El lado oscuro de las fiestas de San Juan y San Pedro de León capital

La Catedral de León al fondo, los restos de la fiesta en primer término.

Toda fiesta llevada al exceso tiene las más de las veces una cara divertida y, en ocasiones, alguna que no es tan positiva cuando la fiesta pasa. Y eso se puede comprobar muchas de las noches principales de las fiestas de San Juan y San Pedro que se celebran en la capital leonesa a tenor del panorama de residuos que quedan en puntos patrimonial y turísticamente muy valiosos del Casco Histórico de la ciudad.

Este año, quizá en mayor medida tras la liberación que ha supuesto el fin de la práctica totalidad de las restricciones por la pandemia sanitaria, la diversión ha regresado por todo lo alto a la mayoría de los eventos programadas. En concreto, los conciertos nocturnos están cosechando otra vez un altísimo grado de afluencia.

Más en detalle, la celebración este pasado fin de semana del llamado 'Día de peñas', instaurado apenas hace seis años en la capital, se alargó de la jornada del sábado hasta la mañana del domingo con fiestas hasta horas intempestivas y descontrolado jolgorio en la práctica totalidad de las calles del Casco Histórico.

La costumbre cada vez más arraigada y generalizada del botellón, el consumo descontrolado en plena vía pública de bebidas de todo tipo -no sólo alcohólicas- no adquiridas en establecimientos hosteleros, deja un rastro de madrugada de abundante suciedad y desperdicios.

Por toneladas se han podido contar muchas noches los restos de botellas de plástico y vidrio, así como bolsas, en puntos tan sensibles como la Catedral de León o la Plaza Mayor.

Algo que evidencian imágenes como las que acompañan a esta información. La cosa no es exclusiva de la noche de San Juan ni del paseo fluvial del río Bernesga, aunque también aquí la masiva afluencia sobre todo juvenil se convierte en un problema de salubridad. Este año, por ejemplo, las brigadas municipales de limpieza cuantificaron el material de residuos recogidos en más de 7 toneladas, por encima de los 7.000 kilos.

Nadie ha medido lo que queda tras un evento musical en el Casco Histórico, por ejemplo, en la Plaza Mayor, algunos puntos del Barrio Húmedo o en los aledaños de la Catedral, pero la suma de más de una noche de excesos bien podría rondar cifras similares.

Todo ello da muy buena muestra de la ingente labor que realizan cada una de esas noches de 'resaca' de la fiesta los trabajadores de limpieza del municipio leonés, dado que cuando amanece nada nueva jornada, y a pesar de que en esta época del año lo hace muy temprano, es raro el día en el que los más madrugadores pueden comprobar todavía el escenario caótico de la noche anterior.

Etiquetas
stats