León capital, a toda caña y de buen café con el primer escalón de la desescalada

Pocas mascarillas en las terrazas en el primer día de la fase 1 de la desesacalada.

ileon.com / Miriam Badiola / ICAL

“Llevamos planeando tomar este café desde que el Gobierno anunció que habría fases para la desescalada”. Esta es una de las frases más repetidas durante la mañana de hoy en León, donde, tras meses de parón, las terrazas de los bares volvieron a salir a las calles para celebrar el paso de la ciudad a fase 1.

Cañas y cafés pusieron esta mañana el sabor de la escalada de la recuperación de la normalidad que sitúa a los bares en los 'lugares de culto' favoritos de los leoneses. Por eso, y ante la apertura de un buen número de establecimientos, a pesar de la ausencia de turistas, las principales plazas de León bullían desde primera hora de leoneses ansiosos de volver a degustar el fin del confinamiento. Y eso a pesar de que aún están vigentes las franjas horarias o que son obligatorias las mascarillas si no se puede respetar la distancia interpersonal de 2 metros.

Ha sido un primer día de “vuelta a una normalidad un poco extraña”, que Tomás Cañón vive en la terraza de su negocio, León Antiguo, en pleno barrio Romántico de la ciudad. “Este es un primer paso que hemos dado, imagino que a medida que pase el tiempo la gente se irá confiando e irá saliendo un poco más”, reconoce.

Así lo señala en una primera jornada en la que ha notado “que viene mucha menos gente”, especialmente en horario de mañana. “Se sigue notando el teletrabajo que hace que estemos más limitados”.

Para la apertura en este lunes , llevó a cabo una separación de la terraza “con más metros de los que pedían, con desinfección y poco más”. “Tengo la esperanza de que el turismo interior nos ayude y haya afluencia suficiente para salvar la temporada” en una situación en la que “va a costar salir adelante” y que, “si pasara otra vez, supondría la ruina de todos y la puntilla definitiva”.

Sus clientes, Diana, Román y Patricia comparten café mientras cuentan que se encontraban “con muchas ganas de volver a salir a las terrazas después de casi tres meses en casa y sin saber ya qué hacer”, y más después de “ver cómo la gente de los pueblos ya podía salir y los de León ciudad nada”, aunque “con menos gente de la que esperábamos en los bares”.

Un sentimiento generalizado, que también comparte María, que pasea en plena calle Ancha a la espera de encontrarse con su pareja para ir a desayunar a una terraza. “Yo soy de un pueblo de León y mis amigos llevan todo el fin de semana mandándome fotos en los bares, ha sido duro tener que aguantar las ganas de coger el coche e ir con ellos”, pero para ella más duro ha sido aún “no ver a mi novio desde el día antes de que empezara todo esto”.

Por eso mismo, tiene claro su plan de hoy. “Lo primero que quiero es poder pedirme un café con leche y hielo, que además he pasado todos estos días de calor pensando en ese café que me iba a tomar hoy. Después, por fin, cogeré mi coche, si es que arranca, porque igual está sin batería, y me iré a comer con mis padres, por fin, y por la noche, qué menos que una cena con los amigos y mi chico en casita”, detalla.

Sin embargo, también es compartido el sentimiento de “esperanza” que siente la hostelería. En plena plaza de la catedral, una camarera se muestra “a la espera de a que medida que pase el día la gente que vaya animando”, ya que “durante las primeras horas ha habido poca afluencia”. “Esperemos que sea porque la gente está trabajando”.

Mario observa el trasiego de gente mientras toma asiento en una terraza, a la espera de que puedan atenderles. “Las cosas van más lentas, los camareros al final son los que son y nosotros hemos salido desbocados a tomar, al fin, una caña, pero ahora mismo estoy disfrutando hasta de poder esperar a que me atiendan, hacía tiempo que no valoraba tanto el trabajo de los camareros”, explica.

A lo lejos, Rosario se niega a tomar un café. “Yo entiendo que la gente ya pueda salir a tomarse algo, pero a mí me sigue dando miedo, igual que a mis amigas, aunque espero que se nos pase rápido, porque en el fondo estoy deseosa de poder volver a la vida”.

Un primer día de paso a fase 1 en el que la ciudad de León vive como gran novedad la apertura de las terrazas de los bares, con planes para reunirse en sus casas con familias y amigos y con la esperanza de que sea un primer paso para “poder volver a la vida”.

Etiquetas
stats