Promonumenta colabora con los nuevos vecinos que reviven Carracedo de Compludo

Los participantes. / Chema Vicente

El pasado sábado 6 de noviembre un grupo de veinte voluntarios de Promonumenta se desplazaron a la localidad berciana de Carracedo de Compludo, a cinco kilómetros de la famosa herrería y localidad de Compludo, para realizar una hacendera consistente en la limpieza interior de la iglesia y en el desbroce y adecuación de los accesos y perímetro del cementerio, todo a requerimiento de los nuevos vecinos del pueblo.

Carracedo de Compludo es una bella localidad que actualmente pertenece al municipio de Ponferrada y que antes lo era del de Salas de los Barrios, emplazada en un valle donde se hallan las cascadas con mayor desnivel del Bierzo en 'El Gualtón'.

Pero este bellísimo paraje, que sufrió por su casi incomunicación a sus 1.144 metros de altitud el abandon vecinal en la década de los setenta del pasado siglo, años más tarde fue repoblado por pastores de grandes rebaños ovinos, seguidos por algunos antiguos habitantes y gentes nuevas que completaron los trece habitantes permanentes que hoy tiene, además de otros tantos temporales y de fin de semana.

Consecuencia de haber sufrido esta despoblación temporal es el abandono por parte de las administraciones en el que hoy se halla: carretera mal conservada, carencia de luz eléctrica, que, producida por unas placas fotovoltaicas instaladas por el Ayuntamiento de Ponferrada, hace mucho tiempo que están fuera de servicio por haberse estropeado los acumuladores y no existir administración que se haga cargo de ellas, ni siquiera el Ayuntamiento.

Cada vecino se apaña como puede, con placas individuales, con motogeneradores... o con velas, algo que Promonumenta considera “vergonzoso para el año 2021”. De ahí que promoviera el apoyo para adecentar la iglesia, oscura y sin instalación eléctrica, para lo que se tuvo que conseguir un motogenerador.

Con total apoyo de los vecinos, se procedió a adecentar el interior de la iglesia, la cual fue desacralizada y se halla abandonada desde que marcharon los iniciales vecinos del pueblo. Su estado estructural y su cubierta, sin embargo, se hallan en buen estado gracias a pequeñas labores de mantenimiento ejecutadas por los habitantes actuales.

La tarea no fue fácil, y aun requerirá una segunda vuelta, pues los retablos, los bancos, algunas imágenes -la mayoría fueron depositadas en su día en la iglesia de San Antonio de Ponferrada-, el entarimado de madera y demás enseres se hallaban literalmente cubiertas por excrementos de pájaros que anidan y revolotean en su interior -en esta misma fecha los vecinos se disponían a colocar mallas para impedir su entrada-.

De esta manera el retablo central, fechado en 1689 y afeado con repintes en 1906, un retablillo lateral barroco, la curiosa pila bautismal, posiblemente de época renacentista, y los bancos de la iglesia quedaron casi listos para revista.

Ahora Promonumenta ayudará a los vecinos para encontrar una utilidad diggna a este templo, que todavía es propiedad del Obispado de Astorga.

En el cementerio

Como en otras hacenderas, se desbrozó todo el perímetro exterior del pequeño cementerio, dejando su valla al descubierto, y lo mismo se hizo con el camino de acceso, dejando todo dispuesto para que los vecinos actuales y los emigrados que aquí se acercan por la fiesta de Todos los Santos puedan hacerlo sin impedimentos.

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