La cerca medieval de Almanza pasa a Lista Verde de Patrimonio tras dos intervenciones en el último año

Cerca medieval de Almanza.

ICAL

La cerca medieval de Almanza, levantada entre los siglos XII y XIII, abandona la Lista Roja de Patrimonio en la que había sido incluida por la Asociación Hispania Nostra en octubre de 2014 para incorporarse a la Lista Verde tras la realización de dos intervenciones por valor de 250.000 euros en el último año.

Una primera actuación denominada Restauración, consolidación y puesta en valor del tramo 1 de la muralla de Almanza, con una inversión de 200.000 euros, fue financiada al 90% por la Diputación de León y consistió en la reconstrucción del torreón caído y del tramo de la muralla que une el palacio medieval con el arco de entrada a la villa.

Además, se restauraron los fragmentos de muralla y de torreón existentes en ese tramo así como el arco medieval. Una segunda actuación denominada Restauración, consolidación y puesta en valor del tramo 2 de la muralla de Almanza, con una inversión de 50.000 euros, fue financiada al 100% por la Junta y consistió en la restauración de la muralla existente a partir del arco medieval, así como la reconstrucción de la cerca para consolidarla en las zonas donde se había perdido o estaba en mal estado.

Otros dos de Castilla y León en Lista Roja

En sentido contrario, dos monumentos más de Castilla y León entran en la Lista Roja de Hispania Nostra. Se trata de la ermita de San Julián, en Castrillo de Sepúlveda (Segovia), y la iglesia y palacio de La Revilla, en Rozas (Burgos), según informó en un comunicado la organización, que recoge cerca de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

Los dos monumentos que han engrosado la Lista Roja son la ermita de San Julián, en Castrillo de Sepúlveda (Segovia), y la iglesia y palacio de La Revilla, en Rozas (Burgos). El enclave que abandona el listado, tras su reciente restauración, es la cerca medieval de Almanza, en León. La ermita de San Julián, en Castrillo de Sepúlveda (Segovia), se construyó en el siglo XI, pero no goza de ninguna protección legal específica.

Descansa en un mirador natural, a unos 100 metros de altura sobre el cañón del río Duratón, dentro del propio Parque Natural de las Hoces del Duratón. Del edificio se conservan tres de sus paredes, el arco de ingreso, el acceso a una pequeña cripta y el presbiterio, realizado en sillería. El ábside fue desmontado y los capiteles pasaron a manos privadas. Conserva numerosas marcas de cantería comunes al románico sepulvedano. No tiene techumbre. Esta iglesia pudo estar asociada en la Edad Media a un núcleo eremítico dependiente de San Frutos del Duratón, pues parecen se contemporáneas (siglo XI) y en las inmediaciones se han encontrado numerosas cuevas que podrían haber sido utilizadas para tal fin. Muy cerca se conserva un silo o pozo de nieve que debió ser de uso habitual en el poblado que presidía, la Hoz de San Julián.

Esta ermita habría sido la iglesia del citado despoblado medieval, desaparecido durante la Edad Moderna, aunque sus restos se conservaron hasta el siglo XX y aún hoy hay señales de su existencia. La Hoz de San Julián fue yacimiento arqueológico, donde se hallaron vestigios desde la Edad del Bronce. Muy cerca, se conservan pinturas rupestres en cuevas.

La iglesia y palacio de La Revilla, en Rozas (Burgos), tampoco goza de ninguna protección legal específica y se encuentran en estado de abandono total. La iglesia aún conserva los muros de piedra en su totalidad, pero la cubierta está prácticamente derruida; es por ello que su estado de deterioro avanza de manera irrevocable. No corrió la misma suerte el Palacio, ya que actualmente sólo quedan en pie algunos restos del perímetro de lo que fue la morada de los Señores de La Revilla.

El cercado de sillería de piedra sigue en pie y en buen estado en varios de sus tramos, aunque la naturaleza lo cubra casi en su totalidad en la mayoría de ellos. La Iglesia es sin duda el elemento que mejor se conserva del complejo debido a que, a diferencia del Palacio, solamente lleva en desuso alrededor de 40 años. Está construida en su totalidad de sillería de piedra; piedra que actualmente no es fácil de distinguir por la abundante vegetación que pone en duda la estabilidad de sus gruesos muros. La entrada al templo está constituida por un arco románico de medio punto que todavía conserva la carpintería original. La puerta es de madera con herrajes de hierro forjado y aún se puede ver un tono verde pálido en la parte exterior. La Iglesia tiene una única nave de dos cuerpos rectangulares: el primero y el más alto, es el que corresponde a la torre del campanario, al cual le sigue otro cuerpo también rectangular pero de menos altura, donde se sitúa la nave principal del templo.

Nada más entrar se encontraba la pila bautismal de piedra, que ha sido derribada y rota en varios fragmentos. La pila de agua bendita se conserva intacta pues fue tallada directamente sobre el muro de la Iglesia. Esta zona está cubierta mediante una bóveda de sillería de piedra, sobre la cual se encuentra el coro, que es la parte que mejor se conserva de todo el templo gracias a que se encuentra resguardado bajo la torre, la cual conserva su cubierta. Aquí se puede ver cómo las paredes de la iglesia estaban pintadas en blanco y decoradas con motivos azules.

Todo el complejo de la Casa de La Revilla estaba protegido por un imponente muro de sillería de piedra que todavía se mantiene en pie, dándonos pistas de la gran importancia que tuvo la Casa en sus días de esplendor. El Patio de Armas se encontraba en frente del Palacio y era cuadrado. Aquí el muro de sillería tenía dos torres redondas en las esquinas que aún se distinguen.

Etiquetas
stats