Ignacio Rosell, del Comité de Expertos de Sanidad: “¿Nuestra desescalada es más lenta? Sí. Y más prudente”

Ignacio Rosell, secretario del Comité de Expertos de la Consejería de Sanidad de Castilla y León.

Ángel Villascusa / eldiariocyl.es

Al contrario de lo que sucede en otras Comunidades Autónomas, parece que Castilla y León tiene menos prisa para avanzar en la desescalada. La Comunidad Autónoma sorprendió al plantear un desconfinamiento por zonas de salud en lugar de por provincias. Y por no incluir a ninguna capital ni ciudad mediana entre las propuestas. Buena parte de esta estrategia depende de Ignacio Rosell, especialista en medicina preventiva, y secretario del Comité de Expertos de la Consejería de Sanidad de Castilla y León, con el que ha hablado eldiariocyl.es.

Cuando uno mira el mapa del desconfinamiento en España rápidamente llama la atención Castilla y León ¿En qué se basaron para hacer una desescalada por Zonas Básicas de Salud y no por provincias?

Pensábamos que eran zonas pequeñas y fácilmente controlables. Esto nos parecía determinante. ¿Por qué? Castilla y León tiene 247 zonas básicas de Salud. Esto hace que las áreas rurales sean muy manejables, porque en muchos lugares solo hay una carretera de entrada y una de salida. Además, como cada zona depende de un único centro de salud, la población tiene claro dónde empieza y termina su zona. También creemos que facilita la concienciación: los vecinos saben que sus acciones pueden tener consecuencias en un territorio concreto. Así logramos que los ciudadanos y las instituciones locales se impliquen más.

Algunas Comunidades como la Valenciana, han utilizado una fórmula similar, pero la mayoría ha preferido la provincia. ¿Por qué no se ha extendido este modelo?

Desde el Ministerio de Sanidad nos dijeron que la desescalada tenía que hacerse por provincias, pero es verdad que la Comunidad Valenciana y Catalunya también propusieron hacerla por zonas de salud. Al final nadie nos contradijo, aunque sí se sorprendieron cuando les explicamos que eran 247. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, hace un planteamiento global: o todo o nada. Aunque sea una única zona sanitaria, a lo mejor podrían haber desescalado algunos municipios, pero no lo han planteado así. Si nosotros hubiésemos hecho un planteamiento por provincias tendríamos complicado avanzar. Además, las zonas rurales tenían, por lo general, menos casos, así que hemos logrado que por una vez la España Vaciada tuviera una ventaja.

En la primera fase de la desescalada sólo 53.000 castellanos y leoneses cambiaron de fase. Existe la percepción de que la Comunidad va más lenta que otros territorios ¿es cierto?

A lo mejor es que somos muy rigurosos. Hay quien ha pedido desescalar con indicadores que a nosotros nos parecen menos razonables. ¿Nuestra desescalada es más lenta? Sí. Y más prudente. No sabría decir si la más prudente de todas o más que la gran mayoría. Es verdad que hay zonas de España con menos incidencia y puede considerarse que estaban en una situación que les permitía avanzar más rápido. Nosotros estamos siendo muy prudentes y la prudencia lleva aparejada esa lentitud.

¿Están acertando?

Creo que sí. Es difícil ser prudente en la carretera a 200 km por hora. Como digo, puede que estemos siendo demasiado lentos. O puede que seamos quienes están acertando. Estaríamos encantados de equivocarnos. Lo peor sería que dentro de unas semanas el resto de territorios diga: “Castilla y León tenía razón” y empiecen a volver para atrás. No queremos tener razón, queremos hacerlo bien.

Además de la Zona Básica de Salud, la Consejería ha hecho público un criterio propio para la desescalada. Tres PCR positivos por cada 10.000 habitantes en 14 días y un positivo en los últimos 7. ¿De dónde sale?

Es nuestro criterio fundamental. Las Comunidades no tenemos un estándar, el único que nos ha dado el Ministerio de Sanidad es el de 1,5 camas de UCI por cada 10.000 habitantes y 37 camas de hospital para el mismo volumen de población. Hubiéramos querido que el Ministerio estableciese un criterio único como el de 20 casos por cada 100.000 habitantes que han propuesto algunos autores y epidemiólogos. Al no existir un criterio común, y teniendo en cuenta que nuestra incidencia es bastante más alta que en otros lugares, presentamos esta propuesta al Comité de Expertos de la Comunidad y nos pareció que seguir adelante con ella era lo más razonable.

