El alcalde de León saca adelante la total peatonalización de Ordoño II que querían 'tumbar' PP y Cs tras hacerla carretera

El alcalde de León ante la semipeatonalización de la avenida Ordoño II de León tras su victoria electoral, en la que prometió la peatonalización completa. / Carlos S. Campillo / ICAL

C.J. Domínguez

El Ayuntamiento de León rechazó en el Pleno celebrado este lunes la moción presentada por el Partido Popular y Ciudadanos para forzar la paralización del proyecto la total peatonalización de la avenida de Ordoño II y la calle Alcázar de Toledo en el centro de la capital leonesa, un proyecto de transformación que el equipo de Gobierno de gobierno insiste en impulsar ahora con un coste cercano a los 480.000 euros.

La paralización de este proyecto se rechazó finalmente, tras más de dos horas de debate en la primera sesión casi presencial tras la pandemia del coronavirus, gracias al voto de calidad del alcalde, José Antonio Diez, tras producirse un empate en la votación de 13 votos a favor y 13 votos en contra. De manera que el proyecto seguirá adelante y eso a pesar de los más o menos velados avisos de la derecha de que podría encontrarse con la oposición de un tribunal si alguien decide judicialirlo, argumento que PP y Ciudadanos compartieron en sus exposiciones.

Como recordaron los portavoces tanto del Grupo Socialista como de UPL, los impulsores de este intento político de frenar la paralización completa de la céntricas vías, PP y Ciudadanos, fueron quienes aprobaron en solitario y finalmente ejecutaron la anterior reforma el año pasado de esta misma avenida, con un coste de 429.000 euros, retirando los adoquines y sustituyéndolos por asfalto, dejando un nuevo aspecto de urbanización pero también de carretera. El nuevo proyecto, remarcaron éstos, se elevaría ahora a unos 580.000 euros.

El concejal de Movilidad del equipo de Gobierno, Vicente Canuria, señaló que estos trabajos tienen el objetivo de “ampliar el espacio para el disfrute de los leoneses, reducir la contaminación, mejorar la calidad de vida, garantizar la seguridad de los peatones y, al mismo tiempo, configurar una vía peatonal que en la actualidad presenta el aspecto de una carretera, más propia de la España del desarrollismo de los años 60 y no de una vía moderna y europea”.

El edil destacó que esta peatonalización “no afecta ni añade problemas al tráfico de la ciudad”, algo que señaló que se ha comprobado desde el mes de agosto, cuando se produjo la semipeatonalización de la avenida, y también “durante las obras ejecutadas durante el mandato anterior”. Además, “el proyecto, que es correcto y positivo, ha sido examinado y desarrollado por los técnicos municipales”, añadió.

Canuria también agradeció el apoyo de los grupos UPL y Podemos-Equo a “esta necesaria obra de modernización de la ciudad de León que nos acerca un poco más a esa ciudad grande y contemporánea que todos queremos”.

El exalcalde responsable del proyecto anterior, Antonio Silván, ahora en la oposición, insistía en la “inoportunidad” del nuevo proyecto, resumido en su 'slogan' que rezaba “Ordoño, ahora, no”, remarcó una y otra vez, confrontándolo con las necesidades sociales y económicas que a su entender León tiene ahora a causa de la pandemia sanitaria y sus efectos.

El exregidor tildó el proyecto de “insolidario, temerario e irresponsable” y sorprendió pidiendo que todo el dinero se destinase a un fondo que, junto a dinero de la Diputación, facilitara bonos de 100 euros para “que los sanitarios vengan a León” de turismo tras su esfuerzo en la crisis sanitaria del coronavirus, pernoctando un mínimo de tres noches. Ni a valorarlo entraron los demás grupos.

Desde Ciudadanos, Carlos González Antón censuró la “clandestinidad” del proyecto junto a su falta de oportunidad y, sobre todo, errores técnicos y administrativos que advirtió que serían no solo un escollo que podría ser jurídico sino que tampoco justifica el elevado coste de la obra. Eso y que denunció que el proyecto “es un corta-pega” de otros “proyectos frustrados”, amén de considerar que “este proyecto es la manifestación de un fracaso de todos”.

Por UPL, su portavoz, Eduardo López Sendino, puso el retrovisor y recordó que Silván defendió y pudo haber apostado por la peatonalización y el espacio para bicis y otros vehículos, pero se plegó en el pasado mandato a un Ciudadanos que en esto, como en otras cosas, dijo, fue “como una veleta”. “Dilapidar 429.000 euros en hacer una carretera general y con el dudoso gusto de unas jardineras 'del chino'” si que fue “despilfarrar”, defendió el leonesista. Por lo que justificó su apoyo a una “obra necesaria para la ciudad, el comercio y la hostelería”, y porque, además, se recogía en su programa electoral, como el del PSOE.

Por último, el socio de Gobierno de Podemos-Equo, Nicanor Pastrana, resumió su apoyo en que “ahora más que nunca León necesita sacudirse la parálisis de la Covid”, porque “las necesidades de los más vulnerables y los sectores económicos” ya están previstas para ser cubiertas. Y respecto a su controvertido diseño de colores, reivindicó ese aspecto elegido que incluso defendió como una “marca propia” en una ciudad conocida por las vidrieras de su Catedral, los colores del Musac o el Palacio de Exposiciones.

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