San Andrés del Rabanedo: el municipio arruinado que no consigue la paz política

Carlos S. Campillo / ICAL La alcaldesa de San Andrés del Rabanedo (León), Maria Eugenia Gancedo, junto a su abogado, Fernando Rodríguez Santocildes y un miembro de la policía Judicial, tras los registros efectuados en el Ayuntamiento

Jesús María López de Uribe

Un cataclismo político descuajeringó el 11 de septiembre la composición política de la Corporación Municipal de San Andrés del Rabanedo. Cinco de los veintiún concejales, cuatro de ellos de un grupo socialista con seis inicialmente y el otro concejal del equipo de Gobierno del PAL, presentaron de forma repentina su renuncia a todos sus cargos.

Entre ellos, nada menos que la 'todopoderosa' alcaldesa María Eugenia Gancedo, la heredera del mítico Miguel Martínez, el regidor que lideró a primeros de siglo el gran desarrollo urbanístico del tercer municipio de la provincia en población. Todo ello para que el PSOE conservara como fuera, y a toda costa, el bastón de mando municipal.

¿Cómo es posible que ocurran este tipo de cosas? ¿Qué tiene el municipio de San Andrés para que se produzca una mañana de dimisiones tan excepcional como ésta? ¿Qué puede mover a un partido a fulminar su alcaldesa más importante en toda la provincia con tal de que no le presentaran una moción de censura?

¿Qué tiene de 'goloso' el Ayuntamiento del Rabanedo? Como siempre, en una provincia tan rocambolesca como León, la respuesta es aparentemente sencilla pero a la vez extraordinariamente compleja.

Martes 11 de septiembre. Once de la mañana. Entre las noticias que monotona y cansinamente llegan de la Diada sececionista en Cataluña comienzan a sonar y vibrar los teléfonos de los periodistas. Al parecer han dimitido por sorpresa dos concejales del PSOE en San Andrés. Algo pasa. Minutos después en otra llamada se comenta que también va a presentar su renuncia María Eugenia Gancedo como alcaldesa. No puede ser, minutos antes en el café los chascarrillos de Redacción apuntaban a que se resistiría hasta el final aunque hubiera amenaza de moción de censura (promovida por IU y apoyada por PP y UPL). “Gancedo prefiere hacerse la víctima antes que ceder, vaya que sí”, se llega a decir.

El periodista que lo apuesta yerra de largo. Al parecer el secretario general del PSOE de León, Javier Alfonso Cendón, lo tiene más claro: no puede perderse San Andrés de ninguna manera.

Entre medias, llega la inexplicable dimisión de otro concejal del Equipo de Gobierno, pero esta vez no es socalista. 'Paco PAL'. El que en el pleno de Enredadera se fustigó delante de todos los presentes consciente de que algo no había “hecho bien”. También lo deja. En ese momento llama un redactor de ILEÓN que se había desplazado al Ayuntamiento: “Me he encontrado con María Eugenia Gancedo en la misma puerta con el papel en las manos que acaba de dejar en el registro municipal, confirma que ha dimitido y que deja el acta de concejal”. Justo cuando se está terminando la información para publicar, llega a su vez que un cuarto concejal del PSOE, el presidente de la Junta Vecinal de San Andrés también abandona en cargo, pero esta vez en protesta por la decisión tomada por la dirección provincial socialista.

Todos, salvo el último edil, están implicados de una u otra forma en la Operación Enredadera. Curiosamente el que más —el que sí estuvo preso hasta ser puesto a disposición judicial en Badalona—, el representante en el Pleno y diputado de Ciudadanos Juan Carlos Fernández, es el que no ha dimitido y ni siquiera se lo plantea. Hay que cobrar todo lo que se pueda porque después de las elecciones municipales de mayo del 2019 van a venir mal dadas.

María Eugenia Gancedo ha estado desde julio asegurando de una y otra manera que no había sido detenida y que no se le acusaba de nada. Mentía descaradamente como este artículo de ILEÓN demostraba justo un día antes de que la dirección provincial socialista pidiera su 'cabeza'. Se agarraba al sillón incluso después de sufrir la pena de periódico con la fotografía en la que salía completamente desencajada el día que fue llevada a Comisaría durante la Operación Enredadera. Incluso después de que ILEÓN desvelara que se había reunido con José Luis Ulibarri tomando un café para hablar de un contrato de digitalización del Ayuntamiento.

