Lo leonés del Bierzo

Puerto de Ancares bajo la nieve.

Álvaro Pradal Álvarez-Prida

Recientemente el Bloque Nacionalista Galego se comprometió a llevar al parlamento gallego a petición de Coalición por el Bierzo una Proposición No de Ley para la creación de una provincia berciana (A quinta provincia) dentro de la autonomía gallega, y es que a mí, férreo defensor de la identidad leonesa, este tipo de propuestas no me dejan indiferente. ¿Qué es lo que lleva a pensar que Galicia es la solución a los problemas de la comarca berciana? Y algo especialmente importante: ¿Existen realmente motivos de peso para un Bierzo gallego?

Por desgracia la Xunta de Galicia no aparenta tener un modelo de prosperidad y descentralización mucho mejor al de la Junta, con Lugo y Ourense a la cola en PIB e Índice de Desarrollo Humano y a la cabeza en despoblación y emigración respecto a las otras provincias gallegas donde se sitúan las grandes ciudades como Vigo, Santiago o La Coruña. ¿Con estos antecedentes realmente le interesa al Bierzo una unión tan artificial como el desavenido matrimonio entre León y Castilla? El Bierzo,al igual que el resto de la Región Leonesa, ya tiene una amarga experiencia en lo que a aventuras territoriales respecta, pues desde la creación del engendro castellano-leonés a esta comarca le ha ido de mal en peor. ¿Por tanto, por qué unirse a una región de la que jamás ha formado parte? Aludiendo a lo histórico, durante los escasos 11 años que 'El Vierzo' disfrutó del estatus de provincia (por cierto, años de continua inestabilidad por las desavenencias entre Ponferrada y Villafranca por la capitalidad) ni siquiera se planteó una posible anexión a Galicia, es más, territorios que actualmente pertenecen a Galicia como Valdeorras, fueron bercianos en esos años dorados, por lo que usando la historia como excusa para reestructurar la comarca, realmente sería Galicia la que habría de devolver territorios al Bierzo, pero nunca viceversa. ¿Qué nos hace pensar que Galicia iba a poner fin a los problemas del Bierzo?

Ofensiva gallega por Los Ancares

Dos buenos ejemplos de la actitud gallega frente al Bierzo los tenemos muy recientes. El primero es la ofensiva gallega conLugo como abanderado, y ahora con apoyo de toda la Xunta de Galicia, para que el municipio leonés de Candín no pueda llamarse lo que es: Ancares. Históricamente nunca hubo ancares lucenses, leoneses e incluso asturianos –como se quiere dejar oír últimamente–, pues el valle de Candínera el original y genuino 'Real Valle de Ancares' y por tanto, el único que merece ese título.

Sin embargo, en 1978 se creó una reserva nacional de caza en Ancares y el Gobierno concedió ayudas económicas y subvenciones que los municipios gallegos y asturianos limítrofes no quisieron dejar escapar, de manera que también se sumaron a la nueva oportunidad de 'Los Ancares'. Es por esto que ahora Galicia, disfrutando del monopolio del nombre de Ancares, y siendo la mayor beneficiada de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares, prefiere que estos datos permanezcan en el olvido. El otro ejemplo lo encontramos en la reciente petición de la Junta Vecinal de Fuente de Oliva (un pueblo de unos 5 vecinos del municipio de Balboa) de unirse al municipio lucense de Cervantes, ya que “la Diputación leonesa los tenía abandonados”.

Por ejemplo, habían solicitado una ayuda de 300 euros al Instituto Leonés de Cultura para restaurar un hórreo que no se les había concedido. Sin embargo, esta institución les había ofrecido hasta 10.000 pero... ¡vaya! nadie había presentado la documentaciónrequerida y por tanto, se quedaron sin la ayuda (como es lógico). Además, el alcalde del municipio lucense vino a responder entrelíneas que la anexión a Galicia no iba a solucionar los problemas de este pueblo berciano, ya que algunas infraestructuras lucenses como carreteras, eran tan deficitariascomo las bercianas. También es verdad que mostró su simpatía a esta propuesta debido a los múltiples nexos entre Galicia y León, sin embargo, destacó que nunca habían tenido un caso así (es decir, que nunca ningún pueblo de la zona habíamostrado sentirse gallego), hecho que deja entrever que la identidad berciana históricamente no ha pedido ser gallega y que este infundado rechazo a 'lo leonés' por parte de algunos bercianos está siendo orquestado desde la actualidad.

Es más, el Centro Región Leonesa de Buenos Aires, así como la Colonia Leonesa de Cuba fueron fundados por bercianos y el Ayuntamiento de Ponferrada fue el primer consistorio leonés en pedir el divorcio de León con Castilla en el año 1983 y a numerosos bercianos (y sobre todo a muchos gallegos) se les ha llenado la boca con la publicación de recientes encuestas, en las que la supuesta opción preferida por los bercianos es la de a quinta provincia galega, pero la estadística es caprichosa y los números fácilmente manipulables. Lo que no se dice de estas encuestas es que la opción de un Bierzo leonés estaba dividida entre ser parte de una Región Leonesa autónoma o ser una comarca dentro de los límites actuales (en Castilla y León). ¡Y sorpresa! El Bierzo prefiere a León, no a Galicia. También supongo que no conviene sacar a la luz encuestas en las que una provincia berciana dentro de una Región Leonesa tenía una aceptación aplastante.

¿Está siendo escuchado el Bierzo?

