Gancedo: “La Brigada 22 es una catarsis que pretende desdramatizar la Historia de España para cerrar heridas”

Emilio Gancedo La Brigada 22 portada

Marta Cuervo

Una novela sobre el pasado, pero sobre el futuro también. Una fábula que recuerda la importancia de la capacidad de contar, de transmitirnos cosas. “La gente mayor antes hablaba muchísimo, estaba siempre hablando. Hoy en día tenemos muchos problemas porque nos guardamos muchas cosas, tenemos muchos miedos, muchos complejos, muchas inseguridades...”. El escritor leonés Emilio Gancedo acaba de publicar su primera novela, 'La Brigada 22', una obra que empieza de forma muy dura, con una sesión de tortura, pero que pretende desdramatizar, con el poder calmante de la literatura, los horrores que se vivieron durante los años de la Guerra Civil española, para recordar con perspectiva, para hallar el descanso de cerrar heridas.

Hoy en día tenemos muchos problemas porque nos guardamos muchas cosas, tenemos muchos miedos, muchos complejos, muchas inseguridades...

“Es una historia que intenta reflexionar sobre todo aquello y crear una pequeña catarsis. Pasó hace muchos años, es muy importante saber lo que ocurrió, pero tenemos que intentar, de manera objetiva, desdramatizarlo sin quitarle su seriedad ni su transcendencia”, reconoce Gancedo, que se ha servido del humor para contar esta historia. “Un humor como el que se ve en los pueblos de León, con personas mayores que te están hablando de una cosa muy seria, terrible, pero contada con un bálsamo, algo que nosotros no sabemos hacer. Pero la literatura sí, tiene ese poder catártico, el de proyectar esa otra forma de ver”.

Así, con lágrimas y alegrías, las mismas que podrían adornar la vida de las gentes que sufrieron la Guerra Civil, con la ayuda de Secundino Serrano, experto en maquis, e inspirado por la obra de Jesús Torbado 'Los topos', libro que Gancedo reconoce como 'la biblia de la memoria histórica', el escritor consiguió el tono perfecto para ir enlazando una fabula cuyo principal objetivo es la verosimilitud, un homenaje a los supervivientes que se quedaron al margen de la Historia.

Periodista: La Brigada 22 ¿por qué?

Emilio Gancedo: Existió una brigada, curiosamente formada por guerrilleros, que era la 22, pero este libro es una fábula, no se basa en ningún hecho histórico; tiene afán de verosimilitud pero no de registrar una realidad con detalles concretos.

El libro 'Los Topos' me inspiró y me hizo pensar en qué habría sucedido si un grupo de guerrilleros hubiera estado todo este tiempo oculto, sin saber que Franco había muerto. Inmóviles en un tiempo cíclico y que no avanza. Me parecía que podía ser significativo de la Historia de España, de esa historia que parece que no se mueve, que no cierra cicatrices, esa gente que se mueve en círculos, que sigue haciendo las mismas cosas que hacía con 30 años, que piensa que todo es un complot y sigue esperando que vengan las potencias occidentales o la Unión Soviética a tomar partido en la Guerra Civil. Pero han pasado 40 años –está inspirada en los años 80-.

El oficinista, los maquis y el militar

En el libro hay dos antihéroes: uno es un oficinista todo lo alejado de la épica que te puedas echar a la cara, Paquito Munera, el otro un militar que es muy celoso de los procedimientos y de las formas. De una manera paralela van a encontrarse por una serie de casualidades y de contingencias muy azarosas, y se van a dar de bruces con la brigada 22.

¿Podría la historia estar ambientada en León?

En cualquier ciudad de provincias, pero no necesariamente en León. Los maquis aquí son figuras emblemáticas y muy icónicas. Pero todo lo que aparece en la novela es monte mediterráneo, una especie de ciudad del centro-sur de España.

¿Alguna intención de rescatar, de perpetuar esa 'memoria viva' que tanto te gusta cultivar?

Es una novela como aquellas que a mí de pequeño, de joven, tanto me gustaban, en esos años donde la lectura marca tanto. Un tipo de novela breve, con un lenguaje no demasiado rebuscado, con una estructura aparentemente sencilla, pero que luego tiene mucho poso dentro, con calado. He intentado hacer una novela así. Una novela donde no hay una escritura pretenciosa, sino literaria. Es un producto literario.

La novela refleja ese mundo popular de los años 80, una época convulsa y muy interesante de la Historia de España, cuando ya empieza la España vacía

En tu anterior obra 'Palabras Mayores' te sirves de relatos verdaderos, de recuerdos que muchas personas quisieron compartir contigo. ¿Te has inspirado en algún personaje? ¿Has recogido algún relato que te haya marcado?