No le ha servido de nada. Y eso que era María Eugenia Gancedo, la alcaldesa del municipio más poblado sobre el que Gobierna el PSOE en la provincia. La sucesora del 'mítico' Miguel Martínez, nada menos.

Un municipio en expansión con una deuda desbordada

La cuestión es el por qué se agarra el PSOE a este hierro ardiente que es el municipio del alfoz de León hasta el punto de sacrificar en una sola mañana la mitad más uno de sus concejales electos en 2014, justo ocho meses antes de las elecciones. Y de dejar como alcaldesa incidental a una novata en esto de la política, Camino Cabañas, que sin comerlo ni beberlo se va a encontrar con el bastón de mando de un municipio que tiene tres veces más deuda (60 millones) que presupuesto anual (20).

San Andrés del Rabanedo es un municipio limítrofe a León, en la que la zona de Pinilla, en terrenos de la Junta Vecinal de Trobajo del Camino, se concentra una gran cantidad de población como pasa en el mismo pueblo trepalense (donde está además situado un boyante polígono industrial). San Andrés, su capital, es mucho más pequeña y tiene otros dos núcleos de población: Ferral del Bernesga y Villabalter. En 1983 tenía unos 15.000 habitantes y en la actualidad unos 32.000, aunque esta expansión de habitantes se ha frenado en los últimos años, perdiendo vecinos en consonancia con la dramática situación de despoblación de la provincia.

Pero ese incremento permitió durante años que centenares de fincas antaño para cultivo se convirtieran en un negocio para sus dueños. En los buenos momentos de la bonanza del ladrillo algunos que heredaron el campo de patatas de su abuelo llegaron a vender el terreno por más de cien millones de las antiguas pesetas (600.000 euros) para que se desarrollara urbanísticamente el municipio. De repente, una serie de familias consiguieron un ascenso económico inesperado... que se tradujo en social y de control político. Y obviamente, de representación indirecta (o en algunos casos directísima) en el Ayuntamiento para seguir protegiendo sus intereses con recalificaciones de terrenos al efecto.

El interés de los partidos por controlar San Andrés del Rabanedo quedó en evidencia cuando el entonces candidato del PCE, Manuel González Velasco, consiguió en 1986 la Alcaldía con tres concejales al conseguir el rocambolesco apoyo de cuatro de la entonces AP para descabalgar a la socialista Concepción Apestenguía.

En 1991 Miguel Martínez consiguió ganar las elecciones, pero en 1995 Velasco volvió a ser regidor... esta vez ya integrado en el PP. En aquellos tiempos la oposición era feroz, y Martínez se opuso con grandes demostraciones de protesta a la privatización del agua por parte del alcalde más 'rojo' del Partido Popular. El socialista consiguió desbancarlo en 1997 con una moción de censura para dejar la Alcaldía en 2008 en manos de María Eugenia Gancedo tras ser nombrado presidente de Paradores.

Es, por tanto, en la época de Miguel Martínez, cuando se produce la expansión desorbitada del municipio, y es en el primer mandato de Gancedo cuando las cifras de los pagos pendientes que se van teniendo que asumir de la gestión de su 'padrino' se desbocan hasta llegar a conocerse la escandalosa cifra de lo que se debía eran casi 80 millones de euros.

“Eso todos dicen que estuvo provocado por la política de Miguel Martínez”, indica un viejo veterano ya fuera de la política en el municipio del alfoz, Luis Herrero Rubinat. “Y no es culpa en esencia de María Eugenia Gancedo, puesto que Martínez dejó la deuda en unos cuarenta millones, pero cuando se fueron descubriendo las obligaciones pendientes las cifras reales surgieron a la luz y mostraron esa desoladora situación”, afirma. Cuentas imposibles para un municipio tan pequeño: “Incluso cerrando todo el Ayuntamiento tendría que estar pagando tres o cuatro años enteros para deshacerse de la deuda”.

Por ello San Andrés es una Administración municipal que hasta hace bien poco estuvo intervenida por el Estado después de asegurar tajantemente la Airef que las deudas habían llegado al 276% del presupuesto y que tiene “un problema estructural y agudo de sostenibilidad de sus finanzas”.

