Carrasconte sigue ejerciendo la misma atracción que desde hace siglos

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Luis Álvarez / Laciana

La romería del Santuario de Nuestra Señora de Carrasconte concentró hoy, un año más, a miles de peregrinos y romeros en sus inmediaciones, ejerciendo su papel de aglutinador de las comarcas de Babia y Laciana, más que de divisor, como lo hace la Carta Puebla de Laciana (siglo XIII), que sitúa frente a su puerta norte el límite por el este para Laciana y por el oeste para Babia.

Y es que este documento histórico de 1.270, coloca el límite de ambas comarcas en la llamada “piedra furada”, que se encuentra frente a la salida de la puerta norte del Santuario, cortándolo por tanto en dos mitades, la una de Babia (Ayuntamiento de Cabrillanes), la del este, y la otra de Laciana (Ayuntamiento de Villablino), la del oeste.

Esta tierra compartida, cada 15 de agosto se convierte en el imán que atrae hacia si a sus convecinos de ambos límites geográficos, pero no sólo los de naciente y poniente, también a los del norte (Somiedo) y a los del sur (Omaña).

A 7 grados de frescor

Pese a lo fresco de la mañana, a las nueve y media aún marcaba el termómetro 7 grados centígrados, el discurrir de romeros fue constante desde primeras horas. Caminando, en bicicleta, a caballo, en moto, en coche o en autobús, cualquier medio es bueno para sumarse la riada continua que fue llegando al santuario.

Las costumbres han cambiando, ahora ya no se ve a los grupos familiares o de conocidos, que llegaban con las viandas para después de la visita religiosa aposentarse en cualquier pradería, para comer de campo, tomar café y si aún quedaban ganas echar un baile en la tarde antes de regresar a casa.

Ahora todo es más rápido, casi con prisa, como lo es el discurrir de la vida en general. Se llega y se hace cola para entrar a la ermita a los servicios religiosos, se hace cola para sacar un tiquet y tomar un café, un refresco o unos fixuelos con chocolate. Se hace cola para comprar en cualquiera de múltiples tenderetes de mercaderías y por último se hace cola para montar en el autobús de regreso a casa. Porque los romeros de ahora cumplen con el rito y en tres o cuatro horas están de vuelta en casa.

Unos romeros que acuden a dos romerías, una religiosa y otra profana al díos Mercurio (del comercio). Pues aquí se pueden comprar o vender productos variados de la tierra, de tierras próximas e incluso exóticos. E incluso se puede mejorar nuestra dicción castellana. Escuchando, por ejemplo, a una mujer que después de comprarle un artilugio contestaba “aquí tiene el vuelto”, ofreciendo el dinero sobrante de la compra. “Aquí decimos 'las vueltas'”, se le contesbaba, lo que acogía con una sonrisa.

Exhibición Nacional de Entibadores Mineros

Era la segunda cita más concurrida del día, con recepción oficial, ofrenda en el Monumento al Minero y desfile hasta el lugar de concurso en el antiguo mercado de ganados, fue la del concurso exhibición de entibadores mineros, que contó con presencia de asturianos de Cangas del Nancea y Tineo, palentinos de Guardo y leoneses, de Bembibre y locales de Babia y Laciana.

Sólo 10 parejas de entibadores participaron en la prueba, lejos ya de las decenas de años atrás. Y es que esta es otra especie en peligro de extinción, la de los mineros. A este paso quedará la zona también en esto como reserva biológica y social de España. Al oso pardo, el urogallo, el lobo o el desmán, ahora se unen los mineros y pronto se podrán sumar los “paisanos”, los de la tierra. Ahora como ya solo es exhibición y no concurso, aunque puntúan los trabajos de los participantes, no se proclaman ganadores y solo se les hace un reconocimiento a todos por su asistencia.

El jueves arranca la IV Xamascada Valle de Laciana que durante tres días animará las calles centrales de Villablino, con la destreza de los patinadores.

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