El PP de León perfila un nuevo liderazgo que aproveche el momento político para recuperar poder provincial

En la imagen de arriba a abajo y de izquierda a derecha: Javier Santiago, Eduardo Ferández, Isabel Carrasco, Manuel García, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Juan Martínez Majo

Antonio Vega

Cuando se han cumplido ya 7 años del asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León y del Partido Popular provincial, la formación conservadora busca un nuevo liderazgo que devuelva el brillo y el poder perdidos en los últimos años. Con 660 concejales sigue siendo el principal partido por representantes políticos pero su poder está en mínimos en décadas ya que no gobierna ni la Diputación ni en la mayoría de los grandes municipios.

Cuando la sede nacional del partido ubicada todavía en la calle Génova decida, se convocará el congreso provincial del PP, que se espera que sea de forma inminente. Y en el principal partido de la derecha habrá un nuevo liderazgo que sustituya a Juan Martínez Majo, presidente actual, expresidente de la Diputación y ahora Delegado de la Junta en la siempre revuelta provincia leonesa.

El formato actual del partido lleva a que haya primarias para elegir el liderazgo de la formación, que luego ratifica el congreso provincial. La idea de Génova es que el cargo de presidente recaiga en una persona de la generación e ideas del presidente nacional, Pablo Casado, y aproveche el 'momentum' político del partido tras el éxito de Madrid de Isabel Díaz Ayuso y desbanque del poder a los socialistas.

Desde la muerte de la poco recordada Isabel Carrasco hasta ahora el partido estuvo primero bajo el liderazgo interino, luego consolidado de Eduardo Fernández, hoy semiescondido como asesor del partido en el Ayuntamiento de Ponferrada. Después de la época carrasquista el poder recayó en Majo en el 2017 y los teóricos enemigos de los afines a la fallecida presidenta. El sonado fracaso electoral del 2019 del partido, perdiendo el poder en la Diputación de León tras 24 años y las alcaldías de León y Ponferrada solo se solventó con la dimisión del secretario general, el alcalde de Palacios del Sil, Ángel Calvo.

Génova, con el secretario general Teodoro García Egea a la cabeza, quiso tomar el poder en el PP leonés para tutelar la sucesión de Majo tras la derrota electoral, imponiendo un secretario general, José Miguel Gonzalez, a quien le une una gran amistad personal. Pero la situación acabó saliendo rana debido a la forzada dimisión de González por falsificar un título universitario y dejando al partido más roto, si cabía, tras la derrota electoral. Y desde entonces, noviembre del 2019, el partido en León está sin número dos oficial. La crisis se agudizó con el despido fulminante de la hasta entonces gerente del partido, Yolanda Gutiérrez, acusándola de ser responsable de la filtración de la falsificación del título del también cantante de Mocedades.

La presidencia del PP de León es clave internamente tanto para el presidente nacional Pablo Casado, con vínculos familiares leoneses, como para el presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco. El control del PP leonés es fundamental para mantener el poder en el PP de Castilla y León. Supuestamente era el partido, además, con más militantes en la provincia pero los procesos internos demostraron que aquellos 10.000 militantes que alegaban Isabel Carrasco o Eduardo Fernández no eran ciertos en el pago de las cuotas que ratifican la militancia. Entonces (2017) apenas votaron 673 personas. En las primarias nacionales del 2018 votaron 834 afiliados, que ganó Soraya Sáenz de Santamaría.

Precandidatos alcaldes, ¿batalla entre Santiago y García?

Los dos precandidatos a la presidencia del PP que ya han mostrado interés en la presidencia, Javier Santiago y Manuel García, comparten varias cosas en común además de la afiliación, ser alcaldes y haber tenido sus épocas de distanciamiento con el partido. Manuel García tiene como principal activo ser alcalde del mayor municipio bajo gobierno del PP, Villaquilambre, aunque sostenido en un cuatripartito, y el cuarto en habitantes de la provincia. Su último gobierno fue posible gracias a la intervención a su favor del presidente autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, sacrificando la polémica planta de biomasa y prometiendo ejecutar proyectos como el instituto o el centro de salud, hoy con pequeños pasos pero sin ejecución material.

García estuvo una legislatura (2007-2011) fuera del Partido Popular con su propio proyecto político en una época de enfrentamiento con Isabel Carrasco y cuando fue apartado como cabeza de lista del partido. Para las municipales del 2007 montó el INPOVI (Independientes Populares por Villaquilambre), con la que consiguió un acta de concejal para sí mismo. Limadas las tensiones con Carrasco logró ser candidato en 2011 y su primera elección como alcalde, que el PP no tenía desde 1991 con su padre como regidor.

En la alcaldía permaneció hasta la moción de censura del año 2018 tras el vendaval judicial y político del caso 'Enredadera', que devolvió al PSOE al poder municipal mediante una moción de censura. Tras las elecciones del 2019 volvió al poder con un pacto con Ciudadanos, UPyD y unos tránsfugas de UPL. La vida municipal sigue muy agitada tras casos como la escasa multa a la constructora que empezó unas obras sin licencia en un solar que compró al alcalde y su familia y denuncias cruzadas con el PSOE.

