El Cylog de Ponferrada: años de promesas logísticas que siguen sin materializarse más allá de un cartel

Rotonda del Cylog de Ponferrada.

Elisabet Alba

No hay persona en Ponferrada que no haya escuchado nunca hablar de su Cylog, pero pocos o ninguno saben exactamente qué es. Años de promesas, de anuncios de que 'viene el lobo', campanas que suenan tan lejos que a veces no se sabe muy bien ni dónde tocan, porque pasan los años y siguen sin materializarse.

Un millón de metros cuadrados para crear un nudo logístico del Noroeste por carretera y ferrocarril, puerto seco o depósito en tránsito aduanero han sido algunos de los proyectos más ambiciosos planteados hasta ahora. Pero la realidad es que solo hay urbanizada una parcela, buena parte del resto de la superficie ni siquiera se ha comprado o expropiado a particulares, y un cartel, con unas letras enormes, sobre una rotonda, en la calle Milán, que anuncia algo que no existe.

Ni siquiera la que fuera primera alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, y principal defensora del “centro logístico en proyecto” durante su mandato (2015-19) supo datar a este medio cuándo fue la primera vez que se habló del Cylog.

La idea parte del concepto filosófico-político de que el ente imaginario del Cylog está estratégicamente ubicado para la distribución de mercancías, bien sea por tierra, mediante camiones, o por ferrocarril. Ese supuesto millón de metros cuadrados que podría llegar a ocupar, si se construye, está situado a unos cuantos, pero pocos, metros de la playa de vías ferroviarias de Adif más grande del noroeste y de la salida a 'dos' autovías, la A-6 que conecta la capital del Bierzo con A Coruña y Madrid y, oh, ¡sorpresa!, con otro concepto filosófico-político que sería la A-76, de la que se lleva hablando tantos años o más que del Cylog, y que conectaría Ponferrada con Ourense. Hasta aquí ya llevamos castillos en el aire más grandes que el de los Templarios.

Qué se ha hecho hasta ahora

Los grandes empresarios de la comarca berciana fueron quienes sugirieron a Merayo que apostase por el modelo que más rentable les resultaría, el de hacer del Cylog un depósito en tránsito aduanero y conectarlo con el Corredor Atlántico. ¿Por qué? Porque depósito en tránsito aduanero viene a ser una especie de zona franca de mercancías, o almacén, en el que se dejarían las materias primas que necesitan importar estas industrias pero por las que no pagarían impuestos hasta que las retirasen. Y porque estar en el Corredor Atlántico supone no solo abrir la puerta a subvenciones europeas de fomento, para obras de conexión como el arreglo del cuello de botella ferroviario del Manzanal o el billete único europeo para que los trenes de mercancías lleguen más rápido del Bierzo a grandes capitales europeas como Francia o Alemania, y viceversa. Cada día que pasa es dinero, y reducir costes hace a las empresas más competitivas.

Para que un centro logístico funcione tiene que haber flujo de mercancías y un polo industrial, que en Ponferrada “lo hay, pequeño pero lo hay”, asevera Merayo, que asegura que por la capital del Bierzo pasan cada año más de un millón de toneladas y de la producción industrial de la comarca se exporta el 80 por ciento fuera de España.

¿Qué sería necesario para poner en marcha, aunque fuera, una primera fase modesta?: deshacer el “atasco administrativo”, negociar con Renfe la cesión de la playa de vías de La Placa y hacer los accesos. “Una obra acorde a la realidad”, manifiesta Merayo, que rondaría la inversión inicial de entre 8 y 10 millones de euros, que si se pide con cargo a los fondos covid, “que tiene encaje totalmente porque reduciría de manera muy importante la huella de carbono”, estaría subvencionada al 75 por ciento. “El momento de hacerlo es ahora. De lo contrario será culpa del Ayuntamiento, de la Junta de Castilla y León y de la Diputación de León. El Bierzo se está muriendo y lo están dejando morir”, zanja.

Lo cierto es que el impulso berciano, con la ayuda inestimable de Galicia, consiguió in extremis que el trazado del Corredor Atlántico pase por Ponferrada. Pero entonces llegaron las elecciones, el PP decidió no mantener a Merayo como candidata por la lista popular sino poner a Marco Morala, y en las urnas se decidió un cambio de Gobierno municipal que lidera el PSOE junto a Podemos y Coalición por El Bierzo.

Los Gobiernos socialistas cogen el relevo

Los Gobiernos socialistas, nacional, de la Diputación, y del Consistorio berciano, cogieron el relevo del proyecto en las últimas elecciones nacionales y municipales y, aunque sin grandes avances, algún paso se ha dado porque para el actual regidor de Ponferrada, Olegario Ramón, “si el proyecto es justo se ha de dar. No creo en el concepto clientelar de la política porque haya Gobiernos del PSOE”.

Adif habría cedido ya el uso de la playa de vías, para el que se ha pedido una subvención de 800.000 euros a Europa para redactar el proyecto para crear un apartadero de trenes, y se trabaja con la Junta para convertir la terminal de mercancías de Ponferrada en un “aparcamiento seguro”.

“El Cylog tiene potencial”, subraya Ramón. Se encuentra en el área estratégica de influencia de los puertos de Marín, A Coruña y Vigo. “Hemos tenido que movernos y movernos muy rápido. Vamos a seguir trabajando para convertirlo en una plataforma de transporte intermodal”, se comprometió con este medio. Y más rápido habrá que moverse para que alguno de los proyectos se haga realidad y no se pierda la oportunidad que ofrecen las partidas de rescate por la pandemia de coronavirus para hacerlo. De lo contrario, veremos cómo se levantan macroparques eólicos y solares en Europa con subvenciones y se deja escapar otra oportunidad para la comarca del Bierzo y, por ende, la provincia de León.

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