Los autónomos de León están “decepcionados” con el Ayuntamiento de la capital
La Asociación de autónomos (Aupa) está “decepcionada” con el alcalde de León, José Antonio Diez. Ya han pasado dos meses desde su última reunión, en la que presentaron una serie de propuestas para mejorar la situación generada por la crisis del coronavirus, pero siguen sin respuesta.
Según la coordinadora de Aupa Castilla y León, Camino Delgado, “entramos a la reunión muy ilusionados” pero salieron “decepcionados” por el “poco interés que había por parte del Ayuntamiento”. Desde el 14 de septiembre hasta hoy, “no tenemos ninguna noticia, y eso que se dieron de plazo 15 días para informarnos de vías a las que nos podríamos acoger”.
No obstante, la asociación de autónomos celebra la rebaja del 50 por ciento del IBI al sector de los hoteles, medida que lleva reclamando desde el pasado marzo, “pero para todos los autónomos”.
“¿Qué pasa con el resto de comercios y autónomos que no pueden trabajar en plenas condiciones, que han tenido que seguir pagando todos los impuestos y han invertido miles de euros en equipamiento y medidas de seguridad para combatir la pandemia? Tienen a sus familias esperando en casa con el corazón en un puño comprobando que su futuro cuanto menos es incierto ¿Qué pasa con todos los que ya han tenido que bajar la persiana y no tienen nada?”, se cuestionan.
Desde la asociación, defienden “la lucha por los derechos que creemos se merecen todos los autónomos, indistintamente de su gremio, y seguiremos reivindicando lo que para nosotros es justo”. En ese sentido, manifiestan que “lamentamos profundamente las negativas del Ayuntamiento a encontrar puntos de acuerdo y así paliar la difícil situación en la que nos encontramos. Trabajamos muy duro a diario para mantener en lo posible el estado de bienestar y a la hora de que ese esfuerzo sea recíproco nos encontramos solos. Mientras, se hace un gasto innecesario en señales para delimitar la capital, se amplía en 1.000 plazas las zona de aparcamiento regulado, se gastan cientos de miles de euros en pintar dos calles olvidándose de que la mayor parte de los comercios están en los barrios, etcétera”.
Y zanjan que “todo este tipo de cosas son las que estando en la oposición se cansarían de reivindicar y poner el grito en el cielo, pero una vez que toca tomar decisiones se vuelven cobardes y todo lo que gritaban a los cuatro vientos se vuelve papel mojado”.
