Natalia Álvarez: “Para que haya creación literaria solamente necesitamos buenos escritores y buenos lectores”

Natalia Álvarez.

Manuel Cuenya

Profesora de Teoría de la Literatura y Literatura comparada en la Universidad de León, Natalia Álvarez es asimismo investigadora, a quien le entusiasma adentrarse en cuestiones narratológicas diversas, a las que ha ido añadiendo otras facetas, entre ellas pequeñas aproximaciones a las teorías literarias feministas, a las teorías postcoloniales, o a estéticas específicas como la de lo fantástico. No en vano, en la actualidad está trabajando, con sus colegas de la Universidad Autónoma de Barcelona, en un proyecto centrado en la literatura fantástica española. Y esa materia ocupa gran parte de su actividad investigadora y de sus publicaciones.

A su vez le gusta mantener contacto con la creación literaria actual y todos los resortes, “tanto formales como de contenido, que la conforman”, matiza Natalia, que no cree que la investigación sea imprescindible en la creación literaria. “Para que haya creación literaria solamente necesitamos buenos escritores y buenos lectores. Sí es cierto que los frutos de una investigación ayudan a que determinados lectores entiendan de modo más profundo una obra concreta y no se queden en una lectura superficial, pero no es imprescindible en absoluto”, precisa la coordinadora 'Territorios de la imaginación: poéticas ficcionales de lo insólito en España y México'.

En todo caso, Natalia, que ha investigado la obra de autores y autoras como Elena Santiago, Merino, Mateo Díez, Luis García Jambrina o Juan José Millás, entre otros, es consciente de que no se puede enseñar Teoría de la Literatura y Literatura Comparada prescindiendo del texto literario. “Es el objeto de estudio y no nos podemos ceñir a meras abstracciones a la hora de proponer herramientas de acercamiento al mismo”.

No olvido, por otra parte, la intensa relación que, a su vez, ha habido entre grandes creadores de otras épocas y el pensamiento teórico de la literatura. Y en este sentido también nos encontramos interesantes textos en los que son los escritores actuales los que nos ofrecen reflexiones teóricas sobre la literatura

Como profesora de la materia, intenta estar lo más cerca posible de la creación, y por supuesto cerca de escritores vivos y de su forma de abordar la creación literaria. “No olvido, por otra parte, la intensa relación que, a su vez, ha habido entre grandes creadores de otras épocas y el pensamiento teórico de la literatura. Y en este sentido también nos encontramos interesantes textos en los que son los escritores actuales los que nos ofrecen reflexiones teóricas sobre la literatura”, señala Natalia, convencida de la buena salud que goza la investigación literaria en la Universidad de León, habida cuenta de que las Áreas de Literatura Española y de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada del Departamento de Filología Hispánica y Clásica pueden presumir, en su opinión, de reunir un número muy significativo de sexenios que reconocen la capacidad investigadora de sus miembros.

Y por supuesto considera más importante, si cabe, la existencia de proyectos vivos y de varios grupos de investigación. “A su vez, se potencia también la investigación literaria a través de otros medios, como el Máster en Literatura Española y Comparada y la dirección de Tesis Doctorales, entre otros”, recuerda la autora de 'Espacios narrativos' (Universidad de León, 2002), encantada con León, la ciudad donde vive desde hace años, “una maravilla en muchos aspectos y, sobre todo, en el cultural y en el literario”, porque son muchos los nombres de escritores leoneses ya consagrados, según ella, a los que se han ido sumando un número importante de destacadas voces que han ido emergiendo en estas pasadas décadas y de nuevas voces que siguen surgiendo y que van encontrando su lugar en el panorama literario.

“Si sumamos a este hecho la existencia de editoriales independientes en la ciudad, de los clubes de lectura, de los recitales y conferencias que se ofrecen constantemente, lo cierto es que nos podemos sentir muy afortunados de vivir en León”, especifica esta profesora e investigadora cuyos orígenes se hallan en el Bierzo, pues sus abuelos maternos son de Villalibre y Dehesas, y los paternos de Brañuelas. Cuenta que su padre y su madre se criaron en esos pueblos. Y su padre también llegó a vivir en Ponferrada.

