Isabel Llanos: “Sólo sé escribir desde la verdad”

Isabel Llanos

Manuel Cuenya

Polifacética, renacentista, volcánica, así percibo y siento a Isabel Llanos, a quien conozco desde hace algún tiempo. Me enorgullece que, durante dos años consecutivos, participara en el Encuentro Literario que tengo el gusto de organizar, a través del Colectivo Cultural la Iguiada, con la colaboración del Ayuntamiento de Noceda, en esta localidad conocida por sus fuentes medicinales, ubicada en el valle de la Sierra de Gistredo.

Isabel Llanos es de esas personas que no te deja indiferente, pues tiene la magia de llegar hasta el fondo de tu alma con su capacidad interpretativa, comunicativa. No en vano, es actriz, una buena actriz, sin duda, además de poeta y narradora. Una artista, en definitiva. Que, como tanta gente del mundo de las letras, de la cultura, ha tenido que emigrar en busca de un futuro que no ha encontrado en su tierra leonesa.

No obstante, Isabel Llanos adora su ciudad. Y siempre que puede (“en Navidad, Semana Santa y algunos días en verano, en esas fechas León está sobresaturado ¡somos tantos los que tuvimos que salir y siempre estamos deseando regresar que la ciudad se colapsa!”), se acerca a León, porque León es su casa, “con todas las connotaciones”, aclara ella.

“León es ese lugar seguro al que volver para refugiarse en la que fui, en la que crecía amparada en las personas que te aman de verdad y sin juicios: la familia. Ese lugar mágico de la infancia que se va perdiendo cuando creces. Con los años, León también es nostalgia y el dolor de la pérdida de seres queridos”, rememora con añoranza, con saudade, esta artista, que en la actualidad y desde hace tiempo vive en Barcelona, donde puede desarrollar su carrera artística, aunque tampoco le resulte fácil. “Lamentablemente, hoy por hoy, no vivo del sector artístico así que trabajar en lo que paga las facturas consume parte de mi energía y de mi tiempo”, afirma Isabel Llanos, que sigue viendo su ciudad natal con cariño y cierta tristeza, porque, por una parte, “hay personas con mucha iniciativa y muchas ganas... muchas iniciativas curiosas e interesantes. León, por ejemplo, también vive la resurrección de la poesía (una poesía más domesticada, eso sí) y ahora hay un grupo de jóvenes que se están moviendo mucho. Un #plataforma que vino de la mano de Yago Ferrero, que abrió el Belmondo y creó el Día del Watusi y vino con otra mentalidad. Me entristece que se haya tenido que ir de León, pero me alegra ver que su camino literario evoluciona. Me gustan las oportunidades que ofrece el Ágora de poesía. Estuve a finales de este verano en un emotivo homenaje, y lo que más me gustó es su apertura, respeto, y las oportunidades que dan a tod@s los que escriben. Me da mucha lástima el snobismo que hay en algunos ambientes literarios”. Pero, por otra parte, “el entorno socioeconómico no es propicio y ello, sin duda alguna, repercute en las creaciones artísticas también. Cuando no hay opciones laborales, se acaba escapando el talento. Es difícil sobrevivir en una provincia que se está apagando poco a poco”, explica Isabel, que apuesta por el teletrabajo como una oportunidad para poder habitar de nuevo en las provincias y en las zonas rurales, para que no se vayan apagando poco a poco. Como le ocurre a la provincia de León.

León es ese lugar seguro al que volver para refugiarse en la que fui, en la que crecía amparada en las personas que te aman de verdad y sin juicios: la familia. Ese lugar mágico de la infancia que se va perdiendo cuando creces. Con los años, León también es nostalgia y el dolor de la pérdida de seres queridos

“Las identidades se están desdibujando en este mundo globalizado y es una lástima”, apostilla esta artista leonesa, “fantasiosa, soñadora e inquieta”, para quien León siempre ha estado unido a la escritura, a la cultura, al teatro. Tanto es así que recuerda, siendo una jovencita, ahorrar sus propinas para ir a soñar al Teatro Emperador, que rememora majestuoso, con aquellas giras innovadoras, ya en los ochenta, como Danat Danza o The Rocky Horror Show.

