Lydia Valentín añade el oro olímpico de Londres 2012 a su abultado palmarés

Juan Lázaro / ICAL Entrega de la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Londres a Lydia Valentín.

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Dos mil cuatrocientos días después, con casi siete años de retraso, Lydia Valentín recibió este jueves el oro olímpico de Londres 2012, al igual que ocurrió con la medalla de plata de Pekín 2008, recogida tras un década de espera, a causa de la práctica sistemática de dopaje por parte de sus rivales. Y lo hizo en un emotivo acto en la sede del Comité Olímpico Español en el que puso de manifiesto “el fruto de tantas hora de dedicación e inversión por un sueño”. Cabe recordar que, por aquel entonces, fue cuarta en la categoría de menos de 75 kilos tras levantar 120 en arrancada y 145 en dos tiempos, para un total de 265 kilogramos.

“Tokio está a las puertas, pero ahora mismo quiero disfrutar de este oro olímpico que es historia para mi país y mi deporte”, confesó la halterófila berciana, “feliz” de tener por fin con ella sus tres medallas olímpicas para “seguir mirando al futuro”. “Este oro da visibilidad a un deporte duro”, aseguró minutos antes de dirigirse a su equipo.

En este sentido, Valentín tuvo palabras de agradecimiento para el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, el presidente de la Federación Española de Halterofilia, Emilio Estarlik, y su homólogo internacional, Tamás Aján. De igual modo, no olvidó de sus entrenadores (Matías Fernández e Isaac Álvarez), así como de su psicólogo (Miguel Ángel Bureo), fisioterapeuta (Roberto Galán) y su médico (Gonzalo Moneva) en el marco de “un sueño conjunto”.

La de Camponaraya, que se colgó la medalla de oro con un auditorio en pie que no se sentó hasta escuchar los últimos acordes del himno olímpico, se mostró “realmente emocionada” y “afortunada” tras incidir en que han trabajado “muchas horas” en favor de una halterofilia que “en España no estaba igual de evolucionada que en otros países”. Las lágrimas llegaron para Valentín en el momento de hablar de su familia, “una pieza fundamental” que “de no existir, no hubiera hecho nada de esto posible”.

Sus padres (Luis Ángel y Estrella) y hermanas (Diana y Macarena), acompañadas por su sobrino (Aitor) y cuñado (David), estuvieron acompañándola en un escenario en el que la secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda, destacó una medalla de oro “bien merecida y trabajada” que, a su juicio, es consecuencia del “esfuerzo, sacrificio y calidad humana” de una atleta que “tiene una forma de entender la vida basada en los principios del respeto, la honestidad y el juego limpio”. “Demasiados podios arrebatados para un referente mundial que has roto barreras y estereotipos”, lamentó, celebrando que se haya hecho “justicia”.

Por su parte, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, centró su intervención en lo “excepcional y única” que es una mujer de “éxitos y valores”. Del mismo modo, el presidente de la Federación Internacional de Halterofilia, el húngaro Tamás Aján, destacó una “extraordinaria personalidad” avalada por un “fantástico carácter” y le deseó “lo mejor” para el futuro.

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