Mariano Rajoy: “No es posible dar más de lo que he dado”

Juan Lázaro / ICAL El ex presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy,

ILEÓN/AGENCIAS

El último discurso de Mariano Rajoy como presidente del Partido Popular en el Congreso que se celebra en Madrid para elegir a su sucesor ha sido el momento cúlmen de la primera jornada del cónclave que elegirá a su sucesor entre Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría.

Previamente a Rajoy han intervenido el presidente del Comité Organizador, Luis de Grandes; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el presidente del PP de Castilla y León y del Comité Nacional de Derechos y Garantías, Alfonso Fernández Mañueco; y la secretaria general saliente, María Dolores de Cospedal. Discursos de balance todos ellos y de agradecimiento a la labor de Rajoy en sus 14 años al frente del partido y de su gestión en La Moncloa.

“Hoy es un día muy especial para mí, vengo a despedirme como presidente del partido y a daros las gracias”. Así empezó su último discurso, de 40 minutos, como presidente del Partido Popular, un cargo para el que fue elegido por José María Aznar en un célebre 'dedazo'.

“Considero un honor ser militante del PP y seguiré siéndolo siempre”, ha remarcado al tiempo que ha recordado sus inicios en política en 1978, “pegando carteles en Galicia, por la noche”. “Me habéis regalado una vida llena de satisfacciones, con muchos amigos, quizá con algún enemigo aunque yo no me considero enemigo de nadie”, señaló.

Rajoy ha dedicado buena parte de su discurso a defender la gestión de sus años en La Moncloa, atacando al PSOE y a los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos con varias alusiones. Si no gobierna el PP, ha dicho, es “porque se han colado por la puerta de atrás” una “coalición de izquierda y ultraizquierda”, dado que “los electores les han bloqueado la delantera”.

El político saliente subrayó especialmente los éxitos conseguidos en materia económica, lo cual le llevó a lamentar que ahora se hable poco de la creación de puestos de trabajo. “No sé si porque no interesan las buenas noticias o porque son consecuencia dela buena gestión de nuestro partido”, espetó.

Rajoy se jactó de haber dejado atrás “la mayor crisis económica de nuestra historia” y enfatizó que “no es que la hayamos corregido un poquito, es que le hemos dado la vuelta por completo”. “España está mucho mejor que cuando llegamos al Gobierno y nos sobra razón pata decir que dejamos una España mucho mejor que la que encontramos, incomparablemente mejor”.

También habló del terrorismo de ETA para destacar que “jamás” tuvo la “tentación de negociar” a pesar de que muchos se lo “pidieron”. “Jamás he pagado ningún precio político que pudiera entenderse como un premio para los asesinos”, dijo. “Jamás he procedido a un acercamiento de presos y no será porque no nos lo hayan demandado con insistencia”.

El hasta ahora líder del PP lamentó que al Gobierno de Pedro Sánchez le ha “faltado tiempo para ceder a las exigencias de los nacionalistas” y anunciar un acercamiento de presos de ETA al País Vasco. “Nosotros no lo hicimos porque no lo merecen las víctimas del terrorismo”.

Respecto a Cataluña, también dijo que ahora a algunos les parece que la resolución del conflicto es “muy fácil” y que “sabían lo que había que hacer, con quién, cómo, en qué momento y con quién”, en clara crítica a Ciudadanos y a su líder, Albert Rivera.

“A mí no me parecía tan fácil una decisión que carecía de precedente y en la que era necesario improvisar hasta los procedimientos”, reconoció Rajoy sobre la aplicación del 155, haciéndolo además con “firmeza, con prudencia y sin interrumpir la gestión de los asuntos públicos”. “No fue fácil, pero supimos abrir formulas para hacerlo y se hizo bien”, remachó para después apostillar que se hizo algo “sin precedentes” al cesar a un gobierno autonómico.

Y ahora, dijo, los responsables de aquellos actos están respondiendo ante los tribunales o huidos de la Justicia“, como el caso del expresidente Carles Puigdemont, del cual dijo que no pudo ser reelegido como presidente de la Generalitat.

“Cataluña no se independizó y no porque no lo intentaran”, dijo el expresidente del Gobierno, para después ensalzar que “hoy todos sabemos que la democracia española se puede defender con el arma más democrática y contundente que existe, que se llama la ley”.

Pero eso, dijo, es necesario que haya “un Gobierno determinado a que esa ley se cumpla”; un “Gobierno dispuesto a hablar” pero “no a ceder ante los insaciables que quiebran la ley”; y un Gobierno “dispuesto a poner freno a todas las ilegalidades del independentismo. En suma, concluyó, ”un Gobierno del Partido Popular“, presumió.

“No gobernamos hoy porque algunos prefieren un gobierno débil al que cobrarán muy caros sus apoyos, que un PP que no iba a ceder y que no les interesaba”, señaló.

Rajoy ha terminado su discurso con un “me aparto pero no me voy”, rogando que se le interprete bien en esta expresión. Se sitúa “lejos de los focos y de la primera línea”, prometiendo ser “leal”.

Ha pedido también “vivir con orgullo el quehacer de la política”, evitando las “miserias” y recordando lo ingrato de la tarea política pero asegura que es “la mejor oportunidad que se nos brinda para servir a los demás”.

Su último mensaje ha sido para su familia y en especial su mujer, Viri Fernández, por haber aguantado su dedicación a la política

Con una alusión a León final, a un poeta que no desveló, Rajoy aseguró que como dijo aquel “no es posible dar más de lo que he dao” (sic), rematando con un “de todo corazón, muchísimas gracias”.

Este sábado tendrán lugar las votaciones entre los más de 3.200 compromisarios para elegir al nuevo presidente o presidenta del Partido Popular, su Junta Directiva Nacional y resto de órganos de gobierno de la formación conservadora.

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