Juan Pedro Aparicio: “León tiene que conseguir tener poder político para decidir las cosas que le afectan”

Juan Pedro Aparicio.

Jesús María López de Uribe

Es Juan Pedro Aparicio uno de los más fervientes defensores de lo que es León, de lo leonés. Lo es desde los años setenta, cuando se dio cuenta “de lo poco que contaba León y cómo cuando se pasó de la dictadura a la democracia la olvidaron de tal forma que no se ejerció su derecho constitucional a tener autonomía”.

Nacido en León en 1941 (con lo que tiene 82 años) fue, entre muchos otros galardones literarios, premio Nadal en 1988 por Retratos de ambigú. Novelista, ensayista de prosa cercana, que es capaz de explicar cosas complejas de forma sencilla, también ha cultivado el ensayo, el artículo periodístico, el relato corto y el libro de viajes.

Estudió Bachillerato en León capital y Derecho en Oviedo y Madrid, también algunos cursos de Periodismo en la antigua Escuela Oficial madrileña y vivió durante algunos años en Inglaterra, donde fue director del Instituto Cervantes de Londres. En 2010 fue el comisario de la Comisión del mil cien aniversario del Reino de León, mostrando al mundo en el celebrado documental León Cuna del Parlamentarismo (que se puede ver pinchando aquí) como hasta un profesor de la Universidad de Oxford, John Keane, concluía que el primer atisbo en el mundo de participación de los ciudadanos en las decisiones legislativas se había dado en 1188 en las Cortes de León.

Aparicio defendió ya desde los inicios de la democracia la autonomía de León, que León estuviera integrado en la Historia de España. Y entonces escribió un libro, de largo título, para defender esta postura y desmentir muchos mitos y leyendas en contra de lo leonés por parte de la historiografía castellana. Y así ha seguido. Con el motivo de la salida al mercado de la tercera edición de su 'Ensayo sobre las pugnas, heridas, capturas, expolios y desolaciones del Viejo Reino en el que se apunta la reivindicación leonesa de León' (Ediciones El Forastero), en ILEÓN hemos querido hablar con él de las vicisitudes leonesas durante estos cincuenta años y qué interperta él sobre que es “lo leonés”, y cuál es su futuro de seguir así las cosas.

¿Qué es León?

Empezamos muy fuerte porque es como cuando te preguntan qué es para ti Dios o cosas así. Hombre, yo León, pues todo el mundo sabe lo que es León. Hoy es una provincia. Antes fue un reino, fue un reino muy importante; en la Historia de España en la Baja Edad Media. Importantísimo. Nos ha legado instituciones y modos de vida que han sido absorbidas por España. Y de un modo inconsciente, o de un modo no reconocible. Eso es para mí León. Pero vamos León está en todas las enciclopedias, que yo no puedo mejorarlas.

Bueno, pero mucha gente no sabe qué es León. Hay gente en España que si le hablas del reino de León dicen: “¿Pero qué es eso? ¿Qué te estás inventando, mentiras nacionalistas?”... entonces, la pregunta que más preocupa ahora es: ¿Qué significa hoy León y por qué hay que defender su existencia?

Hombre, vamos a ver en un sentido primario y práctico hay que defenderse porque estamos siendo muy perjudicados por la estructura política que vivimos ahora, porque en tiempos de Franco éramos una provincia más. Y bueno, pues éramos más o menos como todas, menos quizá catalanes y vascos que siempre han vivido de un modo privilegiado; es decir, por su poder político dentro del Estado. León tenía el mismo poder político que Soria o que Salamanca; que, no sé, Murcia. O sea era un poder centralizado y todos éramos iguales en eso. Pero hoy ha cambiado y la gente que está en esta estructura política que se ha creado con las autonomías pues ha quedado muy perjudicada y carece de todo poder político. De todo. 

De hecho, en tiempos de Franco incluso todavía podías hablar de la Región Leonesa, a día de hoy no puedes sin que te llamen de todo. Y hay cosas que parecen hasta mentira. A los leoneses se les critica y se les insulta hasta por decir que no son castellanos. Un gallego es un gallego; un asturiano, asturiano, un leonés es una persona en España parece que sería indeseable por intentar ser leonés. ¿Cómo es posible esto? 

