La Pequeña Nave acoge la presentación del libro de poemas 'Todo lo zurdo'

Hay poetas que hacen de su solitaria labor una propuesta común, una tarea colectiva. Es el caso del poeta leonés Víctor M. Díez que el próximo sábado presenta su nuevo libro de poemas Todo lo zurdo, en La Pequeña Nave, un espacio dedicado al circo y otras disciplinas escénicas. “Me gusta creer que escribo al pie de un escenario. Me identifico mucho con aquel verso de Wallace Stevens que decía: los autores son actores, los libros son teatros”, según el autor.

El evento se anuncia como una presentación escénica, lejos de los habituales actos de presentación al uso. “Me merecen mucho respeto esas presentaciones, yo he hecho muchas así, pero no me veo cómodo en ellas. Prefiero la presencia de compañeros y compañeras con los que habitualmente comparto escenarios, propuestas, trabajos, vida”, sostiene Víctor M. Díez, quien añade con pasión la lista de invitados a participar: “podremos ver piezas creadas para la ocasión, como la de Pablo Parra (La Pequeña Victoria Cen), Acéfalo Narciso, a Juan Luis García (guitarra), Javier de la Varga (actor, director de El Mayal),Ángel Zotes (danza) con otra propuesta ad hoc y una Orquesta zurda en la que hay músicos muy especiales de muchos lados como Gonzalo Ordás (Delta Galgos), Rodrigo Martínez (Tarna), Rubén Díaz (La Jari), Sergio García 'Segis' (Juventudes musicales) y Mónica Jorquera. Además colaboran otros colectivos como Pi (producciones infames), Bambara producciones, el servicio de ActividadesCulturales de la Universidad de Léon, etc”.

Con una reflexión sobre la situación de la mayoría de ellos, Díez se pone serio y saca su conocido perfil de agitador cultural: “Hay mucho talento en la ciudad, en serio, es una pena que no cuidemos lo suficiente este tesoro. Nuestra verdadera bandera. Se hacen esfuerzos, pero no son suficientes. Hay que promocionarles en circuitos externos, nacionales o internacionales. O, al menos, prestarles ayuda cuando tienen la oportunidad de transcender nuestro ámbito y hablar de nosotros fuera. Hay una cierta ceguera sobre nuestro patrimonio, es gótico, románico, neoclásico, sí, pero también contemporáneo y ése no se pone en valor con el suficiente ahínco”.

El autor se confiesa muy satisfecho con la acogida que está teniendo el libro en las presentaciones que ya ha hecho, entre los lectores que lo han adquirido por su cuenta y entre aquellos cuya opinión le importa, porque dice saber que es sincera y ecuánime. “ Me encanta la edición que está a cargo de Varasek ediciones, una editorial relativamente joven de Madrid cuyos tres ámbitos de actuación: poesía, viajes y rock&roll, me resultan muy atractivos y liberadores. Tienen un catálogo muy interesante en los tres ámbitos. Cuidan mucho el material y a los autores y se les nota la pasión. Recomiendo a todo el mundo echarle una ojeada. Todo lo zurdo tiene, como portada, una imagen de la gran fotógrafa Carmen Calvo”, añade Víctor M. Díez.

Sobre Víctor M. Díez y Todo lo zurdo

Acostumbrado a caminar por el maravilloso lado zurdo de la vida, Víctor M. Díez (León, 1968) embarca junto a la tripulación de los Bucaneers de Varasek, silbando su canción libremente improvisada.

Todo lo zurdo es un catálogo de desenfoques, poemas de una escritura texturizada por su sonoridad casi salvaje, por su variedad de discursos. Desde las resonancias beat de su poemavudú, a la prosa poética delDiario imaginario de Denardo Coleman, pasando por series tan contradictoriamente volátiles comoHaciendo pie o Roto, el autor se delata en su dedicatoria al gran maestro del free jazz, Ornette Coleman: el músico de todas las músicas, uno de los creadores más libérrimos e imaginativos del Siglo XX.

Se ha dicho de la poesía de Víctor M. Díez que es “Como un temblor. Una escritura cíclica, envolvente, aunque arraigada en la precariedad. Versos que por momentos abrasan” (Olvido García Valdés. ABC cultural. 30 de abril de 2016). Entre sus libros anteriores, cabe destacar título como: Evaporado va, Oído en tierra, Voz fuera de campo, Ser no representable, Discurso privado o Escrito sonámbulo; además de las antologías: Todo espera un fuego y Maldito baile obligatorio, por citar algunos.

En el artículo antes citado, la poeta Olvido García Valdés, añadía: “Poesía sonora, poesía escrita. Una escena casi vacía. Una voz que brotara de un muñeco o simulacro que mimara discursos, peligros, afectos. Una voz que anduviera por dentro, haciendo del sentido puro sonido, raro sonido, cavernoso y múltiple, sentido evocado, desplazado. Ocurre así cuando se escucha en escena a Víctor M. Díez, agitador cultural, actor, performer, miembro del grupo SIN RED; poeta de acción, poeta. Su poesía escrita traslada pareja inquietud, igual intensidad”.

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