Aunque ella nació en Barcelona, por casualidades de la vida, no tiene recuerdos de ello salvo por fotos. Y por supuesto no se siente catalana en absoluto. Luego sus padres se trasladaron a Las Ondinas, el lugar que más asocia con la primera infancia y los juegos. Y desde los seis a los diecisiete años su vida transcurrió en Fabero, hasta que llegó el momento de trasladarse a León para iniciar los estudios universitarios. “De eso hace ya veintitrés años así que tanto mi verdadera tierra natal, El Bierzo, como la ciudad de León son las geografías de mi memoria y de mi presente”, rememora Natalia, que tiene a gran parte de su familia repartida por Ponferrada, Páramo del Sil, Palacios del Sil, Dehesas y Caboalles (Laciana).

La fascinación de la literatura

Por una parte, estoy disfrutando con el acercamiento a los territorios fabulados de Luis Mateo Díez y José María Merino, y, por otra, con la reflexión sobre el sujeto y el paisaje, incidiendo en el significado del encuentro del personaje con la naturaleza en la narrativa actual

También recuerda con afecto aquellos años de infancia y adolescencia en los que ganaba muchos concursos de cuento y poesía. Y en concreto un premio de poesía sobre la minería, cuando contaba con once o doce años, que le diera la poeta Carmen Busmayor. Confiesa que le hizo mucha ilusión conocer en persona a una escritora de verdad, “quizás por eso me gusta tanto potenciar el contacto de los estudiantes con los escritores”, apostilla Natalia, que reconoce asimismo el impacto que le causaran, siendo estudiante en la Universidad de León, escuchar a Mestre recitando poesía y a Pereira contando cuentos. “Me quedé fascinada con los dos”. Y el tercer impacto que tuviera -aunque ya no tiene relación con la tierra-, es Paloma Pedrero y su teatro.

Aparte de los autores mencionados, siente devoción por Dickens, Poe, Kafka, Faulkner, Proust, Joyce, Chéjov, Hemingway, Wells, Ballard, Lem, Bradbury, K. Dick, Calvino, Vonnegut, Michon, Naipaul, Coetzee, Munro, entre otros escritores nacionales actuales a los que sigue con gran interés.

Si bien le interesa la literatura realista y política, en estos últimos años ha dedicado algunos afanes a la literatura de lo insólito. “Las últimas ediciones siguen esa línea de trabajo y me gustan especialmente porque combinan las voces académicas con las de grandes creadores como Cristina Fernández Cubas, José María Merino, Fernando Iwasaki, Alberto Chimal y Juan Jacinto Muñoz Rengel, entre otros”.

Ahora, Natalia está inmersa -en respuesta a la petición de otros compañeros que han depositado en ella su confianza para esa labor-, en la elaboración de varios artículos y conferencias sobre el que fuera el tema de su Tesis Doctoral, el espacio narrativo. “Por una parte, estoy disfrutando con el acercamiento a los territorios fabulados de Luis Mateo Díez y José María Merino, y, por otra, con la reflexión sobre el sujeto y el paisaje, incidiendo en el significado del encuentro del personaje con la naturaleza en la narrativa actual”, concluye Natalia, que es asimismo conferenciante y organizadora de actividades lectoras.

Entrevista breve a Natalia Álvarez

“La vida, por desgracia, nos enseña que no hay nadieimprescindible”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Tantos y tantos que no podría elegir un solo título. En cualquier caso, aunque en ciertos momentos releo por unas u otras razones libros que me han marcado, una de mis mayores obsesiones es el interminable listado de escritores y de títulos pendientes que sé que me están esperando con los brazos abiertos y que tengo anotados en un pequeño libro de notas del que no me separo.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

La vida, por desgracia, nos enseña que no hay nadie imprescindible, pues debemos aprender a seguir adelante sin aquellas personas que en algún momento se erigieron como personajes irremplazables de nuestra historia.

En la literatura son muchos los que pueden citarse. Creo que son imprescindibles aquellos que nos iniciaron de niños en el goce lector, pienso en Alicia, David Copperfield, Jim Hawkins y un largo etcétera. Y si quiero aplicar ese mismo calificativo a personajes de mis lecturas de adulta me doy cuenta de que, más que pensar en nombres propios, a pesar de que algunos son ineludibles, me inclino hacia determinadas tipologías como las de los atormentados, los extraviados, los delirantes y, aunque utilice el masculino, sin olvidar lógicamente, entre ellos, los grandes personajes femeninos que la ficción nos ofrece.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Quizás sea por mi excesiva empatía, pero me resulta difícil calificar a las personas con ese adjetivo. En cuanto a los libros podría citar conocidos títulos, tanto consagrados como del circuito de consumo actual, pero creo que responde a mi concepción de la literatura y a mi gusto personal, por lo que es mejor optar por el silencio. Considero tan esencial la lectura, tan enriquecedora, que lo importante es que la gente lea, lo que sea, y en muchos casos ese será el camino para llegar a libros no insoportables y deslumbrantes.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Tenacidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Honradez.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

A pesar de esperanzadoras excepciones, la política actual peca de corrupción, doblez, hipocresía, cinismo y un largo etcétera que se ha convertido irremediablemente en su cara más visible.