Su sustituto, en las elecciones de 2011, Gregorio Chamorro, también apunta a la política de Miguel Martínez y la nula gestión de la deuda por parte de Gancedo como la causa del absoluto descalabro en las cuentas municipales, “que yo lo que hice es organizar la deuda con créditos ICO para que no estuviera desmandada”. La dureza de la política en San Andrés, la golosina envenenada que extrañamente todo el mundo quiere tener en las manos, también ha provocado el desánimo en el exalcalde tras su convulso mandato repleto de denuncias, “sobre todo de empresas que buscan mantener sus privilegios y cobrar la deuda”. “Gobernar este municipio es muy duro y difícil por la circunstancia económica en la que se encuentra”, afirma.

“La política no es lo que pensaba, me ha decepcionado bastante”, explica el ahora portavoz del PP en San Andrés del Rabanedo. Hasta tal punto que tras irse conociendo las conversaciones de Enredadera en la que estaba implicada María Eugenia Gancedo no se pensó dos veces el apoyar la propuesta de IU de elevar a alcaldesa a Laura Fernández Bermejo pese a que ésta tuviera cuatro concejales y el PP cinco ediles. ¿Una alianza 'contranatura'? Casi podría decirse que es algo tradicional si se recuerda 1986, cuando aupó AP a Velasco, del PCE, y también con menos concejales. “Había que hacer algo, y no necesariamente tenía que ser yo el protagonista”, sostiene Chamorro.

Esto mismo añade la fallida candidata de Izquierda Unida, ya que al dimitir Gancedo se consideró innecesaria la propuesta de moción de censura (que también apoyaba el representante de UPL). “Somos conscientes de las terribles condiciones económicas del municipio y tras lo de Enredadera teníamos muy claro que Gancedo tenía que irse; sobre todo porque entendemos que otra política es posible”, explicó. Fernández Bermejo confirma que el Ayuntamiento está completamente ahogado económicamente, “pero es que hay que detectar cuál es la deuda legítima y cuál la ilegítima”. La que viene provocada por contratos faraónicos con ciertas empresas, según ella. Así, su propuesta es dejar de pagar aquello que viene dado por malos contratos y los chamullos políticos “porque no hay que afrontar por que sí el pago de aquellos acuerdos que no se hicieron limpiamente”.

La portavoz de IU quiso destacar el daño que provocó la reprivatización del agua en 2010 por parte de María Eugenia Gancedo a las arcas públicas (que obliga a pagar anualmente 1 millón de euros a la concesionaria). Cuestión por la que recuerda “que un juez imputó a María Eugenia Gancedo y en 2015 a varias ediles socialistas”. “La alcaldesa del PSOE no podía seguir más, era una cuestión de decencia política que se fuera, pero una vez que ha dimitido decae nuestra propuesta de censura; puesto que nuestro interés no es particular sino un compromiso claro y decidido por mejorar el municipio para todos sus ciudadanos”, asegura.

Es decir, que la pugna política en San Andrés es descarnada, y el PSOE prefirió sacrificar la mayoría de su grupo político para conservar a toda costa la Alcaldía. Lo cual, aparentemente es incomprensible debido a la situación de debilidad extrema de un municipio que, sólo en empleados, ya destina 12 millones de euros de sus 20 de presupuesto al año. ¿Para qué ser alcalde de una Administración absolutamente desbordada de la que sería prácticamente imposible llevar a cabo cualquier obra municipal? Porque en 2019 el Ayuntamiento tendrá que hacer frente a los intereses de los créditos ICO, que hasta entonces están en carencia. Y malamente ha podido reducir la cantidad principal de una forma que le deje algo de espacio a los siguientes equipos de Gobierno para invertir en los cinco centros urbanos de su territorio durante las próximas décadas.

San Andrés, el granero de votos más importante tras León para la controlar la Diputación Provincial

Pero la cuestión es que todo en política tiene truco, un motivo detrás. San Andrés del Rabanedo es realmente goloso, pese a estar perdiendo población y haber dejado de ser el paraíso del ladrillo, por una cuestión que para los políticos es evidente. Pero quizás para el ciudadano no. La cantidad de votantes de derecho que viven en el municipio: unos 20.000.