Y en la época actual se siente entusiasmada con el grupo Manual de Ultramarinos, que hace unas joyitas maravillosas, y tiene un buen ambiente apoyado en la creación literaria que es muy motivador, según ella. “Me acogieron hace unos años y los siento como una familia, ¡les quiero un montón! Y hay mucho talento dentro... Tú mismo, lo que haces con la escritura, o los encuentros literarios de Noceda, es pura lucha contra la inacción, consigues un clima magnífico y unir generaciones a través del espíritu de las letras, o los cursos que impartes de escritura, que abren puertas inimaginadas a tantas personas...”, glosa Isabel, que comenzó a trabajar muy pronto, “con trece años en pequeñas cosas”, asegura ella. Y recién cumplidos los dieciocho ejerció, siempre de noche, como Guarda de Seguridad en el Hostal de San Marcos. “Regresaba por la mañana y me paraba a charlar con Emeterio en el Quiosco Quevedo, donde compraba mis fascículos de la Historia de la literatura, y él me contaba mil anécdotas de escritores leones, como Victoriano Crémer”, recuerda esta actriz, modelo, periodista, criminóloga, docente..., a quien le gustaría vivir mil vidas (algo que suscribo) acaso para entender los entresijos del ser humano.

Con veinte años cuenta que tuvo una enfermedad que la mantuvo diez días entre la vida y la muerte, “en aquellos momentos en los que no sabía si al minuto siguiente seguiría con vida y venían visitas con caras largas a despedirse”, se juró, como Scarlett O´Hara “a Dios pongo por testigo que si salgo de esta no volveré a perder el tiempo”, que vida sólo hay una y no quiere limitarse a vivir sólo una faceta, por eso no ha dejado de formarse, de estudiar, recibiendo una formación un tanto ecléctica. “Si pudiera, estudiaría siempre”. En todo caso, se debate entre trabajar y estudiar, entre “ganarse las lentejas” y “alimentarse el alma”, entre encontrar una solvencia profesional y, a la par, poder cubrir sus inquietudes personales.

Formada en la Escola d´Escriptura de l'Ateneu Barcelonés, ha llegado a ganar algún concurso de relatos. Y es autora y/o coautora de obras como 'El hombre de mimbre Vol. 4' (2013), 'Eros Senex' (Manual de Ultramarinos, 2016), 'Libro Rojo vol. VII' (Prostíbulo Poético, 2016) o 'Cronófagos. Devoradores de tiempo' (Marciano Sonoro Ediciones, 2019), entre otras.

El relato 'Atanasia', donde se conjugan el Eros y el Thánatos, es un brillante relato perteneciente a 'Cronófagos', volumen en el que participan autores como Bruno Marcos, Tomás Sánchez Santiago, Eloy Rubio, Alberto R. Torices, José Luis Puerto o Antonio Toribios..., editado por Jesús Palmero y Cristina Pimentel, los responsables de la editorial Marciano Sonoro.

La poesía como necesidad fisiológica

“Cuando descubrí la poesía (como autora, me refiero) lo que encontré fue un placer escatológico (si me permites la expresión). Un poema es como una necesidad fisiológica que se aplaca de manera rápida, eficaz y placentera. Nada que ver con la narrativa y el trabajo que conlleva. Por eso, aunque empecé con relatos y cuentos cortos, me había alejado de ellos. Manual de Ultramarinos me ha devuelto este placer. Ojalá algún día se materialice una novela”, explica Isabel, para quien la escritura es y ha sido siempre un refugio, aportándole además paz.

“Sólo sé escribir desde la verdad, y yo no me quiero demasiado. Cuando escribo soy más yo misma que nunca. Y cuando muestro esa cara que a mí, sin embargo, no me gusta demasiado, me sorprende que las personas reaccionen tan bien, y con tanta generosidad a mis escritos. Me aplaca mi dolor vital... En un texto de una pieza teatral que creé, un fragmento desnuda mi alma '...Yo tengo un sueño desde pequeña. Quiero ser escritora. Siempre me alegré de que me pasaran desgracias porque en algún lugar leí que los más famosos escritores habían tenido infancias difíciles... Viajo en los libros y vivo vidas que no me pertenecen mientras intento no vivir la mía. Así no duele...'”, nos revela esta apasionada de Maillard, Fante, Auster... Y en su juventud de las novelas de Agatha Christie, “me parecía fascinante cómo creaba las atmósferas”, de Stephen King y su estilo, “pese a las traducciones”. O de 'La muchacha de la cola de caballo' de Herman Raucher. “Mis libros fetiche son 'La historia del señor Sommer' y 'El país de la infancia'. Mi primer libro fetiche fue uno de Los cinco... Tendría que estar delante de mi biblioteca y escarbar en las estanterías, porque siento que estoy siendo muy injusta, estoy convencida de que hay nombres de hombres y mujeres que me han tocado el alma y no los tengo presentes ahora”, comenta esta columnista o miembro de la Associació Catalana de Dones Periodistes, que colabora con diversos medios, entre ellos, 'Astorga Redacción'. “Agradezco muchísimo a Eloy Rubio la libertad que me ha dado para acometer cada escrito, y sin presión. Escribo cuando lo siento. Adoro ese respeto y ese espacio. Y fue el primero. En 'El periódico', la confianza cuando me llamaron, y que me haya incluido en su red de expertas analistas. Sigo sin creérmelo cuando me veo publicada al lado de tantas personas que admiro. Me resultó muy significativa, allá por el año 2003, mi participación en la creación del primer decálogo sobre el tratamiento de la violencia de género que impulsó el Colegio de Periodistas de Cataluña. Disfruto mucho escribiendo y con los diálogos que mantengo posteriormente con quien me da su feedback”, declara esta actriz todoterreno, conocida por su poesía teatralizada de 'Versos perversos' o bien 'Hors Lits León', en colaboración con las actrices Inés Diago y Blanca Martínez.