Su principal apoyo en la batalla por la presidencia del PP provincial es el presidente del PP del Bierzo, alcalde Carracedelo y diputado provincial Raúl Valcarce, que le ha facilitado reuniones con cargos del partido buscando apoyos para intentar el apoyo de Génova a su candidatura.

La primera aparición política pública a lo grande de Javier Santiago fue como el nombre elegido por Isabel Carrasco para hacerse con el poder en Nuevas Generaciones de León. La política quería defenestrar al hasta entonces presidente, David Fernández, y montó una 'Comisión de Juventud' que presidió Santiago. Cuando al final Fernández dimitió le sucedió como presidente, cargo que ostenta hasta este momento en que se renovará. Y desde esas Nuevas Generaciones Javier Santiago presente saltar a la presidencia provincial del Partido Popular. Fernández ha sido un nombre que también ha sonado en la renovación del PP leonés pero ha perdido fuelle en la carrera por la presidencia aunque se mantiene como previsible hombre fuerte en la renovación interna.

Javier Santiago es alcalde de Almanza desde las elecciones de 2015 y consiguió en 2019 copar todos los puestos de concejalías con su candidatura, 7 de 7. De ese puesto saltó al Senado como número 2 de la candidatura en una dura pugna con el exacalde de León, Antonio Silván. Y contra pronóstico, y lógica electoral, logró ser más votado que Silván y que el partido ganador, el PSOE, no se hiciera con 3 escaños.

En su trayectoria interna Santiago fue asesor 'carrasquista' en la Diputación de León de la presidenta antes de saltar a la alcaldía de Almanza en 2015. De ahí logró convertirse en uno de los 'barones' provinciales del partido al ascender a presidente comarcal de Sahagún, sustituyendo al veterano diputado provincial Lupicinio Rodríguez. En las primarias internas del PP de Castilla y León para suceder a Juan Vicente Herrera apoyó al salmantino Alfonso Fernández Mañueco en lugar del leonés Antonio Silván. Y en las nacionales entre Soraya Saénz de Santamaría y Pablo Casado, fue uno de los impulsores y principales apoyos locales del actual presidente popular.

Pero su supuesta intervención en el último escándalo interno del PP, la defenestración del exsecretario general José Miguel González tras falsificar un título universitario, mantuvo a Santiago distanciado del partido aunque su predicamento entre los alcaldes y cargos populares le han situado siempre entre los favoritos para alcanzar la presidencia del PP de León. Sus principales apoyos provienen de los sectores 'poscarrasquistas' y 'casadistas' con los que ha compartido batallas internas, pactando con el sector 'silvanista' el reparto de poder. Y él considera que ese momento ya ha llegado.

¿Hay sitio para una tercera vía?

La figura del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el juez en excedencia Juan Carlos Suárez-Quiñones aparece también en las quinielas populares internas como una posible 'tercera vía' en caso de que Génova forzara un pacto con Mañueco. Una vez superada la crisis de imagen al hilo del 'Yo soy la Administración' del caso Enredadera su figura en el Gobierno autonómico ha tenido un gran ascendente en la pandemia, no en vano ha sido sobre su consejería sobre la que se ha cargado el mayor gasto derivado del coronavirus después de Sanidad.

Su candidatura a la presidencia del PP de León tiene no obstante, un gran inconveniente, su reciente afiliación al partido no es tiempo suficiente para aspirar al cargo de presidente según los estatutos, aunque en la historia del Partido Popular sobran ejemplos de excepciones que se han tomado alegando intereses generales de la formación. Su nombre es también el que más circula entre los populares como futurible candidato a la alcaldía de León en el año 2023. Y como han hecho en las últimas dos décadas todos los candidatos del PP, Suárez-Quiñones ya se ha declarado 'leonesista', con sus propios matices, en una reciente entrevista. El otro nombre como alcaldable es femenino, el de la exsubdelegada del Gobierno Teresa Mata Sierra, que también mira con aspiraciones el puesto de ser la primera rectora de la Universidad de León.

La 'solución' Quiñones sería posible, apuntan fuentes del PP, en caso de que Génova quiera imponer una fórmula de candidatura única para evitar excesivas polémicas internas en el partido. Una solución 'salomónica' se ha impuesto, por ejemplo, en el PP de Valladolid con fuertes tensiones internas. Los conflictos en el PP autonómico también laten con fuerza en la renovación de cargos en Salamanca y en Burgos, las otras plazas fuertes de la formación. Para Génova es importante el control de las provincias en caso de querer lanzar una operación para descabalgar a Mañueco de la presidencia autonómica del PP, cuyo turno toca después de renovar las presidencias provinciales. Las relaciones de Mañueco y Casado no son las mejores pero, según fuentes del partido, hay conversaciones abiertas para las renovaciones de los principales congresos provinciales, entre ellos el de León.

De ellas saldrá, o no, un acuerdo de reparto de poder que, en todo caso, deberá ser refrendado por la militancia y cargos del PP de León. Que ya se ha visto en sus procesos de primarias, que llegaron al partido para quedarse, que también tiene ideas propias. Y en caso de desacuerdo, como ha sucedido en otras provincias como Sevilla, han sido las primarias las que han decidido el vencedor, aunque con los tribunales como último recurso tras varias acusaciones de fraude.

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