Luis Herrero Rubinat, que aparte de concejal de esta Corporación también fue diputado provincial por la UPL, deja clara la importancia de esta circunscripción electoral en las municipales. “Hay que tener en cuenta que conseguir la mayoría de los votos de San Andrés pueden dar por sí un escaño y medio en la Diputación Provincial. Y si sumamos los de todo el Partido Judicial a los conseguidos aquí es aún importante, porque pueden ser dos o incluso tres en el conteo de restos porque son muchísimas papeletas”.

Pasa lo mismo con Villaquilambre, pero en el caso de San Andrés el control de los votantes es doblemente importante. “Aquellos que consigan ser alcaldes de estas dos localidades del alfoz consiguen además una importancia monumental dentro de la propia política de cada partido; así que sí, el motivo real de que consideren este municipio como algo tan apetecible es el poder que ofrece fuera de la propia política municipal. Lo cual puede ser que sea la razón verdadera de que a algunos le compense tener este cargo 'envenenado', ya que aspirarían al control provincial de sus partidos que les serviría de trampolín a cotas superiores. Al ejemplo de lo que consiguió Miguel Martínez, que es el espejo en el que se miran”, evidencia Luis Herrero Rubinat.

¿Es realmente el fin de María Eugenia Gancedo?

En todo caso, lo que queda después de este cataclismo político en San Andrés del Rabanedo es la demostración de que el granero de votos es lo más importante, y no tanto la figura personalista de la Alcaldía. Aunque la elección de Miguel Martínez para que María Eugenia Gancedo le sustituyera no fue baladí, dando por hecho que la táctica política del ya retirado cargo público (no quiso comentar nada sobre aquellos tiempos en conversación con este digital) es la más reconocida entre todos sus contrincantes. La económica no, pero en este otro sentido pocos dejan de reconocerle que se movía como pez en el agua entre los vecinos y en el propio PSOE recibiendo como premio la presidencia de Paradores en la época de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La cuestión a preguntarse es la posición que tomará Gancedo tras reflexionar sobre lo ocurrido por sorpresa el martes pasado. Una plaza como San Andrés no se deja así como así. Más cuando tuvo que luchar para recuperarla con uñas y dientes después de que el PP de Gregorio Chamorro la desbancara en 2011. Ya había hecho todo lo posible para gritar a los cuatro vientos que no tenía nada que ver con Enredadera, aunque eso no fuera verdad y estuviera investigada, según la Fiscalía, por “inducción a la prevaricación administrativa y prevaricacioón administrativa, uso de información privilegiada, malversación de caudales públicos, fraude a la Administración pública, tráfico de influencias y cohecho”; tal y como informó ILEÓN de ello el día anterior a su caída.

Todo haría pensar que es el fin de la carrera política de la sucesora de Miguel Martínez, pero esto es la política de San Andrés del Rabanedo, surrealista y escandalosa. María Eugenia Gancedo provocó el viernes 14 la suspensión del Pleno en el que se iba a comunicar su cese, “por no haber sido notificada de forma personal de su celebración”. Todo esto ha hecho destapar rumores de que igual se echaba para atrás —cosa difícil si presentó su renuncia por escrito en el registro municipal—, e incluso se dice que el PSOE provincial ha reaccionado para echarla del partido si se le ocurriera hacerlo. “Pero eso es algo que no se contempla, seamos serios”, explicaban fuentes del mismo.

María Eugenia Gancedo García salió del Ayuntamiento el martes 11 de septiembre a las 12 de la mañana con la copia en sus temblorosas manos del escrito de renuncia de todos sus cargos municipales en completa soledad, teniendo que afrontar completamente abatida una enorme y larga plaza hacia un bar en el que le esperaban tan sólo dos personas.

Tras casi dos décadas dedicadas al partido pasó en una mañana de ser la mandamás de la 'golosina' política de San Andrés del Rabanedo a ser nadie, simbolizando esa fría escena qué es la soledad más absoluta en el momento de la pérdida repentina del poder.

O no.

Que esto es San Andrés del Rabanedo y José Luis Ulibarri salió ayer mismo de la cárcel. Y muchísimos políticos de León temen la reacción y posible venganza del protagonista central de la Operación Enredadera. No hay que olvidar que necesitará aliados dentro de los partidos si desea ejecutarla.

Y quiénes mejor que los ángeles caídos para tenerle bien informado.

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