Cuando escribo soy más yo misma que nunca. Y cuando muestro esa cara que a mí, sin embargo, no me gusta demasiado, me sorprende que las personas reaccionen tan bien, y con tanta generosidad a mis escritos. Me aplaca mi dolor vital...

“De mi profesión como actriz, a nivel repercusión, ha habido trabajos más reconocidos que otros, por ejemplo, este año la obra 'Dionisio' de Rafael Amargo en el Teatro Apolo (Barcelona), poder subir a un escenario en mi tierra 'Del mito al rito hay 613 semillas' en Espacio Vías para San Froilán, creación con mi colectivo de denuncia artística #amíNOmecallas, o los encuentros tan íntimos y especiales que se dan en el vis a vis de poesía cuando participo con el Prostíbulo Poético, pero lo que destacaría son los momentos emocionales, y esos no siempre son visibles para el público, es el viaje emocional que me han propiciado determinados personajes u obras, independientemente de si ya existían o han sido creaciones propias, hasta tal punto que me han cambiado como persona. Sin duda alguna, eso es lo que destacaría de mi labor como actriz, no el resultado, sino el proceso. Y estoy inmensamente agradecida a esos procesos, algunos con directores menos fáciles que otros, independientemente de si han sido en teatro o en audiovisual”.

En la actualidad, está con varios proyectos de diferentes compañías, algunos de índole personal. “Siempre tengo que estar investigando. Tengo varios temas pendientes en cartera, pero no tengo mucho tiempo porque el día a día, a veces, va por delante”.

Asimismo, también tiene algunos proyectos de escritura. En todo caso, para escribir reconoce que necesita un estado emocional muy concreto. Ahora, está ultimando un poemario.

Entrevista breve a Isabel Llanos

¿Por qué no nos hacemos el camino más fácil y la vida mejor, que lo malo ya viene de serie?

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Hay muchos que releo. ¿Cómo voy a dejar de tomar un café con un amigo que me ha dado tanto? Por ese motivo soy de comprar y tenerlos en casa. A veces te viene un recuerdo y los necesitas.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Prefiero los de la vida. Una tríada: mi abuelo, mi madrina, mi madre.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Amaba el modo de escribir de Isabel Allende y toda su magia hasta 'Paula'. A partir de ese libro me sentí traicionada, imposible acabar ninguno de sus libros, no me parece la misma escritora, no entiendo qué paso, como si los escribiera otra persona.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Inquieta.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La lealtad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Me parece que no está al servicio del ciudadano, sino dirigida a otros intereses. Me parece una estafa ante la que actuamos con indefensión aprendida. La sociedad me parece que está en involución, porque en vez de romper barreras, fronteras, estatus y clases sociales, cada vez está volviéndonos más individualistas, egoístas y menos solidarios, dividiéndonos en peceras estancas.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

Conocer personas. Me encanta charlar con desconocidos y conocer al ser humano que tengo al lado.

¿Por qué escribes?

Por necesidad vital.

¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En absoluto. Ojalá pudiese prescindir de ellas, y lo haría si no las exigiesen en algunos trabajos. Cierto que posibilitan el acceso a casi cualquier persona a circuitos restrictos, pero el precio es demasiado alto: la libertad del anonimato.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Lo ignoro. Imagino que se han ido instaurando a lo largo de los años y no sabría cuáles han sido, ni cómo me han influido. Más que fuentes, es un estado emocional muy concreto y muy independiente de mi voluntad.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No. O bueno, sí. Pero es un blog autopersonal. Mis diarios, o quitándole el vestigio cursi, mis cuadernos. Escribo mucho y a mano. Lamentablemente de manera ilegible, pero a mí me sirve y no tiene otra finalidad. En cuanto a seguir, nunca y ninguno. Me cansa leer en algo que no sea papel. Prefiero un libro a un blog.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“Si nos han soltado a todos aquí sin preguntar ¿por qué no nos hacemos el camino más fácil y la vida mejor, que lo malo ya viene de serie?”

Etiquetas
stats