Conforme se avance en la desescalada (también si los ciudadanos no cumplen) va a haber más flujo entre Madrid y las provincias de Castilla y León. ¿Qué reflejo ha tenido hasta ahora la cercanía y cómo se va a controlar en el futuro?

La cercanía con Madrid, como uno de los grandes foco de contagios del país, ha tenido un impacto en las dos Castillas. Madrid ha tenido influencia, sí, pero no es el único factor, porque Soria, por ejemplo, una provincia bastante afectada, no está tan cerca de esa Comunidad Autónoma. Y en el futuro, evidentemente el control de la movilidad va a suponer un reto difícil, pero necesario. Es fundamental que durante un tiempo no haya movimientos que no sean razonables y que quienes se muevan de una a otra provincia lo hagan con unos supuestos como sucede ahora.

¿Cuándo será posible la movilidad entre Zonas Básicas de la Comunidad?

Habrá movilidad entre zonas cuando todo el área esté desescalada. El problema es que el plan del Gobierno hablaba de movilidad dentro de una provincia y nosotros estamos haciendo el cambio de fase por zonas de salud, así que tenemos que interpretar que nuestras zonas básicas son como provincias en miniatura. De momento no puedes ir a otra zona, aunque sea de tu misma provincia, y no se podrá hasta que toda ella esté en la misma fase.

Ponferrada ha sido propuesta para pasar de fase. Es la primera gran ciudad de la Comunidad que puede avanzar. [El Ministerio de Sanidad aprobó este viernes el pase]

Hemos propuesto Ponferrada porque tiene unas características interesantes que ahora mismo no se dan en otras ciudades de Castilla y León. Las cuatro zonas básicas de salud de Ponferrada, más las siete zonas básicas de El Bierzo cumplen con los criterios de PCR por cada 10.000 habitantes. Así que como se da la circunstancia de que las cuatro áreas de la ciudad cumplen, hemos propuesto al Ministerio que Ponferrada pueda avanzar.

¿Y cuándo cree que desescalarán otras ciudades y capitales de provincia?

Es pronto todavía. El problema de las ciudades es que si cumple un barrio pero no otro, no podemos desescalar de manera separada. Es implanteable. En las ciudades hemos decidido que la desescalada se haga por término municipal y no por zona básica, pero para iniciarla sí tendremos en cuenta la situación en todas las zonas de salud del municipio. Es decir, cuando todas las zonas de una ciudad cumplan, podremos plantear la desescalada conjunta. No podemos dejar de desescalar una ciudad porque una sola zona básica tiene más casos, y tampoco proponer el cambio de fase si la mitad de las zonas de un municipio cumple con los criterios y la otra no. En estos casos tendremos que evaluar si son casos de transmisión comunitarias¡ o están concentrados por que hay una residencia de ancianos.

¿Alguna fecha aproximada?

De momento, más allá de Ponferrada, no hay ninguna ciudad que esté cerca de cumplir con los criterios. No me atrevo a decirlo, podemos estar en buen camino, pero tenemos tan poca protección contra el virus, más allá de la distancia física y el lavado de manos, o el uso de mascarillas para no contagiar a los demás, que cualquier cosa puede provocar un desequilibrio. Si la gente se confía, o se empieza a manifestarse como en el Barrio de Salamanca de Madrid podemos tener más casos. Si la gente levanta la guardia a lo mejor cuesta más. Es importante que hagamos un llamamiento a la prudencia. No vale quejarse por el número de casos y luego salir a a manifestarse a 15 centímetros.

El estudio de seroprevalencia concluyó que Castilla y León tiene alrededor de un 15% de personas que han pasado la enfermedad ¿Es una buena o mala noticia?

No es ni buena ni mala noticia. Sería muy buena si observásemos que más del 70% de la población ha pasado el virus, porque estaríamos hablando de que podríamos alcanzar la inmunidad colectiva o el efecto rebaño. Es decir, que alguien con el virus no puede seguir transmitiendo porque la inmensa mayoría que le rodea es inmune. Para esto hace falta un 70 u 80% de población. Así que tan lejos estás cuando tienes un 5% que cuando tienes un 15%. Estamos casi tan lejos del efecto deseado que no supone ninguna ventaja. Quizá lo único bueno es que vemos que habiendo un porcentaje mayor de infectados, la letalidad no ha sido tan alta para el número de infectados que hemos tenido. Podemos concluir que el sistema sanitario ha respondido bien.

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