Bueno, porque hay toda una construcción histórica que ha ido haciendo que León pues disminuya hasta la invisibilidad. Es una construcción histórica que tiene que ver mucho con la Iglesia, con el Papado porque León tenía una política que no gustaba en Roma. Era más tolerante con las otras religiones. De hecho, aquí ha habido en Puente Castro, que quedan huellas de ello, una población judía muy importante. Que yo sepa, nunca hubo problemas con ellos, no hubo problemas graves, no había esa cosa que es como una herencia europea el antisemitismo, pues León era más tolerante. Y era más tolerante también en la convivencia con el mundo islámico. Y es sorprendente además porque León precisamente era un país que que perteneció al reino de los suevos. Y los suevos eran trinitarios mientras que el resto de España, que era visigótico, era arriano. Y los arrianos tenían más afinidad con el mundo musulmán pues no creían en la Trinidad, también tenían matrimonios con más de una mujer...

La historiografía española pasa de puntillas sobre León, o no quiere saber nada. Porque han construido algo en torno a una Castilla que realmente presenta muchas falsedades, muchísimas. Porque más que historiografía es una construcción de historia política

Es muy curioso eso, pero todo eso la historiografía española ha pasado de puntillas, o quiere saber nada. Porque han construido algo en torno a una Castilla que realmente presenta muchas falsedades, muchísimas. Porque más que historiografía casi es historia política: construcción de una realidad como siguiendo un programa político. Y en ese programa político León ha salido muy perjudicado. No se ha reconocido lo mucho que se debe a León en cosas que son fundamentales, ¿no? Y que yo he querido concretar en lo que significan los Decreta de Alfonso IX. Que es una singularidad en el mundo europeo. Que es un avance enorme, que es imitado luego en otras regiones de España y que salta a Europa. Y no con la misma fuerza que tenía aquí, porque Europa es feudal. Francia es un foco de feudalismo, y también Alemania eran un centro de feudalismo tremendo. Se imponen sobre el resto de Europa, pactan con la Iglesia Católica, los obispos se convierten en señores feudales, el Papa es un César como los césares romanos. Y León... pues es una heterodoxia que hay que eliminar. Y de hecho se elimina. Porque es muy significativo que Alfonso IX, el rey que firmó siendo niño, con 16 años, los Decreta... pues sea excomulgado tres veces. Ahí está claro que obedece a una intencionalidad política. Y también es muy significativo que su hijo Fernando III haya sido elevado a los altares; que es el que de alguna manera consiguió el prevalecimiento de Castilla sobre León. Pero no es él. No es su acción. Es la acción de una política. Una política que viene inspirada por el Papado y por la Francia feudal.

Hay toda una construcción histórica que ha ido haciendo que León disminuya hasta la invisibilidad. Que tiene que ver con el papado porque León tenía una política que no gustaba en Roma: era más tolerante con las otras religiones

Sí, pero esto nos lleva a una conclusión después de tanto tiempo haciendo menos de León, a día de hoy parece que haya una conciencia en España de que León sea el malo. Quizás porque son los malos del Cantar de Mio Cid. Y ser leoneses, digamos, pareciera algo como despreciable por esa influencia, por lo que nos contaron en el colegio ¿No es una tremenda injusticia? 

Sí, totalmente. Porque todo está basado en mentiras. En leyendas. Ambrosio de Morales, que fue un historiador y un humanista del siglo XVI, el ya dice que el Cantar del Mio Cid, que como poema es muy bonito, es una patraña. A partir de ahí se construye toda una biografía falsa. El Cid no era el hijo de un molinero, como se nos ha dicho. Ni mucho menos. Era hijo de un aristócrata leonés, puesto que él se casó con la prima del rey y se educó con los infantes. Y desde luego no era de Vivar. Vivar era una de sus tierras, igual que a los lores y a la nobleza se les nombra por la posición que tienen pues así también al Cid: Rodrígo Díaz de Vivar. Cuando empezó a crecer y conquistando otras tierras en Valencia dicen Valencia del Cid. Es decir que podía ser Rodrigo Díaz de Valencia; sería más propio quizá. Pero lo cierto es que el Cid, según cuenta Ambrosio de Morales y certifica hoy Margarita Torre, que ha hecho el estudio genealógico, pues era leonés. Y toda esa estatua que tiene en Burgos, y toda esa historiografía, pues no deja de ser una broma. Pero es una broma que ha cuajado en la historiografía española, que es el alma de la historiografía española, y ahí León pues queda muy perjudicado. Porque los valores de León, lo que ha aportado León, pues no han interesado. Primero este país no se ha caracterizado por un cultivo social de la democracia, sus políticos han ido por otro lado. Con lo cual los valores democráticos de León que arrancan ya con la vida en los castros y en las aldeas,y esos concejos abiertos donde se vota a mano alzada... pues eso, que de alguna manera impregnan luego la política de nuestros reyes y las condicionan, pues eso no se ha tenido en cuenta. Y se ha falseado, porque había un tipo como Anselmo Carretero, que tanto ha cautivado a algunos leonesistas que decía barbaridades. Era un hombre de Segovia. Segovia realmente era la Extremadura castellana y hoy parece que es Castilla la Vieja, y que es como Soria, el epítome de la castellanidad. ¡Si no era en Castilla! Castilla era en ese momento Burgos en todo caso. Pero en fin... 

