La sorprendente fresa leonesa de pueblo que busca triunfar en un exigente mercado

Fresas de Almanza 1

Antonio Vega

A más de 900 metros de altitud, muy cerca de la localidad de Almanza, unas hileras de una plantación de densa vegetación verde sorprende a vista desde la carretera que une la localidad con Sahagún. Es la mayor plantación de cultivo de la fresa en la provincia de León, promovida por David Albalá y su empresa de productos hortofrutícolas.

Se trata de una producción como antaño, al aire libre, en una zona donde su clima se considera como mediterráneo continentalizado, con inviernos fríos con frecuentes heladas y veranos suaves, y a las puertas de la montaña leonesa. Es el tercer año que este empresario, dedicado fundamentalmente al negocio de las setas, planta y vende 'fresa de Almanza'. Una fresa de pueblo que ya conquista mercados como León, Asturias, Valladolid o Madrid.

El imaginario colectivo alrededor de la fresa recuerda los gigantescos invernaderos de Huelva, principal lugar de producción nacional, pero la audacia de Albalá ha logrado introducir en el mercado su fresa. Como recuerda el empresario, de toda la vida “la fresa era de verano”, aunque ahora los mercados se llenen de fresas y fresones del sur de España en cuanto despunta la primavera. Esta fresa leonesa tiene sus puntos fuertes a finales de mayo (justo cuando la producción de Huelva termina) y en el mes de septiembre con una fresa de mucho sabor y calidad.

¿Y cómo te dio por plantar fresas en Almanza?. Albalá cuenta que cuatro años sin producción de setas, su hasta entonces principal negocio, le obligaron a reinventarse tras una inversión en una nave para gestión agroalimentaria. Tras dar varias vueltas al asunto y un viaje a Huelva se decidión por intentar cultivar la fresa, una planta con una fuerte resistencia a las heladas. 5.000 plantas fueron el inicio de un experimento que se consolida y que ahora son más de 60.000 entre la explotación de Almanza y otra muy cercana.

De momento este año la producción ya supera las 13 toneladas de fresa y espera poder terminar con más de 30 toneladas, con el método del cultivo tradicional adaptado a técnicas de producción modernas. La producción por planta ya está en cifras idóneas, alrededor de 500 gramos por pie, aunque mediante la prueba y error este pionero de la fresa busca incrementar su productividad en un cultivo que produce dos veces al año.

En la actualidad en esta empresa trabajan 2 personas fijas más 6 que han participado en los momentos de recogida de la fresa, ya que el cultivo 'explota' su maduración y debido a su delicadeza necesita de una salida rápida del producto. La primera ola este año vino a finales de mayo y para septiembre se espera al sigiuente.

El año pasado la producción de Albalá terminó el puente del 1 de noviembre, demostrando que este cultivo tiene futuro fuera de los invernaderos y el clima actual permite extender su cultivo buena parte del año, incluso en un clima frío como en Almanza.

El objetivo de Albalá es seguir creciendo, para lograr tener más de 100.000 plantas y poder llegar a una producción de 70 toneladas. Albalá prueba también otros productos como tomates cherry o arándanos para seguir explorando las capacidades del campo leonés, que nunca deja de sorprender.

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