También cabría preguntarse si todo el Bierzo está siendo escuchado y está a favor de una hipotética anexión a Galicia o de la formación de una provincia propia, porque la respuesta es no. ¿Está entonces el Bierzo dispuesto a perder los municipios donde no cala el bercianismo o el galleguismo? Sinceramente creo que no merecería la pena. La realidad del Bierzo es que es un conglomerado de antiguas comarcas falto de homogeneidad y consenso, pues lo que ahora se llama 'Bierzo' por pertenecer al Consejo Comarcal, antes eran las comarcas de Cabrera, Ribas del Sil, Valcarce, Boeza o Ancares, cada una única y con sus propias peculiaridades.

De hecho, en varios municipios bercianos el apoyo a partidos bercianistas es nulo o residual e incluso se ve desplazado por el sentimiento leonesista. Pero no es de extrañar que lugares como Palacios del Sil (incorporado al Bierzo en 2005) y cuyos lazos históricos les acercan más a Laciana que a el Bierzo, ni siquiera se sientan identificados con una bandera (preciosa y la cual defiendo sin ninguna duda) que fue creada en el año 2000 y que delata la escasa historia que el Bierzo tiene como entidad separada de León.

Es más, la heráldica de lugares como Cacabelos, Villafranca del Bierzo o Balboa, cuyos escudos ven representados leones rampantes sobre fondo blanco, desprenden una fuerte esencia a Reino de León que es imposible disimular.

Porque no, me temo que no eres más berciano o amas más tu comarca por quererla separar de León y anexionarla a otro territorio. De hecho, un buen amante de su tierra se caracteriza por saber reconocer y apreciar todo lo que conforma y respecta a su tierra. Y es que puede parecer que el Bierzo es primo de Galicia en lo lingüístico, lo económico, lo gastronómico y lo cultural, pero a la vez, precisamente, de todo ello es gemelo de León. ¿Vamos a renunciar a que el Bierzo pierda gran parte de su esencia y cultura?

¿Quiere realmente el Bierzo obviar y discriminar sus verdaderas raíces? Tengo la triste sensación de que el berciano galleguista ha sido víctima (y entiéndase la expresión) de la endogamia gestada a consecuencia de la prosperidad que reinó un día en el Bierzo, una burbuja autosuficiente e independiente de la que no era necesario salir para llevar una vida plena y que por consiguiente, no permitió que el berciano admire y conozca las maravillas escondidas por toda la provincia, maravillas que por su similitud al Bierzo, le harán sentir casi como en casa y que notienen nada que envidiarle a Galicia.

El leonés, tan presente como el gallego

En lo lingüístico no hay nada mejor que viajar por el Bierzo para darse cuenta de que el leonés está tan presente como en la punta opuesta de la provincia, y para ello nada es mejor que echar un vistazoa su toponimia: Congosto, Toreno, Fabero, Cubillos, Furniella, Candín e incluso la misma Ponferrada están plagados de vocablos leoneses como lleiras, llamas, zofrerales, gualtones y fervencias que se conservan incluso mejor en el Bierzo que en otros lugares de la provincia.

Es más, de los 38 municipios que actualmente forman el Consejo Comarcal del Bierzo, sólo 10 han sido clasificados por los lingüistas como pertenecientes al área lingüística del gallego, mientras que los que pertenecen alárea lingüística del leonés les sobrepasan en número. Ni falta hace mencionar a los diminutivos -ín/- ina, el que algo te preste o ese xeito, todos, herencia de la lengua leonesa y que son tan típicos del Bierzo como de cualquier otra parte de León.

Otras 'no' diferencias

En lo económico poco hay que decir sobre El Bierzo. ¿Todo mal, pero acaso ocurre únicamente en el Bierzo? No, por desgracia aquí de nuevo el Bierzo es el vivo reflejo de toda la provincia leonesa. El Bierzo no es la comarca leonesa que más población pierde, ni la que más paro gesta, ni la que peor infraestructura tiene, ni la única que ha visto su minería desmantelada sin alternativas, los datos están ahí. Hay comarcas en la provincia que están sufriendo más y sin embargo, no ven en el vecino la solución a sus problemas, ya que muchos de los problemas que sufre León, y por ende, el Bierzo, son controlados desde la 'Junta de Valladolid', y el León, amordazado y encadenado dentro del castillo, poco puede hacer para rugir.

En los gastronómico, un buen amante del Bierzo ve en esta tierra paraíso, pero de nuevo un paraísoque no deja de mostrar similitudes con el otro lado del Manzanal: magostos que son practicados en todo León durante el otoño, los mejores embutidos, vinos con denominación de origen, empanadas o el alabado botillo que no sólo es primo del botelo gallego, sino que también es hermano del botiellu de otras comarcas leonesas como Laciana, Omaña, Babia, La Cabrera o el Órbigo.

En lo que respecta a otros rasgos culturales, la mitología berciana podría querer abrazar a la gallega, pero es que la gallega va de la mano de la asturleonesa sólo por ser parte de la gran región que llamamos 'noroeste'. No hace falta cruzar a Galicia para escuchar leyendas sobre huestes, xanas y mouras; las tienes por todo León, al igual que el entroido o el filandón, tan practicados en el Bierzo como en otros puntos de la geografía leonesa.

Tampoco es necesario estar en el Bierzo o cruzar a Galicia para ver pallozas como las ancaresas, brañas como las del alto Sil, castros celtas, hórreos centenarios o pueblos únicos con tejados rematados en pizarra. No hace falta estar al otro lado del Manzanal para tener tu propio pendón leonés, pues pueblos como Igüeña, Fresnedo, Calamocos, Losada o Molinaseca alzan sus pendondes leoneses con orgullo y en hermandad con los otros pueblos del Reino.

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