De todo eso hay. También hay mucho elemento popular: el oficinista que nunca ha salido de su ciudad y hace un viaje iniciático, en autobús, pero que a él le marca, con todos los personajes que se va encontrando, como con un pastor y el conductor del autobús, por ejemplo.

La novela refleja ese mundo popular de los años 80, una época convulsa y muy interesante de la Historia de España, cuando ya empieza la España vacía. La brigada está cercana a un pueblo, a una comarca de la que todos se han ido, sólo queda un pastor aferrado a sus tradiciones, a su tierra. Pero no hay como tal una historia, ha sido algo poroso, que se ha ido filtrando como una esponja.

A ti te marcó un estilo concreto de literatura en tu adolescencia, ¿a quién diriges La Brigada 22?

Va dirigida a todos y a nadie, el lector es un ser anónimo, no hay público objetivo. No es para el público que lee historias de maquis, aunque también. Es una historia de supervivientes, de personas que han quedado al margen de la Historia, la gente del medio rural, cómo se sienten qué piensan. No es todo positivo, ellos tienen sus valores, algunos buenos sí, pero esto es una historia en la que no hay vencedores ni vencidos, ni buenos ni malos.

Es una historia de supervivientes, de personas que han quedado al margen de la Historia, la gente del medio rural, cómo se sienten qué piensan

¿Cómo podría influir La Brigada 22 en las 'víctimas' de las redes sociales? ¿Qué le dirías a la gente que ha dejado de lado la literatura de los libros por la inmediatez de internet?

Las redes no son ni buenas ni malas, pero todo es muy inmediato. Falta algo que hemos tenido a lo largo de toda la historia, cierta calma para dejar enfriar un poco las cosas, que es lo que hace la literatura, el pensamiento, la tradición oral. Nos encontramos con muchos problemas fruto de esa rapidez, parece que el tiempo pasa y es nuestro enemigo, cuando debería de ser el mejor amigo del hombre, nuestro aliado.

A esta gente le diría que existe otro tipo de red social, inmensa, que es la literatura. No me gusta la literatura de las redes sociales, en la que alguien vomita algo, es muy inmediato. Me gusta la literatura que lleva tiempo.

¿Qué pensarían los protagonistas de tu libro si les cayera 'La Brigada 22' en las manos?

Si le cae al 'comandante viseras', el hombre me buscaría hasta acabar conmigo, porque para él todo lo que le ha pasado es una cosa muy seria y muy terrible. Tiene una misión que cumplir, que es defender unos palmos de metros cuadrados de territorio, su España libre, antifascista, su territorio. Si le cayera a Paquito Munera alucinaría porque nunca ha sido protagonista de nada. Lo único que quiere es publicar en la sección de cartas al director del periódico de su provincia. Pero los dos son personajes muy cercanos, les veo más reales que mucha gente que puedo conocer. Me los imagino perfectamente.

Hay mucha gente que 'se ha quedado' como el hámster dando vueltas en una rueda, y a veces me da la sensación de que el país entero está en eso, como que no paramos de pedalear en una silla estática

A veces sentimos que el Estado, la sociedad en general, no valora nuestra Historia, ¿tendría más éxito en otros países?

No lo sé. Cada país ti tiene sus condicionantes, y este ha sido un país que como dice el comandante 'trata mal a sus hijos, a los que dan la piel por él'. Hay mucha gente que 'se ha quedado' como el hámster dando vueltas en una rueda, y a veces me da la sensación de que el país entero está en eso, como que no paramos de pedalear en una silla estática. En el fondo es una historia sobre eso. No se han cerrado adecuadamente unas heridas, ni se han rendido cuentas con una gente que está en las cunetas a día de hoy. Deberíamos solventarlo cuanto antes, rendir homenaje, y seguir adelante. Este libro que parece que es una mirada hacia atrás, es en realidad una mirada hacia adelante, que ofrece descanso.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

Tardé mucho en escribirlo, pero lo curioso es que siempre tenía claro el camino, me salió de una forma muy fluida. Los personajes me fueron llevando. Han sido ellos los que me han dado la mano y me han indicado el camino.

¿Qué sentimiento ha inundado la creación de tu novela?

El entusiasmo. Me he entusiasmado, me he reído mucho yo solo y he llorado alguna vez. Los personajes me han emocionado y me han sorprendido. De alguna manera un poco de mi vida se la he dado a ellos, les veo como a conocidos que de vez en cuando se cruzan en mi vida, y es importante. Ha habido de todo, he recibido muchas emociones diferentes y, sobre todo, mucho cariño hacia ellos, aunque también odio hacia determinadas personas.

Este miércoles, 2 de octubre, en el Club de Prensa del Diario de León, Emilio Gancedo presentará 'La Brigada 22', a las 19.30 horas, en una conversación con el escritor Tomás Sánchez Santiago.

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