Silvia Aller: “La provincia de León en sí es un arte”

Silvia Aller

Manuel Cuenya

“Vivo en un espacio donde habita la vieja lengua, llena de fragmentos y bellos matices junto a la existencia indeleble de la memoria. Para mí, no está adormecida. La siento cada día en el cantar de los pájaros, en la toponimia, en los nombres de las cosas, en los pétalos de las flores, en la poesía y hasta en lo último de la vida”

(Silvia Aller, prólogo de 'Nas solombras de los nuesos val.les')

Pintora, fotógrafa y contadora de historias, Silvia Aller es babiana aunque vive en Laciana desde hace tiempo. Sea como fuere, Babia y Laciana se abrazan en sus paisajes. Y también en su paisanaje.

Babia es, en sus propias palabras, un lugar de sosiego de una belleza inexplicable, donde reposa su infancia y habitan y descansan sus raíces.

En Babia, donde se siente enormemente querida y valorada por sus “buenas gentes”, desarrolla su trabajo como guía y dinamizadora cultural.

Le resulta muy gratificante hacer 60 kilómetros diarios para “estar en Babia” y poder “sumergirse” en la serenidad de sus vegas y en la ingente belleza de sus moles calizas.

“En Babia huele a trashumancia, a tomillo fresco, al blanco de la leche. Laciana, donde vivo, es otro de los lugares hermosos con una gran biodiversidad. En esta comarca conservo grandes recuerdos de mi etapa, también de guía, con las rutas de cuatro valles”.

Amante de la Naturaleza y buena conocedora de su entorno, Silvia Aller es una enamorada de estos valles, de estas comarcas que, junto la Omaña y Luna, “tienen fisiográficamente muchas cosas en común como las montañas y las cuencas de los ríos que nos unen”.

No en vano, su mayor fuente literaria es la Naturaleza en sí, pues “en ella en está todo escrito”, lo cual nos hace pensar, por ejemplo, en artistas como Gaudí, cuyas obras están inspiradas en la Naturaleza. En realidad, además de una gran fuente de inspiración, deberíamos volver a vivir en armonía con la misma. Y alejarnos en la medida de lo posible de lo artificial, de lo postizo.

En todo caso, Silvia es una entusiasta de la provincia de León, “la provincia en sí es un arte. Vivimos rodeados de arte”, señala ella. Contamos, en su opinión, con grandes escenarios naturales y arquitectura tradicional. Y la capital sobresale por su catedral, sus museos, su patrimonio arquitectónico. “León cuenta con una escuela de arte (desde oficios artesanos hasta nuevas tecnologías) con más de treinta y cinco años de trayectoria, formada por gente con gran educación artística y grandes proyectos. León respira talento por todos sus poros, así lo siento”, afirma esta narradora, para quien la provincia leonesa es asimismo cuna de grandes escritores. Y una tierra de hospitalidad literaria, con muchos encuentros, con muchos eventos y una buena cantera de nuevos talentos.

León respira talento por todos sus poros, así lo siento

La memoria de la infancia, la nostalgia y la ternura

Recuerda buscar en las bibliotecas a escritores leoneses encontrando a autores con los que se siente identificada. Como si las historias que escribieran las hubiera escrito ella misma. Escritores que escriben sobre experiencias cercanas, sustentadas en lo vivido.

“Descubrí una memoria de infancia en un territorio mágico con 'Días del Desván' de Luis Mateo Díez, con los cuentos de Antonio Pereira, con el intimismo de Julio Llamazares, también a través de los filandones de Juan Pedro Aparicio, José María Merino y el lacianiego Luis Mateo Díez. Siempre fui una gran admiradora de todos ellos”, rememora Silvia Aller, quien también disfruta leyendo a grandes poetas como Luis Miguel Rabanal, “al cual pude conocer en tiempos de mozos”, Leopoldo Panero, Colinas, Gamoneda, Mestre o Luis Carnicero. Y entre los autores en 'patsuezo' cita al investigador y ensayista de Palacios del Sil Roberto González-Quevedo -“Conocer, saber, eso es lo que merece la pena en la vida”-, quien además hace una estupenda introducción al reciente poemario de Silvia, cuyo título es 'Nas solombras de los nuesos val.les', en cuya parte final están incluidos algunos haikus, “momentos que aparecen como el trino de los pájaros”, según su creadora.

