“Leoneses, tendríais que haber hecho...”

Una fotografía de la manifestación del 16F por el Futuro de León.

David Díez Llamas

He escuchado en reiteradas ocasiones la apelación al “tendríais que hacer”, “deberíais haber hecho”. Son personas que identificándose con los fines de una determinada acción se limitan a ver los 'toros desde la barrera' y curiosamente demandan “más” de aquellos que ya se están movilizando en algún sentido. Ellos no hacen pero si demandan que aquellos que actúan con algún objetivo lo hagan con una mayor intensidad.

Es una curiosa mezcla entre apoyo (se identifican con lo que se hace) y crítica (demandando hacerlo en mayor medida). Habría que explicarles que alcanzar unas determinadas metas se hace desde la implicación en las tareas para lograrlas. No es admisible la crítica cómoda de aquellos que “sin hacer” demandan “que otros hagan”.

Tomar decisiones en cualquier ámbito llevará siempre asociado la posibilidad de equivocarse. Avanzar en cualquier tarea puede suponer que no siempre se tomen las decisiones correctas, algo que entiendo se debe asumir desde la naturalidad y procurando que esos errores sean los menos posibles y los de menor trascendencia. En todo caso creo que es preferible avanzar cometiendo algún error, que las actitudes pasivas de esperar que “otros hagan por nosotros”.

En el actuar hay un abanico muy amplio de posibilidades. Cada uno puede hacerlo desde su propia perspectiva, capacidades o forma de ser. No es posible ni deseable que “todos hagan lo mismo”. Un objetivo común puede ser abordado desde formas muy diversas. Será un reto conjugar diversidad con unidad en un proyecto compartido. La amalgama para lograrlo debe ser el respeto a lo que hace el otro, sin pretender nunca que lo haga como “a mí me gustaría que lo hiciese”. La unidad se consigue desde el respeto a la diferencia y no desde la uniformidad. El propio modelo leonés de España iría en ese sentido.

La personalidad leonesa tendente al individualismo y a una cierta pasividad ante los acontecimientos diría que fomenta actitudes como las que estamos describiendo en este artículo. En el movimiento leonesista también podemos encontrarlas, lo que no ayuda precisamente al avance en los objetivos que se persiguen.

“El futuro se construye desde los cimientos del pasado”

El futuro se construye desde los cimientos del pasado. Los avances en cualquier campo tienen su fundamento en aquellas cosas que otros han hecho con anterioridad. Esto puede parecer una evidencia, pero a veces tengo la sensación de que desde ese individualismo se actúa sin tomar en consideración que se han dado pasos anteriores. Por decirlo de algún modo, se busca más construir una “casa nueva” (“mi casa”) que “un piso más” en un edificio que está en construcción. Entiendo que ello puede dificultar el avance en alcanzar determinadas metas.

Además del 'pegamento' del respeto, se hace necesaria la formación en la pedagogía del conocimiento. La fuerza de una idea en buena medida se asienta en los cimientos del saber sobre lo que ha sido nuestra historia ya sea en épocas más remotas como en un pasado más reciente. También en otros ámbitos como la economía, la antropología...

Es tarea complicada ya que hay que luchar contra un poder que premia con dinero público la difusión de todo aquello que fomente asentar su 'statu quo'.

Comprendo que es un esfuerzo importante el que se demanda a la población. Conscientes de ello algunos nos quieren ganar “por aburrimiento”, o por lo que ellos llaman “poner fin a polémicas estériles” (como recientemente titulaba un periódico de Valladolid). Es decir no contra argumentan, simplemente buscan vencer desde el cansancio. Mientras, la población envejece lo que hace perder vitalidad al conjunto del medio social.

Tampoco ayuda a ese “sentirse vivo” una evolución hacia la simplicidad. Se suprimen contenidos para ganar en rapidez en la difusión. La reflexión surge de la pausa y de la información. Sin esos canales que la alimentan nos podemos encontrar con una sociedad bastante “vacía” y “pobre intelectualmente hablando”.

“Una Sociedad menos formada es más fácilmente manipulable”

Una sociedad menos formada es también más fácilmente manipulable. Si analizamos la evolución política a nivel mundial podríamos decir que encontramos que han ido progresando movimientos que desde diferentes ámbitos ideológicos tienen en común el fundamentarse más en “el rechazo” que en “la identidad con un modelo alternativo”. Diría que en buena medida se están sustituyendo las ideas por los 'slogans'. Se busca la frase ocurrente como elemento de comunicación, los contenidos se dejan de lado.

Hay que recuperar el volver a ser actores de nuestro propio destino. Ser locomotoras de nuestro porvenir y no simplemente vagones que siguen el carril que le han marcado. Para hacerlo hay que aceptar la pluralidad en las formas de ser y actuar. No es necesaria ni siquiera conveniente la uniformidad. Desde ese principio hay que valorar lo que se hace incluso asumiendo la imperfección. En mi opinión los leoneses somos en muchas ocasiones excesivamente cainitas, lo que nos debilita.

Para concluir diría: “Haz lo que quieras hacer y no esperes a que otros lo hagan por ti”. El futuro se construye más desde la acción (en un sentido amplio) que desde la crítica a los que hacen.

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