La catedral de Salamanca muestra 'El cristo que vuelve a la vida' de Venancio Blanco

El 'Cristo que vuelve a la vida', de Venancio Blanco. // Susana Martín / ICAL

J.M.A. / Agencia ICAL

La catedral de Salamanca alberga la exposición temporal del 'Cristo que vuelve a la vida', realizado en el año 1991 por el reconocido escultor salmantino Venancio Blanco. La obra podrá visitarse, en el horario habitual de apertura del templo, durante la cuaresma y hasta la conclusión de la Semana Santa en su nuevo emplazamiento de la capilla del Cristo de las Batallas.

La muestra fue presentada este viernes en comparecencia pública por el deán de la catedral de Salamanca, Florentino Gutiérrez Sánchez, quien ejerció un elogio sostenido sobre la obra y el momento que representa. “Me emociona cada vez que la veo. En el Cabildo creemos que es artísticamente muy bella. El Concilio pedía que la fe se haya cultura, y aquí tenemos un ejemplo de cómo la fe se ha hecho arte. Y bellísimo. Solo con ver la imagen uno se conmociona. Incluso un no creyente se tiene que preguntar qué acontece ahí. Para nosotros es un medio pastoral y litúrgico de primera categoría”, valoró sin ahorrar en calificativos.

No es la primera vez que el 'Cristo que vuelve a la vida' de Venancio Blanco reposa en la catedral de Salamanca, puesto que lo hizo durante la exposición de las Edades del Hombre de Salamanca, hace ahora 28 años. Para Gutiérrez Sánchez, además, esta escultura puede suplir la “ausencia de actividades, vivencias y acontecimientos”, que ha supuesto la irrupción de la pandemia. “Queremos esto llene de gozo y atracción a todos los salmantinos, de la ciudad y la provincia. Que no tengan miedo a venir a visitarla, porque tenemos la garantía de que los criterios sanitarios se están cumpliendo”, aseguró.

El deán de la catedral quiso además explicar la singularidad de la obra de Venancio Blanco por el instante que representa. “Sitúa esta imagen en un momento de tránsito entre la muerte y la resurrección. Es el Cristo que vuelve a la vida. Un idea bellísima”, afirmó, destacando a su vez que tiene mucho que ver con lo que se conmemora durante el Sábado Santo. “Es cuando nosotros celebramos que Cristo está en el sepulcro y realiza un intento de levantarse. Ya tiene un ojo abierto y está tratando de ver”, explicó.

Ahondando en esta idea, Florentino Gutiérrez recordó además que el Sábado Santo, según las escrituras, se produce “una primera levantada”. “La segunda es la definitiva. Se levanta del sepulcro y sale. Es la resurrección. Esto, hecho plásticamente en una obra magnífica es para nosotros un don, una gracia”, manifestó, augurando que espera que pase allí “un largo tiempo”, una puerta que dejaron abierta tanto el cabildo catedralicio como la Fundación Venancio Blanco.

Un hombre de fe

De hecho, en su representación, y como presidente, estuvo presente el hijo del malogrado artista, Francisco Banco Quintana, quien se mostró feliz por la muestra inaugurada este viernes. “Mi padre diría que es un día muy bonito. Yo estoy profundamente emocionado por volver a Salamanca, y cuando he visto el Cristo en la Capilla me ha dado un vuelco al corazón. Es un día para sentir un maravilloso orgullo de hijo”, dijo.

Francisco Blanco se refirió a la catedral de Salamanca como “un espacio de lujo” y, por eso, explicó la cercana relación de su padre con la religión católica. “Era un hombre de fe. Y creía que las catedrales, como esta, son obra de la fe”, remarcó. A su vez, el presidente de la Fundación reconoció que el autor albergaba la “ilusión” porque esta obra permaneciera en Salamanca. “Aquí está el Cristo, así que mi padre estará sonriendo desde arriba y velando para que siempre sea sí”, auguró.

Sobre la pieza, Blanco Quintana matizó que no se trata de un cristo yacente, como pudiera parecer, una idea que su padre descartó como homenaje a su fallecido hermano Juan, quien le ayudaba en el taller. “Mi padre, que meditaba mucho, decidió representar la vida en vez de la muerte. Por eso refleja el instante de la resurrección. Es un cristo pascual”, concluyó, evidenciando que ya se está incorporando, puesto que “la mano está en tensión y tiene un ojo medio abierto.” Está tallado madera de pino de Valsaín, con una tenue e insinuada pátina y, para su hijo, es “una de las pieza más emblemáticas de su trayectoria”, habida cuenta también de que “probablemente no ha habido ningún artista que haya plasmado ese momento tan inefable desde la escultura”.

Por último, el hijo de Venancio Blanco y presidente de su fundación se refirió también a los “momentos difíciles” que atraviesa la sociedad desde la irrupción de la pandemia. “Dios quiera que pronto podamos avistar una luz al final del túnel. Ojalá que el Cristo de Venancio, como le llama la gente, pueda traer consuelo y esperanza a tantas personas como lo necesitan en estos tiempos”, concluyó.

Durante la rueda de prensa, celebrada en la sacristía de la catedral nueva y retransmitida a través del canal de Youtube de la Diócesis de Salamanca, también intervino José Félix García Martín, vicepresidente de la Fundación Venancio Blanco, para expresar el “orgullo” que supone para el Patronato “ver que al final se ha hecho realidad está ilusión de Venancio”.

García Martín apuntó asimismo que, “tras verlo en distintitos sitios”, su emplazamiento en la Capilla del Cristo de las Batallas desprende “una armonía maravillosa”. “Parece que es el sitio donde tiene que estar”, sentenció. Por esta razón, lanzó el guante, debidamente recogido por el deán de la catedral, al insinuar que “es una pieza única que recoge un momento muy especial y juntos vamos a luchar porque se instaure la posibilidad de que se quede en Salamanca”.

Etiquetas
stats