Arranca el juicio a la etarra que ordenó matar al comandante Cortizo en León hace 25 años

Soledad Iparraguirre, 'Anboto', dirigente de ETA de joven y en la actualidad.

'Anboto', el nombre que escondía a la exjefa de la banda terrorista ETA María Soledad Iparragirre, se enfrenta a partir de esta semana en la Audiencia Nacional a uno de los primeros juicios que tiene pendientes después de que fuera entregada por Francia el año pasado tras cumplir allí casi 20 años de prisión. La vista comenzará este miércoles 8 de julio.

Y es un juicio relevante para León porque se sentará en el banquillo de los acusados para responder por el asesinato con una bomba-lapa del comandante del Ejército del Tierra Luciano Cortizo en León, ocurrido el 22 de diciembre del año 1995, hace 25 años.

Iparragirre abrirá así la decena de juicios que aún tiene pendientes por sus actuaciones en una banda cuya disolución fue una de las personas que anunció.

En este caso, tanto la Fiscalía como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) como acusación popular y también la familia piden una condena de 122 años de cárcel.

Coinciden en situarla como la dirigente de ETA que habría dado la orden y los detalles para acabar con Cortizo, ya que se calcula que un año antes había asumido personalmente la dirección de los comandos 'legales' de la banda.

El autor material, condenado

Según los escritos de acusación, 'Anboto', que ahora suma 59 años, entregó días antes del atentado al etarra Sergio Polo, alias 'Lur', el cual ya fue condenado a 110 años de cárcel por este atentado, el material explosivo con el que supuestamente se fabricó la bomba 'lapa' formada con más de 1.200 gramos de cloratita.

Polo se trasladó expresamente desde San Sebastián a León capital, vigilando primero al comandante para conocer sus rutinas hasta que en la tarde del 21 de diciembre colocó la carga explosiva bajo el asiento del conductor del coche particular de Cortizo, como quedó probado en su juicio.

Junto a su hija de 18 años

El militar arrancó el motor a la mañana siguiente, montado junto a su hija de 18 años, y cinco minutos explotó el artefacto en la avenida Ramón y Cajal causando una tremenda conmoción. Cortizo murió en el acto y la hoja resultó gravemente herida, causando la explosión heridas también a tres personas que en ese momento pasaban por la zona.

Pasados meses después, los investigadores del caso localizaron en un piso de Sergio Polo en Guipúzcoa una comunicación firmada por 'Anboto' y dirigida a él cuya fecha de redacción no se conoce con precisión, pero que se calcula entre los meses de noviembre y diciembre de 1995.

También se localizó una pistola FN Browning Modelo G35 con el número de serie borrado, cinco artefactos explosivos ya elaborados integrados por recipientes tupperware de plástico, explosivo amonal, detonadores, sustancias usadas por ETA en sus artefactos explosivos, dispositivos de iniciación, y un documento titulado 'TUPPER explosivo' confeccionado a ordenador y redactado en castellano con detalles sobre fabricación y colocación de explosivos.

Indemnizaciones y no 'pisar' León

En base a todo esto, Iparragirre se enfrenta a una petición de las acusaciones de un delito de asesinato terrorista contra un miembro de las Fuerzas Armadas, por el que piden para ella 30 años de cárcel, así como cuatro delitos de asesinato frustrados por los que piden por cada uno 20 años, y un delito de tenencia de explosivos, por el que solicitan una pena de 12 años más.

También exigen que el Tribunal la prohíba viajar a la ciudad de León o aproximarse a las víctimas del atentado o sus familiares durante un periodo de 10 años desde su excarcelación, así como indemnizaciones a los familiares de Cortizo y a los heridos.

A 'Amboto' le esperan otros juicios por la muerte crimen de dos agentes en Vitoria el 6 de agosto de 1987, el asesinato del cartero Estanislao Galíndez en 1985 o las instrucciones para atentar contra el Rey Juan Carlos en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, entre otros casos.

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