La memoria y las imágenes de la mina perviven en Laciana en forma de miniatura

Interior de una galería de una mina. Foto: Félix Suárez

Luis Álvarez

Alfredo Fernández Amigo ofrece en la cochera particular de su domicilio un museo minero en miniatura visitable gratuitamente para todos aquellos que quieran conocer qué es y cómo se ve una mina por dentro, o recordar las imágenes y sonidos de lo que han vivido en las entrañas de la tierra, los mineros viejos con un deje de nostalgia de su pasado.

Alfredo, con la colaboración de la Asociación de Amigos de Sierra Pambley, encargada de promover la idea y de la difusión y cartelería del proyecto, lanzan para este verano un museo minero en miniatura, localizado en Villager de Laciana.

Instalado en la cochera de la planta baja de su domicilio en Villager, al fondo de la calle de El Centro, a unos 25 metros del centro social Álvaro Carpintero. Las visitas se conciertan previa llamada telefónica (616135070), para grupos y preferiblemente en las tardes de los jueves de todo este verano, y Alfredo os mostrará su colección de maquetas hiperrealista de mina, con casi todo lo que te puedas imaginar. Lo de fijar un día de visitas preferente no tiene más fin, que permitirle el resto de la semana dedicarse a sus labores habituales, la familia, la huerta, el jardín, pasear o simplemente no hacer nada.

En la visita podremos contemplar galerías, cruces y distintos tipos de cierres de galerías, cargaderos de carbón interior, talleres de explotación en serie, montajes de chimeneas de preparación, rampones, sistemas de posteo y protección, frentes de avance de galerías, puertas de presión para inducir y dirigir la ventilación. Casi todo lo que se podía ver en una mina en activo, Alfredo lo ha reconstruido con precisión milimétrica, con diversos tipos de entibación en madera o hierro, los enrachonados y sujeciones con rejilla. También le ha puesto la iluminación a todas sus recreaciones, y así apaga la luz general, para una mejor percepción de la oscuridad ambiental. Hasta reproduce mediante grabaciones los ruidos de la explotación, lo que nos hace sentir un poco como el estar dentro de una mina real.

En ocasiones logra un mayor valor y mejores resultados físicos la constancia, la paciencia y la tenacidad de una persona particular, que la profusión de medios, proclamas y proyectos de las instituciones públicas. Como en este caso que nos ocupa, donde Alfredo Fernández pone a disposición de todos las imágenes reales y la mina en vivo, a la que sólo le faltan los mineros.

Los anunciados proyectos de “mina en vivo” o de “memoria minera”, que la burocracia administrativa que todo lo engulle y los retrasos contables de los fondos, que siempre se anuncia que van a llegar, languidecen reptando penosamente por los lodazales contables. Logran que nunca acaben por ser una realidad esos proyectos.

Todo eso lo ha superado la ilusión, las ganas, la afición y las incontables horas de trabajo en una afición personal de Fernández Amigo, a lo que se debe añadir la comprensión y paciencia de su familia. Sin ayudas públicas, sin subvenciones, simplemente porque le apetece le gusta y quiere, ha gastado su dinero y su tiempo, para ofrecernos a todos estas maravillas que son merecedoras de una visita.

Algo más sobre el artesano

Alfredo fue minero en la histórica Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) hasta el año 2002, en que se jubiló y dedicó más de cuatro años de trabajo a la elaboración de estas 10 maquetas (casi todas con más de una parte visual, tres y hasta cuatro en la mayoría). Trabajó en el grupo Calderón. No le gustan las fotografías personales y nos ha pedido no aparecer él, sí sus maquetas.

Todo el trabajo lo hizo utilizando su memoria visual, sin hacer una sola fotografía, un dibujo, un boceto. Buscando los elementos metálicos, de madera, gomas, tuberías, cables; en materiales accesibles para él, que fue adaptando a sus necesidades, oxidándolo y envejeciéndolo para darle una mayora apariencia real, sin un solo punto de soldadura. El carbón y la piedra evidentemente salió de la mina y las escombreras.

Y los sonidos los grabó el mismo mientras trabajaba, con la grabadora de un compañero que, hacia labores de corresponsal de prensa José Luis Vega. Pues en los años 90, no todo el mundo tenía acceso a grabadoras y los móviles no eran lo de hoy, aparte de pesar medio kilo, no tenían sistemas de grabación.

Todo al final, de lo más artesanal, lo que sin duda le confiere un mayor valor al conjunto, al saber cómo se ha tenido que confeccionar lo que vemos. Las maquetas las ha sacado de casa dos veces para exposiciones, pero además de lo pesado de las maquetas y el trabajo que provoca el moverlas, “siempre se rompe o se deteriora algo”. Y también las ha dotado de unas estructuras metálicas de soporte, para situarlas a la altura visual adecuada, frente a los ojos, de una persona de estatura media.

La oferta de la mina en vivo ya está a disposición de todos en Villager, solo falta añadirle los mineros, pero tampoco ya los hay. Y no es plan de enviar una brigada de reclutamiento en este siglo veintiuno hasta Liliput, para ofrecer contratos de inmigración a un grupo de trabajadores, con la finalidad que pululen y se ocupen del laboreo en las galerías de Alfredo; como hacía MSP en los años 50 por España y en los 60 y 70 por Portugal, reclutando trabajadores para sus minas ante la falta de mano de obra local.

Las maquetas del interior de una mina pueden visitarse los jueves por la tarde en la calle El Centro s/n en Villager de Laciana, con cita previa al teléfono 616135070.

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