Es cierto que a Castilla, la Castilla de la que se habla hoy no es la Castilla de verdad tampoco. O sea es una mentira. Una mentira también como la Jura de Santa Gadea, que nunca existió. Y en esa jura el monarca leonés es el enemigo: “Mira el rey de León lo que hizo con el rey de Castilla”...

Sí. Recomiendo un libro, aunque sea mío (se sonríe). Porque trato todo eso. Y además está ya en el título y me dieron además un premio muy importante. Sorprendentemente porque va en contra de toda la historiografía esta española. Se llama Nuestro desamor a España: cuchillos cachicuernos contra puñales dorados. ¿Y ahí eso que tú acabas de decir está explicitado perfectamente, sabes? Eso es otra de las falsedades enooormes, enormes, ¿no? Y en todo caso lo que reflejaría es lo que es León y lo que es la Castilla feudal y feudalizante. O sea cuchillos, cachicuernos (el pueblo), puñales dorados (la nobleza, la nobleza feudal). Eso es lo que está explicado ahí en ese libro que recomiendo.

De hecho los propios ingleses en la Enciclopaedia Britannica, cuando hablan del Reino de León, con mucha flema inglesa dicen: “La historiografía española sostiene que el reino de León era débil y bizantinizante, pero no parece creíble porque se batió el exitósamente con los musulmanes y consiguió muchos de los grandes logros que ahora se adjudican a Castilla”...

Sí, sí, eso yo lo digo por primera vez no sé si en este libro mío; ya no me acuerdo. Pero sí que en la edición de la Britannica que yo tengo aquí en casa dice eso. Luego en posteriores ediciones ya no se dice nada de eso. No sé por qué pero ya no se dice, eso ha desaparecido. 

A ver, aquí hay algo curioso: los castellanos, que se independizan de León, hacen suyo los méritos leoneses para negar su procedencia y suena, además, algo parecido a lo que hacen los independentistas catalanes ahora mismo quedándose lo mejor de España como si fuera suyo... 

No. Yo vamos ahí, no veo ese paralelismo porque las épocas son muy distintas. Y por otra parte, yo creo que la historia de Castilla está todavía por escribir. La verdadera historia de Castilla. Porque a tenor de lo que decía Anselmo Carretero “Castilla era la cuna de las libertades”, igual que los vascos... y eso... ¡Eso es una tontería! Y no creo que el pueblo castellano quisiera independizarse de nada, todo era una cuestión de las élites; de los magnates, de las ambiciones que tenían. Era una sociedad que tiraba hacia el feudalismo y les convenía mucho ese tipo de estructura, una estructura feudal y nada más; ahí no hay pueblo que valga, yo creo que son construcciones posteriores de una historiografía interesada en justificarse.

Ahí hay una cosa muy interesante: los propios Ignacio y Arsenio Escolar, su padre, escribieron un libro muy interesante se llama 'La nación inventada: una historia diferente de Castilla' y es bastante curioso, porque ellos vienen a decir que esto que está diciendo usted, que esta Castilla en la que pensamos hoy, no se parece absolutamente en nada a la original. Llega hasta tanto esta falsedad, que hay gente que en Toledo te asegura que “es la capital de Castilla” y hay que explicarles “no, será la capital del Reino de Toledo, porque es que ni siquiera Toledo está en el territorio del Reino de Castilla...” y se soliviantan.

