La despoblación y la corrupción marcaron el primer debate electoral en 24 años para gobernar la Junta

Los candidatos a la Presidencia de la Junta de Podemos, Pablo Fernández; del PP, Alfonso Fernández Mañueco; PSOE, Luis Tudanca y Ciudadanos, Francisco Igea, en el primer debate electoral de campaña entre candidatos a la Presidencia de la Junta. / Miriam Chacón / ICAL

La despoblación, y junto a ella el empleo, y como 'invitada estrella' la corrupción política, fueron los grandes asuntos que sobrevolaron la casi hora y media de largo y poco vistoso debate electoral entre quienes pretenden presidir la Junta de Castilla y León a partir del 26M, al menos entre quienes disponen de grupo parlamentario propio, motivo por el que ni UPL ni Izquierda Unica lograron ser incluidos en la terna tras una decisión de la Junta Electoral.

Alfonso Fernández Mañueco por el PP, Luis Tudanca por el PSOE, el leonés Pablo Fernández de Podemos-Equo y Francisco Igea desde Ciudadanos confrontaron desde sus atriles sus respectivos programas de cara a las elecciones autonómicas, convirtiéndose por momentos todos en críticos con el modelo popular que lleva 32 años desarrollándose en la Comunidad, unos ataques sin embargo moderados en sus planteamientos de los que Mañueco trató de defenderse principalmente censurando las políticas socialistas.

Moderados por las periodistas Alejandra Abad y Nati Melendre, el primer debate electoral a la Presidencia de la Junta celebrado en 24 años, y nunca antes televisado o, como fue el caso, visible a través de internet, se centró en cuatro grandes temas, empezando por la despoblación, pero que transitó hacia asuntos como la economía, la fiscalidad y la regeneración democrática para finalizar.

Alfonso Fernández Mañueco recordó insistentemente en que “nos jugamos mucho”, a propósito de los últimos comicios generales ganados por el PSOE, insistiendo en medidas que a su juicio se centrarán “en continuar la senda del crecimiento” con “seriedad, estabilidad y solvencia”. Ante la profusión de los ataques llegados de los otros tres atriles, Mañueco fue también fue el que más veces interrumpió a los demás aspirantes tratando de negar sus afirmaciones cuando censuraban los resultados de las políticas vigentes hasta ahora.

El popular también destacó, al igual que el resto, la apuesta necesaria por la sanidad, la educación, la atención social y los servicios de calidad para las zonas rurales, asuntos igualmente hechos suyos por el socialista Luis Tudanca, quien defendió “un tiempo nuevo” como se ha decidido en toda España, apostando por “un Gobierno sensato, decente y feminista” bajo las siglas del PSOE.

Fue Tudanca, junto a Pablo Fernández, el que entre las medidas desgranadas mencionó la “transición justa” para las cuencas mineras leonesas en una de las pocas alusiones concretas a la provincia que se pudieron escuchar en los noventa minutos del debate, y entre las que se contó el cierre de la empresa eólica Vestas, recordada entre otros casos en la Comunidad por el líder de Podemos.

Pablo Fernández auguró el 26M el “fin de 30 años de largo y crudo invierno” en la Comunidad, apostando por “potenciar” lo mejor de Castilla y de León, focalizando sus propuestas en cinco ejes que incluían el empleo, el apoyo a las familias y los jóvenes, la potenciación de todos los servicios públicos, las infraestructuras y el fin de la corrupción.

Desde Ciudadanos, Francisco Igea defendió que en las elecciones “es el momento” de los habitantes de la Comunidad para acabar con la “política feudal” que a su juicio ha impuesto el bipartidismo, apostando por un apoyo a los jóvenes y los emprendedores “sin trabas, con una administración más ágil y sin clientelismo”. Destacaron sus menciones al pago de favores de algunos medios de comunicación.

Metidos en harina, hubo varios momentos muy habituales en este tipo de formatos de debate, aquellos en los que los candidatos airean cuadros, gráficos, noticias o programas de los contrarios. Mañueco le espetó, por ejemplo, a Tudanca el Plan Oeste que impulsó el Gobierno de Zapatero, destacando su incumplimiento.

Éste, por su parte, le preguntaba al candidato del PP en qué parte de su programa electoral figuraba la Consejería de Desarrollo Rural que proponía, porque “no está en ninguna parte”. Igea mostraba un gráfico que evidenciaba que la despoblación se enmarca en Castilla y sobre todo en el oeste de la Comunidad, León incluido.

Mientras, Fernández se mostraba sorprendido por que su propuesta de apostar por las comarcas fuera criticada por el PP, que la había propuesto a su vez hace una década, mientras acusaba al PSOE de contar en sus filas con alcaldes, como el de Valladolid, que apuestan por centralizar más si cabe, en referencia a Óscar Puente, a lo que Tudanca replicaba que “el problema no es que un alcalde defienda su ciudad, sino que la Junta no defienda Castilla y León”.

Hablando en el bloque final de corrupción, que cerraba la lista de cuatro grandes temas, fue cuando se caldearon un poco más los ánimos, hasta entonces tranquilos. Mañueco lamentó que algunos “hayan violentado nuestra integridad” y anunció la creación de comisión de expertos de la Universidad y la administración para apostar por la “regeneración”.

Tudanca acusó al PP de “manchar el buen nombre” de la política y recordó que “en esta Comunidad ha habido muchos casos de corrupción, muchos”. Algunos de los cuales, remarcó, han sido objeto de iniciativas parlamentarias del PSOE por las dificultades políticas encontradas en el PP para comisiones de investigación de asuntos como la Trama Eólica o la Perla Negra.

Para Igea, es “una urgencia para esta Comunidad” acabar con la corrupción, pidiendo que se dejara “de llamar a los empresarios para decirles 'no te daré este contrato, pero te daré otro'”, defendiendo una “financiación objetiva” y sin “clientelismo” a los medios de comunicación.

Y el líder de Podemos, mencionando la Trama Enredadera y el afán de “alcaldes y concejales de PP, PSOE y Ciudadanos por satisfacer los intereses de su empresario de cabecera”, prometió una reducción de los aforamientos de parlamentarios y miembros del Gobierno, censurando además los “palos en las ruedas” a las muchas comisiones de investigación, como sobre “la verguenza el saqueo de las cajas de ahorro”.

Al final, el candidato del PP a presidir la Junta, que anunció además que lo limitaría a dos mandatos, ocho años, si lo consigue, focalizó el debate hacia la postura que adoptará Ciudadanos con los próximos resultados que dicten las urnas en 26 de mayo. “¿Va a ser usted el caballo de Troya para que el socialismo entre en la Junta de Castilla y León?”, le espetó Mañueco a Igea, quien le contraatacó con “la desesperación” por los fracasos de sus políticas y la regeneración que el PP dice pretender. “Seremos garantía de que habrá cambio, pero no de color, no cambiaremos el clientelismo azul por otro”, le respondió el candidato de Francisco Igea.

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