“Tengo un negocio familiar de ganadería, no toda la intensiva son macrogranjas de miles de cabezas de ganado”

Noelia Aparicio Martínez en su ganadería en La Milla del Río

Abel Aparicio

Noelia Aparicio Martínez es una ganadera de intensivo residente en La Milla del Río. Su granja, dedicada a la explotación de ovejas para leche, es una más de las cientos de explotaciones de este tipo de ganadería que existen en la provincia de León. En esta entrevista, realizada antes de la controversia política sobre el sector por las declaraciones del ministro Garzón, pide cuidar el lenguaje para diferenciar su negocio del de las macrogranjas.

La provincia de León es la tercera de toda la Comunidad en explotaciones de ganadería ovina de ordeño, detrás de las de Valladolid y Zamora, con un producto dedicado fundamentalmente al sector quesero. Según la última estadística agraria, del año 2020, en León había 143.446 ovejas de ordeño mayores de 12 meses.

Veo que la nave en la que tienes las ovejas tiene una ampliación considerable, ¿me puedes indicar qué buscas con ella?

En primer lugar ampliamos la sala de ordeño para que el animal pase menos tiempo en ella. Mis ovejas solo entran a la sala por la necesidad que tienen ellas de sacar la leche, ya que nunca del di de comer en la sala. Con los nuevos respiraderos necesitan menos tiempo para dar leche, entre uno y dos minutos, así salen antes al exterior, así pueden beber, comer y tumbarse cuando quieren.

Como ves, mi nave es abierta, y está orientada de tal forma que se aprovecha el calor y la ventilación según la época del año sin consumir energía eléctrica ni ningún gasto extra.

Para gente ajena al campo, incluso a gente que viva en un pueblo, la ganadería intensiva suele crear cierto rechazo o al menos cierto recelo. Vemos que la normativa europea en cuanto a bienestar animal es la más estricta del mundo. ¿Qué le dirías a esas personas para que cambien de opinión o al menos se replanteen la suya?

En primer lugar, cuando tú pronuncias la palabra intensivo viene a la cabeza que estás explotando el ganado, y como ves aquí, malas condiciones no tienen. El principal problema para mi es el desconocimiento. Nosotros empezamos este negocio de cero hace quince años. Para iniciar la obra solicitamos subvenciones y si no cumples la normativa, no te la dan, y como dices, la europea es la normativa animal más estricta y rigurosa que existe y, si no la cumples, no te conceden ni un euro, pero no solo eso, no te la dejan hacer.

Te voy a poner un ejemplo muy claro. Cuando se estableció el cupo de leche para las vacas, un ganadero para cumplirlo tuvo que quitar varias para poder adaptarse a ese cupo. Sabes lo que ocurrió, que al quitar esas vacas y quedarle más espacio al resto mejorando sus condiciones la cantidad de leche aumentó. Quiero decir con esto que si al ganado lo tratas bien, el ganado está mejor y produce más leche y mejor carne. Ocurre igual con las personas, cuanto mejores condiciones tienes, mejor estás de salud, más se alarga la esperanza de vida, etc.

Otro ejemplo, en lugar de darle de comer una vez al día a las ovejas, le empezamos a dar dos veces para que comiera repartido y la comida más fresca, ¿sabes lo que ocurrió?, que empezaron a dar un 15% más de leche. Mejores hábitos, más producción. El gasto es el mismo, bueno, el único gasto que hay es el tiempo de la ganadera, pero no te supone mayor inversión económica.

Puede que mucha gente no sepa que la leche la recogen todos los días y cada recogida tiene su análisis de grasa, proteína, urea, inhibidores, agua, etc. Mira, te voy a contar algo. Con los medicamentos hay un control muy estricto, tienes que indicar y guardar qué le has puesto a qué animal, cuándo y tener guardado ese documento un periodo de tiempo. Bien, con la pandemia a una conocida cercana, contándole su propio diagnóstico por teléfono al personal sanitario le recetaron un antibiótico, ¡te das cuenta! Eso mismo a un animal jamás se lo podrías hacer, porque te sancionarían al día siguiente.

En el año 2005 comenzasteis con la nave y paso a paso esto fue creciendo. En ese momento, ¿qué objetivos teníais y hasta dónde pensabais llegar?

