y por la que Francia aprobó su extradición.

La dirigente terrorista y su pareja —uno de los últimos jefes de ETA, 'Mikel Antza'—, fueron detenidos en Francia en octubre de 2004 y condenados a veinte años de cárcel; sin embargo él, tras ser entregado a España en enero pasado, quedó en libertad al no tener causas pendientes en España.

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