La fundación que dirigía el consejero de Cultura elude informar sobre sus pagos e incumple la Ley de Transparencia

Gonzalo Santonja (derecha) y Alfonso Fernández Mañueco, en la presentación de un libro de tauromaquia escrito por el primero. // Miriam Chacón / ICAL

Laura Cornejo / elDiariocyl

El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, una fundación pública presidida por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León —y con varios ayuntamientos y diputaciones que la financian íntegramente junto al gobierno autonómico—, incumple la Ley de Transparencia y no facilita la información requerida por elDiario.es. El pasado 29 de abril, este diario solicitó a través del Portal de Transparencia de la Junta que se precisase qué pagos se le habían hecho al que fue director del Instituto y hoy es consejero de Cultura por Vox, Gonzalo Santonja, así como a su SL.

El pasado 20 de junio la Consejería de la Presidencia determinó en la resolución parcial que esa solicitud “es competencia de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, quien dispone de la información en relación con los pagos que haya realizado el Instituto de la Lengua desde el año 2002 hasta la actualidad a Gonzalo Santonja Gómez-Agero, así como los conceptos y todos los pagos que haya realizado el Instituto de la Lengua desde el año 2002 hasta la actualidad a Monbrun SL y resulta ser también sujeto obligado” de la Ley de Transparencia y Buen Gobierno. Desde el momento en que se notificó a la redactora que su solicitud se había estimado, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua disponía de un mes para proporcionar la información, algo que no ha ocurrido.

Tal y como publicó elDiario.es, desde que se nombró a Santonja director del Instituto se le dio una comisión de servicios en la Consejería de Educación y Cultura —era profesor en la Universidad Complutense de Madrid— que en realidad camuflaba su sueldo en la Fundación, que reflejaba en sus presupuestos que el director carecía de salario. Aparentemente Santonja dirigía la Fundación por amor al español, pero en realidad cobraba. La comisión de servicios es un nombramiento de carácter temporal mediante el que un funcionario desempeña puestos o funciones especiales distintas a las específicas del puesto de trabajo al que había sido adscrito. Pero para Santonja no fue temporal: se fue prorrogando desde 2002 hasta 2013. Después de esa comisión de servicios, Santonja consiguió que la Fundación que él mismo dirigía contratase sus servicios como catedrático de la Complutense para asesorarse así mismo y cobrar de ese modo los mismos 16.000 euros que antes le pagaba la Fundación a través de su SL y que desde ese momento se pagaba a la Universidad y esta a él.

Aun cobrando un sueldo de funcionario que rondaba los 50.000 euros anuales, Santonja consiguió que la Fundación le aprobase unos “honorarios” de 16.000 euros por su labor como director que facturó a través de la mercantil Monbrún SL, de la que es administrador único. De esa manera cobró dos sueldos públicos, este segundo solo conocido por el Patronato.

La situación era irregular puesto que la Ley de Función Pública prohíbe cobrar dos sueldos. Pero además, Santonja facturó a la Fundación por otros servicios, como la maquetación e ilustración de libros, incluso utilizando imágenes que ni elaboró ni compró. Es el caso de un libro sobre Mariano José de Larra para el que usó una imagen de la Biblioteca Nacional de acceso gratuito siempre que se cite su procedencia. ElDiario.es ha tenido acceso a alguna de esas facturas pero no a todas y por lo tanto no se puede saber ni cuánto facturó a la Fundación ni durante cuantos años se le aprobó un salario oculto, y esa es la información que la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, presidida por la Consejería de Cultura y que ahora dirige el propio Santonja, no facilita contraviniendo tanto la orden de Presidencia como la Ley de Transparencia y Buen Gobierno.

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