León y Ávila copan la mayoría de los rescates en montaña de la Junta, con base en Valladolid

Helicóptero de rescate. Junta de Castilla y León

ileon.com / ICAL

El Grupo de Rescate de la Agencia de Protección Civil de la Junta, que tiene su base en la localidad vallisoletana de Alcazarén, al sur de la capital vallisoletana, ha realizado un total de 750 intervenciones desde su creación en el año 2007, 35 de ellas en lo que va de año 2019, concentrados en su mayoría en las zonas de montaña de la Comunidad y originados la mayor parte durante la práctica de deportes al aire libre, según informó hoy la Junta en una nota de prensa.

De ellas, el 80 por ciento han sido rescates de montaña.León y Ávila son con creces las provincias que han concentrado mayor número de intervenciones. En concreto, un 30% cada una -la Consejería de Fomento y Medio Ambiente del leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones no especifica con detalle las cifras concretas en la nota-, con lo que hay que estimar que en León tuvieron lugar al menos 225 de estas labores.

Para lograr la máxima efectividad, el Grupo está en contacto permanente con el Centro Coordinador de Emergencias 1-1-2. El Grupo de Rescate de la Junta está integrado por un piloto, un operador de grúa y dos rescatadores, uno de ellos con titulación universitaria en enfermería, y está apoyado por un helicóptero con grúa dotado con equipo material acorde al tipo de rescate. Tiene su base en Alcazáren, en Valladolid, en concreto a 260 kilómetros de Picos de Europa, punto donde en León se concentran la mayor parte de los rescates.

La Junta defiende que están en un “punto céntrico”

Pese a la lejanía, la Junta considera que esa ubicación es un “punto céntrico” en la Comunidad, que “facilita la capacidad de repuesta en despacho inmediato y garantiza la optimización de los tiempos de respuesta y una prestación homogénea en todo el territorio”. En Ávila, en cambio, la Sierra de Gredos, otro punto conflictivo,se encuentra a sólo 140 kilómetros de distancia.

De las 750 intervenciones en doce años, aproximadamente el 80 por ciento correspondió a rescates de montaña; un dos por ciento fueron rescates de agua; un nueve por ciento rescates en zonas de difícil acceso; un ocho por ciento a labores de búsquedas y el resto a otros rescates.

En la provincia de Burgos se han realizado algo más del diez por ciento de las intervenciones del Grupo; alrededor de un ocho por ciento en la provincia de Segovia; Palencia concentró un siete por ciento; Salamanca y Zamora algo más de un cuatro por ciento, mientras que Soria y Valladolid con algo más del dos por ciento y uno por ciento, respectivamente cierran el listado.

La mayoría de los rescates se han producido en zonas de montaña y en espacios abiertos, circunstancias, debido sobre todo a las características del medio en el que se producen, lo que obliga a que todos los medios intervinientes, grupos de rescate y equipos médicos, deban actuar de manera coordinada para dar la mejor respuesta.

Coordinación

Para ello es imprescindible la participación del Centro Coordinador de Emergencias (CCE) del 1-1-2, desde donde se recaba la información necesaria para obtener la localización y tipología exacta del rescate, para establecer, en su caso, el lugar de traslado de los rescatados.

Desde el 1-1-2 se pone en contacto a la persona que ha lanzado la alerta con un médico, lo que permite a éste determinar la gravedad del accidente, despachar los recursos sanitarios más adecuados y trasladar pautas hasta la llegada de la ayuda.

Una vez el Grupo se encuentra en el lugar, la participación de un enfermero rescatador permite que éste pueda llevar a cabo las actuaciones determinadas por el médico durante las labores de rescate y hasta que el accidentando pueda ser trasladado a los equipos sanitarios.

La complejidad de estas labores se ve incrementada cuando las mismas deben realizarse en lugares donde las condiciones climatológicas extremas dificultan no sólo la participación de los medios aéreos sino también la de los propios equipos humanos. La especialización y formación continuada de los equipos es fundamental, razón por la que todos los componentes del GRS realizan prácticas de rescate con helicóptero de acuerdo a un programa que garantiza una permanente puesta al día en técnicas de rescate.

Intervienen también grupos de Rescate de la Guardia Civil, en virtud de un convenio firmado con el Ministerio del Interior en el año 2010 y Servicios de Prevención y Extinción de Incendios, Salvamento y Rescate de los ayuntamientos. La coordinación de todos los intervinientes corresponde al Centro Coordinador de Emergencias 1-1-2.

A la hora de determinar qué grupo acude al rescate se tienen en cuenta las características y localización del rescate, la gravedad del herido así como la disponibilidad de recursos en el momento en que se produce el rescate y los tiempos de respuesta estimados, ya que en ocasiones se producen rescates de manera simultánea. Igualmente existe una colaboración bidireccional en esta materia con las comunidades limítrofes, especialmente con Asturias y Cantabria con las que existe un protocolo de coordinación firmado en el año 2004 y permite que cuando las condiciones climatológicas no son favorables para abordar el rescate desde el territorio de una comunidad se pueda hacer desde la vertiente de la otra.

En la gestión de un rescate todos los organismos están viendo de forma simultánea y automática la misma información evitando así retrasos y errores en el paso de datos por teléfono. Todos los organismos implicados en la gestión de un rescate de montaña disponen de terminal del 1-1-2: Centro Coordinador de Emergencias, Centrales COS de Guardia Civil, bomberos y Emergencias Sanitarias.

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