No, no lo es, no, además Toledo... en eso sí que tenía razón Carretero... Toledo ha sido mucho más importante, mucho más importante que Castilla, mucho más. Toledo ha sido un centro de cultura y de conocimiento importantísimo en la Edad Media con irradiación a todo el mundo, porque el mundo islámico español, al Andalus, era muy poderoso culturalmente. Estaba bastante más avanzado que los cristianos. Los cristianos en lo que avanzaron era en la guerra, quizá porque bueno, pues sus sus campesinos se ejercitaban tanto. Ahí vemos como es León, con sus deportes que son casi guerreros: lanzar la barra, la lucha, todo eso... y bueno, esa gente si se movilizaba, al final después de Almanzor tenía más ardor guerrero y masificación guerrera que el mundo musulmán, que estaba un poco decadente. Pero era una decadencia de pueblo superior, ¿eh?

León antes de ser León se llamaba Asturia. Y León es tierra de astures, la principal tierra de los astures, y hoy hasta eso ha desaparecido en León. Porque eso sí que habría que recuperar: León es León y es Asturia

Pero también hay otra cosa que tiene León, que es precisamente su parlamentarismo, sus concejos... también tenemos los Fueros de 1017 con inviolabilidad del domicilio, primeros derechos judiciales de las mujeres, libertad de comercio y hasta crear un consejo ciudadano de la ciudad que podía cobrar impuestos. En 1017. Entonces, León también tiene no solo la parte militar, sino tiene un desarrollo de derechos civiles muy importante...

Eso estoy totalmente de acuerdo. No estoy contradiciendo eso, ni mucho menos. Yo creo que todo eso está opacado, está oculto, no se quiere resaltar. Ya te digo que porque la tradición nuestra ha ido por otro lado, la tradición española no ha ido como exaltación de la democracia. Mira cuando se produce la Guerra de las Comunidades –que León no celebra y hace muy bien, porque es una cosa de esta comunidad que no nos gusta–, León fue, sin embargo, la que en la reunión de Cortes de La Coruña los procuradores leoneses fueron los únicos que no cambiaron de voto. Los demás se sometieron al emperador. Los leoneses, no. Y luego cuando hubo el levantamiento de las comunidades, pues el representante de León cuando llegó el enviado del emperador para sancionar y perseguir a los que se habían levantado dijo: si hacéis eso León se despuebla, porque todos estaban en contra. Es decir que León siempre por lo menos en aquella época ha estado donde debía estar. En Segovia por ejemplo, los procuradores fueron linchados, porque no cumplieron lo que se les encomendó; en Valladolid prácticamente lo mismo; en Burgos, casi idéntico. Toledo y León resistieron.

Pero León igual resistía de otra manera, porque los procuradores leoneses no llegaron a firmar la Ley Perpetua ni muchas cosas de lo que exigían los comuneros y probablemente se estaban dando cuenta de que si se ponían en contra, muy en contra, los fueros leoneses iban a extinguirse todos como terminaron eliminados por parte del Austria...

Sí, lo que pasa es que León ya estaba en una decadencia terrible. Ya no era lo que había sido. Hay algo que es paradójico, porque si León llega a nuestros días se debe a quizá aquellos que más daño le hicieron, porque yo te digo que la política de Roma a León le perjudicó muchísimo, la política eclesiástica. Pero precisamente es la presencia del obispo lo que hace que la ciudad no desaparezca del todo. Porque es que la ciudad en el siglo XVIII, que es un siglo de los de más crecimiento demográfico en siglos, pues resulta que León tiene cinco mil habitantes. Es tremendo y casi todos –o sea, la mayor parte– son o eclesiásticos o empleados de la Iglesia. Luego quiere decirse que si no hubiera sido por la Iglesia pues León ya había desaparecido. Y León pues ya no tenía ninguna importancia, ninguna. 

Bueno, no tiene tampoco importancia ahora mismo. Para la historiografía española el derecho de gentes de la Universidad de Salamanca es un logro castellanísimo y se olvidan de que es una universidad leonesa y que todo su desarrollo está basado en el derecho foral leonés. ¿La versión de este libro va a servir para que cambie algo de esto o van a seguir ignorándonos? 

Pues yo no lo sé porque yo llevo muchos años, vamos a decir con esta frustración y ya no me queda mucho para seguir viviendo con ella. Pero bueno supongo que habrá nuevas generaciones que se den cuenta de que es un atropello y que tenemos que recuperar pues un sitio honorable dentro de España. No solo en la política actual también en la historiografía eso es lo que tenemos que hacer porque estamos desaparecidos fíjate en la política de hoy de hoy mismo, León no existe no existe. Es muy importante, naturalmente que sí, pero fíjate que hasta este mismo año no se ha puesto un medallón con la efigie de Alfonso IX en la Plaza Mayor de Salamanca, siendo el fundador de esa universidad. ¿Pues por qué? Supongo que es porque era de León y eso de León pues no, no pagaba... no rendía.