Tampoco se olvida de su amiga babiana Antonia Álvarez, a quien espera hacer una reseña especial. “Antonia Álvarez es una poeta llena de ternura. Es toda alma”, apostilla Silvia, que también siente devoción por Emily Dickinson y Alfonsina Storni, “grandes mujeres poetas, mis preferidas”.

Se siente marcada por el existencialismo. Y en este sentido reivindica a Sartre y Unamuno como escritores esenciales, aparte de 'El extranjero', de Camus, uno de los libros que, a su juicio, más impacto emocional le ha provocado, “me hizo reflexionar y me ayudó a enfrentarme a muchas situaciones de la vida”, aclara la creadora de 'Sentir así', su ópera prima, un libro inocente, según ella, que escribiera en un momento difícil de su vida y le ayudara a encontrar la calma después de un fuerte oleaje. “Fue una resiliencia que apareció en el momento adecuado. Un librín- experimento pues yo misma hice la portada y lo auto-edité”.

Una vez más, la escritura cumple una función catártica, terapéutica. Lo que le ha servido para escribir una segunda obra, 'Nas solombras de los nuesos val.les', su primer poemario escrito en lengua local, en concreto en 'patsuezo', y editado por la Cátedra de Estudios Leoneses de la Universidad de León, con el impulso del escritor Roberto González-Quevedo y la ayuda de José Ramón Morala y Ángeles llamazares como estudiosos de la difusión e investigación lingüística. Este libro “supone una gran ilusión al poder expresarme en la lengua de mis antepasados y un compromiso para defenderla y que siga viva. Está repleto de imágenes, sentimientos y de bellos matices de los valles en los que vivo. También supone un derecho y una contribución para conseguir que nuestra cultura no agonice”.

Descubrí una memoria de infancia en un territorio mágico con 'Días del Desván' de Luis Mateo Díez, con los cuentos de Antonio Pereira, con el intimismo de Julio Llamazares, también a través de los filandones de Juan Pedro Aparicio, José María Merino y el lacianiego Luis Mateo Díez

En 'Nas solombras de los nuesos val.les', “la memoria y la nostalgia tienen una ternura que brota en todas las páginas de la obra”, escribe González-Quevedo en la introducción al mismo. A este respecto, asegura Silvia que no puede concebir la poesía sin la nostalgia, “en mis poemas siempre está presente este sentimiento que muestra los recuerdos del pasado. Necesito la ternura, el cariño inmenso hacia las cosas para poder expresar el asombro hacia ellas. La palabra ternura es la onomatopeya del amor”, puntualiza esta artista, quien fuera precursora, creadora, el alma del Encuentro de las letras de Babia y Luna, “un encuentro bellísimo de escritores”.

En estos momentos necesita tranquilidad para intentar crear. “Tengo cosas en mente que deseo realizar, pero tienen que brotar”.

Entrevista breve a Silvia Aller

“Mi mayor fuente literaria es la naturaleza en sí, en ella está todo escrito.”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Tengo varios: 'El guardián entre el centeno' de Salinger, 'Nada' de Carmen Laforet, 'La rebelión en la granja' de Orwell y 'La lluvia amarilla' de Julio Llamazares.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Prefiero una persona real que es mi hija Sofía.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No me veo capacitada para valorar así a ningún autor. Sería vanidoso por mi parte tener a menos a otro escritor.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Soy una luchadora responsable. Quizás demasiado sensible.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La Humildad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

En la política actual hay de todo como en las grandes batallas, buenos y malos. Lo malo es que algunos tienen la enfermedad del olvido. No recuerdan por quién y para qué han sido elegidos.

Sobre la sociedad actual: Vivimos sumergidos en el mundo del sobresalir, con una notable desigualdad social y atropellando al medio ambiente sin preocuparnos de crecer como personas.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Me divierte reunirme con mis amigos y seres queridos y disfrutar de momentos inolvidables.

¿Por qué escribes?

Necesito expresar mis emociones de esta forma. Aturdirme instintivamente con todo lo que emerge en mi corazón.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En mi trabajo las utilizo para difundir y dar a conocer todo lo que se realiza en la zona. También para conocer gente del mundo en que te mueves, que igual de otra manera no hubiese conocido.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mi mayor fuente literaria es la naturaleza en sí, en ella está todo escrito. Llena de esencias y mensajes maravillosos.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Sí, sigo blogs de arte, de medio ambiente y también de literatura. Por supuesto, el de Manuel Cuenya también.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Pues voy a acabar con una frase de Albert Camus: “En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habita un verano invencible”.

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