WWF duda de la Junta y pide la suspensión cautelar de la caza de jabalíes en zonas oseras sensibles

Un ejemplar encontrado muerto en Asturias, archivo. / Fundación Oso Pardo

Servimedia / ICAL

La organización ecologista WWF solicitó este lunes a las comunidades autónomas con poblaciones de oso, como ocurre con Castilla y León, que suspendan cautelarmente todas las cacerías de jabalí al no ser selectivas -allí se producen la mayoría de las muertes en zonas oseras- en las áreas que puedan considerarse críticas, tanto por su importancia para la reproducción como para la alimentación e hibernación de las dos poblaciones oseras que se encuentran en un estado de conservación más delicado: la subpoblación oriental de la Cordillera Cantábrica y la pirenaica.

También pidió a través de un comunicado que en todas las zonas oseras haya procedimientos necesarios para hacerlas seguras a especies en peligro de extinción como el oso y que se endurezcan las condiciones de la práctica cinegética para evitar sucesos como el de este domingo, con la muerte a tiros de dos osas, una de ellas con una cría, en sendas cacerías celebradas en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas (Montaña Palentina), en Castilla y León, y en la comarca de Ribarogza (Pirineo aragonés).

Con el fin de evitar nuevas muertes en zonas oseras durante las cacerías de jabalí, WWF reclamó que se suspendan cautelarmente las batidas de jabalíes en zonas oseras sensibles por no ser seguras para el oso y que, en general, en todas las áreas oseras se endurezcan los controles y permisos de caza, que sólo se puedan realizar con buena visibilidad y que se impida la práctica cinegética sin la compañía de personal de la administración.

WWF exigió que estos requisitos se incluyan en el desarrollo de nuevos protocolos y condiciones mucho más estrictas antes de permitir la caza en zonas oseras, lo que debe aprobarse e incluirse en los documentos de planificación correspondiente de las comunidades autónomas implicadas.

Pérdida genética

Las dos osas abatidas este domingo en cacerías pertenecían justamente a las dos poblaciones de osos que se encuentran en una situación más crítica. Además, en el caso de la osa de Fuentes Carrionas (Montaña Palentina), tenía una cría, lo que hace que la pérdida sea aún más grave. “Cada ejemplar perdido es un paso atrás en la carrera por la supervivencia de esta especie amenazada de extinción”, apuntó WWF.

Para WWF, los hechos de este domingo suponen “una pérdida genética incalculable” teniendo en cuenta que, según expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los niveles de variación genética de la población cantábrica oriental -donde quedarían unos 50 osos- están entre los más bajos de los descritos en la literatura científica para esta especie.

La población pirenaica tiene problemas similares -con poco más de 50 ejemplares- y sufre un continuo goteo de osos muertos en las últimas décadas por accidentes, disparos y venenos. Sólo en el último año, esta osa supone la tercera pérdida tras el oso 'Cachou', todavía investigado y con indicios de veneno, y el oso 'Ariege', que también fue tiroteado.

Por su parte, WWF consideró “especialmente grave” el caso de la osa tiroteada en Fuentes Carrionas porque esta área de la Cordillera Cantábrica se ha convertido en “un auténtico punto negro y en un sumidero para los osos de la subpoblación oriental”, ya que concentra la mayor parte de los casos de osos muertos y tiroteados en los últimos años.

Por ejemplo, hace cinco años, el 18 de noviembre de 2017, otro oso fue tiroteado también en una batida de jabalí en la localidad de Casavegas (en la Montaña Palentina), al igual que había ocurrido ya en 2012, en 2007 y en años anteriores. Para WWF, “repetir una vez más el mismo error supone una grave irresponsabilidad política”.

Investigaciones

En ambos casos, WWF solicitó que se lleven a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos. Para la osa muerta en la Montaña Palentina, la organización pidió que se clarifique si el personal de la administración que acompañaba la cacería estaba informado previamente de la presencia de una osa con cría. En caso de que hubieran sido informados del avistamiento de dicha osa durante la cacería, reclamó que se depuren las responsabilidades relacionadas con la no paralización inmediata de la cacería e información a todos los cazadores de este hecho.

“Es urgente poner freno a esta sangría. Estas batidas de caza con el pretexto de controlar las poblaciones de jabalí son letales para especies como el oso y el lobo y una de las principales causas de mortalidad en la Cordillera Cantábrica y en el Pirineo, y las administraciones lo saben. Deben ser prohibidas ya tal y como se están llevando a cabo ahora”, apuntó Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.

Del Olmo añadió al respecto: “Es lamentable comprobar cómo un espacio protegido tan importante como Fuentes Carrionas en la Montaña Palentina se ha convertido en un auténtico punto negro para el oso, su principal joya natural, por lo que es totalmente injustificable que la Junta de Castilla y León haya vuelto a autorizar algo similar”.

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