Las Cortes fulminarán la Fundación Villalar “por no crear sentimiento de Castilla y León”
El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, anunció hoy en León su voluntad de hacer desaparecer la Fundación Villalar, “que se creó con los fines de crear un sentimiento de pertenencia a la Comunidad que no han sido cumplidos”, por lo que “no tiene sentido que siga funcionando”.
En este sentido, Luis Fuentes señaló su intención de convocar a los patronos de la Fundación “en próximas fechas” para comunicarles su voluntad con la intención de “impulsar su disolución”.
Fuentes expuso que tomó posesión a finales del mes de junio, cuando el presupuesto total de las Cortes estaba ya ejecutado en un 80 por ciento y adjudicado en un 81 por ciento, mientras que el presupuesto de la Fundación Villalar, que es de aproximadamente 850.000 euros al año, estaba ya ejecutado al cien por cien, por lo que en el tiempo restante “solo ha quedado pagar facturas”.
El 20% de la riqueza de Castilla y León “se va en fraude y corrupción”
El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, aseguró hoy que “el 20% de toda la riqueza de Castilla y León se va en fraude y corrupción”, por lo que recordó el compromiso adquirido en su toma de posesión como presidente de la Cortes de “luchar por la regeneración de las instituciones públicas y por recuperar la confianza de los ciudadanos en ellas”.
Así lo apuntó Luis Fuentes durante la presentación de la jornada 'El control externo como garantía de una buena administración', dentro del foro 'Acercando las instituciones a la sociedad', organizada por el Diario de León, que contó con la intervención del presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, y el de la Cámara de Cuentas de Aragón, Alfonso Peña, en la que puso de relieve la “relevancia” de este tipo de jornadas para “dejar ver la importancia que tienen las instituciones propias de Castilla y León”, como son el Consejo de Cuentas y su homóloga en Aragón, que desarrollan “una labor de control externo y fiscalización eficaz sobre la gestión de las instituciones públicas y de los recursos e impuestos que todos los ciudadanos ponen a su disposición para mantener ese estado de bienestar”.
Fuentes destacó la capacidad del Consejo de Cuentas para “contribuir a reducir la brecha y las desigualdades sociales”, ya que “si hay un mayor control sobre el gasto y un mejor control sobre el fraude y la corrupción, habrá más recursos para dedicarlos a lo realmente importante como son los servicios públicos como sanidad, educación o dependencia”.
Mario Amilivia defendió “el control externo” de las Administraciones
Por su parte, el presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, puso de relieve que los órganos de control externo suponen “una garantía de una buena administración, de calidad democrática, de transparencia, de mejor control del dinero público y de una buena gestión de las administraciones”, por lo que “para hablar en España de buenas administraciones el debate no está en cuestionar su independencia, sino en fortalecer los órganos de control externo”.
Para Amilivia, “tienen que existir mecanismos de control tanto previos como 'a posteriori' que garanticen el derecho a una buena administración y que evite el fraude y la corrupción”.
“La rendición de cuentas va peor que el año pasado”
En este sentido, el presidente del Consejo de Cuentas apuntó que “este año la rendición de cuentas va peor que el año pasado”, con cinco puntos por debajo en los ayuntamientos y doce puntos por debajo en las entidades menores, mientras que en el ejercicio del año 2017 se encuentra en torno al 88 por ciento.
Finalmente, el presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón, Alfonso Peña, recordó que ambas instituciones han trabajado siempre “con mucha coordinación e interés por los temas que afectan conjuntamente”, por lo que celebró poder “facilitar a la opinión pública el conocimiento” de su trabajo que “es muy técnico al encargarse de auditar las cuentas del sector público”.
Peña insistió en que el trabajo de ambos organismos es “indispensable en un sistema democrático”, en unos tiempos “en los que lo recomendable es reforzar el sistema de control de las administraciones en España y en el mundo”, algo que “merecerá la pena a tenor de la ciudadanía”.