Cuando empezamos la idea era vivir de nuestras ovejas, o con nuestras ovejas y conseguir con ello sacar adelante una familia y poder darles estudios a nuestra hija y nuestro hijo. El límite que le puse a Manolo, mi marido, es que íbamos a tener la nave que pudiéramos atender nosotros, sin necesidad de contratar a nadie. A día de hoy, lo que vamos ampliando y mejorando no es para meter más animales, si no para poder ofrecerles más calidad de vida y para ahorrarnos a nosotros trabajo. Seguiremos creciendo en infraestructuras para tener la paja cubierta y no necesitar lonas y plásticos, etc. Nosotros ya estamos cerca o en la cincuentena, pero nuestro hijo decidió seguir con el negocio familiar queremos dejarlo lo más cómodo y sostenible que podamos.

Cuando se habla de intensivo se suele venir a la cabeza explotaciones de cinco mil o diez mil cabezas de ganado, pero no siempre es así, como es el caso. Uno de los temas más controvertidos son los purines ¿Qué hacéis vosotros?

Nosotros tenemos una empresa familiar con una economía circular. Esto, que parece nuevo, es lo que se hizo siempre. Todo el estiércol que producen las ovejas va para las tierras que trabaja mi hijo y lo que producen esas tierras sirve de alimento para las ovejas. Sobre esto dos puntualizaciones: la primera, si hay exceso de maíz, por ejemplo, se vende; la segunda, con la producción de nuestras tierras no basta para mantener a las ovejas, necesito comprar mezcla, pero para abastecerme tengo lo necesario a menos de treinta y cinco kilómetros, ya sea Astorga, Santa María del Páramo o León. Cierto es que estamos en la cooperativa más grande de Europa de leche de ovino, Consorcio promoción del ovino, con sede en Villalpando, pero en lugar de traer todo de allí, ya que en la cooperativa estamos muy concienciadas con el medio ambiente, tenemos acuerdos con empresas cercanas.

Hay un mantra que se repite, por lo general, a todas las niñas y niños que viven en un pueblo. En tu caso decidiste quedarte y por si esto fuera poco, también tu hijo. ¿Qué le dirías tú a la gente que te dice estudia y vete?

Ya desde el principio tenía claro que quería vivir en un pueblo, no sabía a qué me quería dedicar, pero sí dónde quería vivir. Por otro lado, el “estudia y vete”. Hoy en día para, para llevar una explotación como esta, o estás preparada o apaga y vámonos. Esto es una profesión y tienes que tener claro que se maneja mucha documentación, como por ejemplo, con Hacienda, en el tema veterinario, en el tema de mecánica, etc.

¿Qué salida tiene la producción de tus ovejas y cuál es?

Nosotros lo tenemos muy fácil. Tanto la leche como los corderos (lechazo) va toda para la cooperativa y es ella la que se encarga de realizar la distribución. Indicar que en la cooperativa pusimos el año pasado en marcha una quesería, una forma de cerrar el ciclo, desde la producción hasta la venta del producto final. Es más, este año en un concurso internacional de quesos obtuvimos la medalla de bronce. Un queso, que por cierto, lleva el nombre de Queso Castellano. Yo propuse que si había un queso castellano, también hubiera un queso leonés, siendo el consorcio una cooperativa de primer grado cuando todas se fusionaron, que eran de Zamora y una de Salamanca, pero es el nombre que aprobó la Junta de Castilla León

En cuanto a la producción, la oveja es muy estacional, hay mucha diferencia entre invierno y primavera. A día de hoy estamos con quinientos litros diarios y en primavera unos mil quinientos. Date cuenta que las ovejas también tienen que descansar. Desde que una oveja se seca te aconsejan que esté dos meses de descanso y nosotros las tenemos un mínimo de tres.

Para finalizar, quería decir que cuando se habla de ganadería intensiva siempre va delante la palabra explotación. Tenemos que tener claro que el lenguaje es muy importante y yo prefiero decir que tengo un negocio familiar de agricultura y ganadería. No toda la ganadería intensiva son macrogranjas de miles y miles de cabezas de ganado.

Etiquetas
stats