La sociedad, también con honrosas excepciones ante las que siento profunda admiración y respeto, está terriblemente aletargada. Sinceramente opino que todos somos culpables, nos han adoctrinado, nos han hecho creer en una sociedad del bienestar que no existe, hemos perdido la capacidad crítica, la capacidad de exigir, de rebelarnos.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Los momentos compartidos con las personas adecuadas. Los placeres pequeños y sencillos. Y tantas y tantas cosas, viajar, leer, la docencia. Soy una persona afortunada que disfruta estando activa.

¿Por qué escribes?

Reconozco que no siento la pulsión de escribir en el ámbito de la creación literaria. Prefiero el papel de lectora, pero entiendo que, en ambos casos, tanto la escritura como la lectura, responde a una necesidad imperiosa, ineludible, encaminada a interpretar la realidad, a conocer mejor lo que nos rodea y a conocernos a nosotros mismos.

En esa línea, me parece tan acertado como hermoso el sentido de la literatura y de la ficción enunciado por Juan Bonilla en una conferencia impartida en una de las actividades que he tenido el honor de organizar: “Supongamos que los filósofos y los escritores hacían lo correcto cuando se dedicaban a interpretar, mediante la representación y la ficción, la realidad, pero démosle a interpretar el sentido que tiene en la música: esa música es el mundo, la visión de un escritor queda reflejada en una partitura, lo que produce es siempre un poco de música al que yo tengo que darle vida, hacerlo sonar en mí. Así entiendo yo el sentido esencial de la literatura y de la ficción: como interpretación particular de unas partituras que una vez sonaron con claridad en los circuitos neuronales de alguien, en su médula, en los rincones donde guardaba sus recuerdos o en los armarios donde tenía encerrada su fantasía. Y esa música lo que viene es a llenarme de recuerdos que no he podido vivir o a aprehender escenas en las que no he podido estar presente, pero sin embargo estoy allí, me veo claramente. Es decir: es una forma milagrosa de extender mi experiencia y mi memoria, de enseñarme a ser menos yo, por decirlo malamente y de estar más en los otros”.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En una primera reflexión, desde luego, no las relaciono con ello. Si pienso en el empleo que determinados escritores hacen de sus redes sociales, llego a la conclusión de que en algunas ocasiones se convierte en un canal interesante de reflexiones metaficcionales y también de transmisión del mensaje literario, tan válido como el libro o la oralidad, de modo que, si nos situamos ante idearios o textos de calidad, la experiencia puede ser positiva.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Soy profesora, no escritora, pero soy consciente de la importancia de las fuentes literarias en la formación de futuros profesores de lengua y literatura, de ahí que dedique muchas horas a la organización de actividades que abocan al conocimiento de géneros literarios y de creadores concretos, así como al fomento de la lectura. Reconozco, por ese motivo, la relevancia de determinadas obras consagradas de la literatura universal, pero me gusta, a su vez, descubrir voces diferentes, algunas silenciadas por el canon durante mucho tiempo por pertenecer al género femenino, a otras razas o a culturas distanciadas de la nuestra, y otras más desatendidas por pertenecer a escritores vivos de diversas generaciones.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribo alguna pequeña y esporádica entrada para el blog tULEctura de la Universidad de León que administra magistralmente Ana Rodríguez Otero, concretamente para la sección del Club de Lectura. Consisten exclusivamente en propuestas que realizo de guía a la lectura de determinadas obras, en realidad ni siquiera las firmo pero es una colaboración muy satisfactoria. Reconozco que si el día tuviera más horas seguiría probablemente de modo asiduo algún que otro blog que me parece interesante, pero de momento tengo que reconocer que lo hago de forma muy esporádica.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Como es Arriba es Abajo,

Como es Adentro es Afuera.

Etiquetas
stats