Investigan al cura de un hospital de Valladolid por derivar a la parroquia parte de la herencia de una feligresa

Hospital Clínico de Valladolid.

Laura Galaup / Ángel Villascusa / elDiariocyL.es

La justicia investiga por un presunto delito de estafa al capellán del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV) después de que una anciana cediese a una parroquia, de la que también es presbítero el denunciado, parte de su herencia cinco días antes de su muerte y el cura vendiese dos inmuebles de ese patrimonio 72 horas antes del deceso. El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid también está analizando los movimientos bancarios que se realizaron en esas fechas en la cuenta de la fallecida, según informa elDiariocyL.es.

Los sobrinos de la anciana iniciaron un procedimiento judicial contra el cura, que fue sobreseído en primera instancia. Ambos recurrieron a la Audiencia Provincial de Valladolid que, el pasado junio, les dio la razón al considerar “prematuro” el archivo y pidió al juzgado que indagara quién transfirió y sacó dinero de las cuentas de la anciana el día de su muerte y la víspera. También ordenó citar como investigado al cura y a varios testigos. Estas comparecencias ya han tenido lugar y la causa sigue instruyéndose, informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Los jueces de la Sección Segunda estimaron que el hecho de que la anciana hubiera otorgado un poder notarial al cura no excluía la “posibilidad” de la estafa denunciada por sus familiares, tal y como apuntó la Fiscalía al adherirse al recurso de los sobrinos, que alegaron que el demandado se aprovechó “del estado de debilidad y extenuación” en el que se encontraba su tía, “a partir de su ingreso en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV), aquejada de metástasis y con fuertes dolores”.

Por su parte el denunciado indica, en declaraciones a elDiario.es, que las cesiones “se firmaron delante de [un] notario” y que la demanda es “una rabieta de soberbia” de los sobrinos, “basándose en mentiras”. Asimismo, reseña que él se convirtió en “apoderado” de la señora “en el hospital”, “al final, cuando ella no podía ya resolver sus temas, para buscar la residencia” de ancianos. El capellán asegura que se ocupó de “todo” y niega haberse aprovechado. “[Ella] estaba perfectamente bien antes de su muerte. Sí, dicen que me aproveché, pero es mentira”, remata. La defensa de los denunciantes ha rechazado realizar declaraciones a esta redacción.

Los demandantes alegan que el cura “consiguió” que la anciana, “el día 13 de enero de 2020 (cinco días antes de su muerte) otorgara testamento en el que, entre otras disposiciones, instituía heredera de parte de su herencia a la parroquia de San Ignacio de Loyola de Valladolid [donde también trabaja el capellán demandado], consiguiendo así mismo que otorgara a su favor un poder”, “y que el día 15 de enero de 2020, valiéndose de dicho poder, el referido denunciado vendió dos inmuebles” que en su testamento la anciana “legaba a sus sobrinos”, según contempla el auto emitido por la Audiencia Provincial de Valladolid el 2 de junio.

Los movimientos bancarios realizados con los ahorros de la señora pocos días antes de su muerte, es otro de los asuntos sobre los que se tendrá que posicionar el juzgado. “Se ha aportado un documento bancario en el que se reflejan operaciones que, habida cuenta el estado de salud en el que debía encontrarse” la anciana “en las fechas en las se hicieron, no podrían haber sido realizadas por ella”, destaca el tribunal el auto.

El cura reconoce una disposición en efectivo de 14.000 euros

El capellán reconoce en declaraciones a esta redacción la disposición de 14.000 euros. Sin embargo, en la resolución emitida en junio por la Audiencia Provincial de Valladolid se citan otras cantidades. En el escrito judicial se alude a dos disposiciones en efectivo de 3.000 euros cada una, realizadas un día antes del fallecimiento y el mismo día del deceso. La jornada en la que falleció la anciana, también “se realizó una transferencia de 8.032 euros a favor de la parroquia de la que era presbítero” el denunciado, añade el auto. Ante estos hechos, el tribunal determina que “es necesario” conocer quién realizó los movimientos bancarios y la retirada de dinero en efectivo.

La anciana hizo al sacerdote apoderado de sus bienes en el Hospital Clínico Universitario —según la conversación mantenida con el cura por elDiario.es— unos días antes de su muerte “porque quería dejar las cosas resueltas y no tenía con quién”. Entre estas operaciones, estaba “la venta de un local que llevaba meses preparada a falta de la firma”. Una vez nombrado apoderado, vendió el inmueble por 14.000 euros, según su relato. El capellán reconoce que “ingresó el cheque” con esa cantidad y sacó el dinero “de la cuenta de ella” para realizar una reforma del “suelo de la capilla”. “Era lo que ella quería”, insiste, “decía que hacía mucho frío y que ella lo iba a pagar”. Las obras se realizaron tras el fallecimiento de la anciana.

Según el cura, la feligresa era habitual de su parroquia e incluso llegó a tener un puesto como ministra de la comunión, una dispensa que tienen los curas para seleccionar a laicos que puedan distribuir la comunión en las misas. “Los sobrinos se agarran a todo y dicen que yo hice eso para ganármela. Yo no tenía que ganármela en nada. En la iglesia eran más que yo. Yo llegaba nuevo”, relata.

La anciana vivía en una residencia de mayores

La mujer era usuaria de la residencia de ancianos, y según el capellán, decidió concederle la gestión de sus propiedades porque en Valladolid no vivía nadie de su familia que le pudiese ayudar con los trámites de los cambios de domicilio. “Me nombró apoderado porque quería dejar las cosas resueltas y no tenía con quién. La única persona de confianza que tenía era yo”, relata.

El capellán del hospital, que también es párroco de la iglesia de San Ignacio de Loyola en el barrio de Pajarillos de Valladolid, sostiene que la mujer había tomado la decisión de ceder sus bienes a la parroquia desde hacía años. “Lo tenía pensado desde que yo llegué a la parroquia en septiembre [de] 2018. Ahí ya manifestó el interés”.

En relación a la cesión de parte de la herencia y la venta de un par de propiedades a escasos días del fallecimiento, el cura se defiende: “Ella quería deshacerse de un localito, de una tienda pequeña que no vale nada en la barriada 29 de octubre, venderlo y donar el dinero a la parroquia. Pero yo le daba largas para ver si lo podía hacer ella”. Según su relato, por la venta del inmueble se consiguieron 14.000 euros, que fueron a pagar obras en la iglesia.

La abogada de los sobrinos rechaza realizar declaraciones. Por su parte, en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid no tienen constancia “de los hechos ni de la denuncia”, apuntan desde su departamento de prensa. “La decisión de apartarlo o no, en el momento en que haya sentencia, deberá tomarla la Archidiócesis de Valladolid”, añaden estas fuentes.

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