Las debilidades y fortalezas del CIS de Tezanos a la hora de adjudicar escaño en León a Vox

Eduardo Margareto/ICAL.

Jesús María López de Uribe

“No es en absoluto un modelo depronóstico de los resultados de las elecciones”. ¿Entonces, para qué se publica el 'Estudio número 3242. Macrobarómetro de marzo 2019. Preelectoral Elecciones Generales 2019' (que se puede consultar aquí) con el bombazo de que Vox sacaría el cuarto escaño de la provincia de León en detrimento de Unidas Podemos o de Ciudadanos, que las demás encuestas afirman que sería el que se lo llevaría?

Pues porque el CIS ya no es lo que era. O sí, depende de dónde esté la 'cocina': si en los números de porcentaje de apoyo electoral por parte de los ciudadanos a cada partido... o en la oficina del presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas. Es sabido por todos los aficionados al maravilloso mundo de las encuestas electorales que la elección de José Félix Tezanos Tortajada para presidir este Instituto Nacional ha sido enormemente criticada. Sobre todo porque se cargó la forma de resolver los sondeos y ha tirado por los suelos el prestigio (dentro de lo que cabe sobre los pronósticos de voto) que tenía hasta hace no mucho.

En primer lugar se 'pulió' la forma de hacer las cosas desde hacía decenas de años. En segundo, dio validez al principio al voto directo sin contar con otras circunstancias como el recuerdo de voto y el efecto del voto oculto (lo que siempre se ha llamado 'cocina')... hasta que llegaron las primeras elecciones y 'cocinó' como le dio la gana; que es lo que ha vuelto a hacer en marzo. Vamos, que la fiabilidad de los resultados de una macroencuesta que antes se veía como el ejemplo de por dónde iría cada elección, Tezanos la ha mandado al garete. En este hilo de Twitter de 'Politibot' los politólogos hablan largo y tendido de su desprestigio para hacerse una idea de por qué.

Por eso no ha resultado entre los políticos de la provincia un resultado tan bombazo como pueda parecerle al ciudadano leonés que Vox 'consiga' representante en el Congreso. “El CIS no hay por dónde cogerlo”, afirman. La cantidad de indecisos que bien están diciendo que hoy votan a Vox pero que luego se quedan en su zona de confort o el llamado voto oculto puede cambiar las perspectivas en la provincia a favor de Ciudadanos, que es la formación que hasta ahora las encuestas decían que obtendría el último diputado en juego.

Añádase a eso la gran indecisión que hay entre los votantes que marcan los datos nacionales de la encuesta. Casi un 40% no tiene claro a quién va a apoyar, si se va a abstener o no sabe qué hacer. Vamos, que la volatilidad es alta para predecir nada, y más con estos mimbres: hasta el propio Tezanos en una entrevista en la Cadena SER dice que no se fía del resultado tan bajo para el PP.

Encuesta muy pequeña y margen de error muy grande

Ciertamente a los simpatizantes de Vox no les va a gustar esto que se vislumbra si se lee a fondo el informe del macrobarómetro de marzo (y si no, lean los comentarios que no van a ser agradables y desmentirán lo que a continuación se va a indicar), pero en la ficha técnica se descubre que se consiguieron terminar 259 entrevistas de 260 previstas en la provincia de León.

Esto, en realidad, indica que la encuesta no es nada fiable. Algo que también señala el propio informe ya que se le da 6,2 puntos de error a la provincia de León, lo cual es casi el doble de los límites exigidos de seriedad en una encuesta. Más allá del 3,5% de error se suele interpretar como muy poco válidos los resultados de un sondeo.

Para que una investigación de estas características tenga pábulo de cierta exactitud —siempre dentro de los límites de lo que son estos trabajos en los que mucha gente contesta una cosa porque es lo que le gusta pero luego hace otra—, la mayoría de los expertos consideran que en la provincia leonesa es necesario, como mínimo, encuestar a 450 personas.

Y eso repartidas de forma correcta entre las grandes masas urbanas (el alfoz de León y Ponferrada), las ciudades intermedias y ciertas zonas rurales. Con 259 no es suficiente para compensar las diferentes opiniones de lo urbano y lo rural; cruciales, además, en la opinión que se tiene del partido de Santiago Abascal.

Sin los microdatos, aún menos pistas fiables

Y además, falta revisar los microdatos de este macrobarómetro de marzo porque no se suben a la página del CIS hasta pasados unos días, fundamentales para conocer cuáles fueron las respuestas en el caso de la provincia leonesa. Podría darse el caso de que los porcentajes de Podemos, Ciudadanos y Vox sean 'similares'. Con lo que el peso del 6,2% de margen de error podría indicar que la cosa no está tan fácil para los que ahora están dando ciertos botes de alegría.

El caso es que huele a que Tezanos y el PSOE están usando esta encuesta del CIS con otro tipo de 'cocina': la de servir en plato frío un mal tentempié a los de Iglesias y Rivera, con tal de ponerles nerviosos. Como arma política más que como fotografía de la tendencia. O para poner en guardia al votante de izquierdas para que no se quede en casa y que se dé cuenta de que el voto útil es mejor para el que va por delante.

De todas maneras, los partidos políticos con la boca pequeña murmuran contra los resultados de marzo del CIS. Hay que tener en cuenta que esto son encuestas y, como todo el mundo sabe [léase con ironía], casi nunca aciertan. En realidad los politólogos dicen que muestran tendencias, pero en este caso se sale por completo de la general hasta ahora.

Faltan datos para asegurarlo, pero resulta sorprendente que pueda ser Vox quien se lleve el gato al agua el 28 de abril con el último escaño en León (se llevaría 2 el PSOE y 1 el PP según los de Tezanos). Lo que se prevé es que en estos Comicios Legislativos el escaño en León ande en una horquilla de entre 43.000 y 45.000 votos debido a la pugna entre PSOE y PP. En las anteriores Elecciones Generales de 2016 el último diputado en León lo consiguió Podemos con 48.000 (aquí se pueden ver los resultados).

Sin embargo si hay una posibilidad, la Física dice que algo puede ser improbable pero que no se puede asegurar que no pueda llegar a suceder por extraño que parezca. Recuerden que Trump tenía un porcentaje muy escaso de posibilidades de ganar a Hillary Clinton. Y fíjense hoy cómo va la cosa en los Estados Unidos de América.

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