Una campana ‘virtual’ evoca este sábado la figura del Lambrión Chupacandiles en una Ponferrada sin Semana Santa

César Sánchez / ICAL Salida del Lambrión Chupacandiles anunciando la llegada de la Semana Santa de Ponferrada, en una imagen de archivo

César Fernández

Habrá sonido de campana, el que desde hace casi cuatro siglos anuncia la Semana Santa de Ponferrada. Pero el confinamiento obligará a mantenerse en casa a su protagonista, el que este año iba a cumplir 30 años como Nazareno Lambrión Chupancandiles para dar a su vez continuidad a una saga familiar que se remonta a su abuelo y a su padre. El eco llegará esta vez 'enlatado' a través de la megafonía de un coche de la Policía Municipal que reproducirá el recorrido con el que Vicente Parra da la bienvenida a las celebraciones de Pascua en la capital del Bierzo, suspendidas como en toda España por la aplicación del estado de alarma para combatir la extensión del coronavirus Covid-19.

Nada más una vez en estas tres décadas estuvo amenazada la presencia de Vicente Parra, que ya había incluso buscado sustituto hasta que pudo solventar un asunto personal y cumplir con el papel 'heredado' de su padre, del que tomó el relevo tras su fallecimiento en un accidente de tráfico en 1990. Ni el estado de salud (“nunca me ha coincidido con ninguna gripe o enfermedad”) ni el tiempo (“y a veces he llegado a casa empapado por la lluvia”) llevaron nunca a la suspensión de la salida del Lambrión Chupacandiles.

La figura, cuyo origen se remonta aproximadamente al de la propia Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada en el siglo XVII, confiere a las celebraciones una singularidad que tuvo su peso para la declaración hace unos años de la Semana Santa de la capital berciana como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Dicen que su nombre tiene que ver con la antigua costumbre de que el nazareno aprovechara el recorrido para visitar las bodegas de la zona. Ahora sale de la Basílica de la Encina, pasa por los principales barrios de la ciudad tocando la campana y regresa al templo en la tarde del sábado víspera del pregón del domingo, una semana antes del Domingo de Ramos.

Vicente Parra, que iba a encarnar la figura por trigésima vez, se prestó a grabar en casa el toque de la campana, que reproducirá el coche policial durante su recorrido

Como solución para mantener el espíritu de la representación respetando el confinamiento, el propio Vicente Parra se prestó a grabar en su casa el toque de la campana durante dos minutos, un sonido que reproducirá un coche de la Policía Municipal en un recorrido en el que, a la manera del nazareno, hará parada en lugares singulares como la Iglesia de San Pedro o la Iglesia de San Antonio. Claro que no será lo mismo. “Yo tengo un sentimiento especial por lo que representaba también para mi familia”, lamenta Parra sin esconder que esta vez incluso le hacía “un poco más de ilusión” por tratarse de su trigésimo aniversario en el papel.

Cofrade de la Hermandad de Jesús Nazareno (la de la parte alta de la ciudad) y de la de Jesús Nazareno del Silencio (la de la parte baja), está también implicado como costalero en las principales procesiones organizadas por estas dos entidades. “Para mí, la Semana Santa es la parte más importante del año, más que Navidad”, señala Parra, que encarna una figura revalorizada en los últimos años, con marca registrada, hasta resultar su salida de la Basílica de la Encina con la compañía de un puñado de niños uno de los iconos de la Pasión en Ponferrada. Y aunque no será lo mismo, el Lambrión también 'saldrá' de alguna manera este año a través del sonido de su campana.

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