Ya. ¿Pero es posible entender la Historia de España si desaparecen tres siglos precisamente los de la primacía del Reino de León? 

Yo creo que eso está cambiando porque hay una historiografía que ya ha encontrado otros caminos que aquellos que impuso sobre todo Menéndez Pidal, que realmente aunque era un gran erudito y un gran sabio, sin duda. Sin embargo la columna vertebral de su ideología, pues respondía a la manipulación que hizo Ximénez de Rada, otro obispo de Toledo. Hemos avanzado poco, hemos acumulado muchos más datos pero la columna vertebral del pensamiento historiográfico español ha seguido siendo esa. Pero sin embargo hoy hay historiadores de fuera de España que ya han empezado a ver las cosas de otro modo. Es muy difícil desbancar a autoridades como Menéndez Pidal, como Sánchez Albornoz, que han creado escuelas muy sólidas y que además las han defendido con su sabiduría, porque indudablemente era gente muy sabia. Pero no sé, igual que hablamos de Menéndez Pelayo como un hombre muy sabio, que aporta muchas cosas; también sin embargo denunciamos su ideología superreaccionaria. O sea, él ve la vida por un solo ojo. Pues así ha pasado con nosotros y en ese ojo ciego es donde está León en esa historiografía; pero como te digo, para que haya un poco de esperanza, por ahí fuera ya se ve la historia de otro modo. Y yo creo que en un tiempo, aunque requiere el paso de los años, pues las cosas cambiarán pero a lo mejor ya León pues es un barrio de Valladolid. Cuando las cosas cambien, no lo sé. 

León está oculto en la historiografía española: si hay dos ojos para ver las cosas, el ojo que tiene que ver a León está ciego

Algo se ha conseguido. Ahora a Alfonso VI muchos historiadores ya le llaman “de León” (algunos de 'León-Castilla') en vez sólo 'de Castilla'. Ya hay historiadores que sí empiezan a darse cuenta de que igual hasta Fernando III los reyes anteriores con sede en León (Alfonso VI, Urraca y Alfonso VII) no son reyes que haya que denominar 'castellanos'... 

Desde luego que no desde luego que no. Pero todo lo de León es muy es muy desgraciado porque mira si vas a Sevilla y ves el Alcázar de Sevilla pues hay la puerta “del León”...

No “de León”...

No “de León”, sino que dicen 'del León'. Está en Cádiz la isla “del León”, no 'de León', aunque es por Ponce de León. Es decir que León pues no sé... está oculto como te digo: si hay dos ojos para ver las cosas, el ojo que tiene que ver a León está ciego. 

Bueno esto pasa por mucha gente por ejemplo lo que esto que no soportamos los leoneses que se diga que León es una ciudad castellana. Cuando León es anterior varios siglos al momento incluso de que se nombra por primera vez la palabra Castilla...

Sí bueno, Castilla ahí hay algo también que es gracioso casi porque Jaime Oliver Asín en su discurso de entrada en la Real Academia Española viene a demostrar que la palabra 'Castilla' no viene de que hubiera muchos castillos. Porque castillos había en la provincia de Alicante todavía casi más castillos que en toda Castilla. Pero los había en Francia, en Alemania en todo el mundo feudal que era más importante, precisamente. Al otro lado de los Pirineos estaba lleno de castillos... y que yo sepa allí no hay ninguna Castilla. Y él dice que ese nombre se deriva de una tribu tunecina de bereberes que se instalaron con la con lo que llamamos la invasión musulmana en el norte de Burgos. Y la tribu era Qastilya; y de ahí viene el nombre de Castilla. Porque esa gente eran bereberes, pero no eran musulmanes: eran católicos, eran cristianos, y le dan el nombre a esa parte que es en el norte de Burgos. Que eso coincide un poco también con los datos que se tienen aquí del movimiento de la población. Es que todo es un mito: todo lo que se ha escrito en torno a Castilla es mitológico. Ahí está la la estatua del Cid en Burgos... que es una exaltación de lo fabuloso, pero que no es real.

De todas maneras tenemos el problema en los medios de comunicación porque las expresiones como “las dos Castillas” seguimos soportándola como “la ciudad castellana de León”... seguimos escuchándola y dices: “Hombre Castilla... Y... León, serán dos cosas distintas”. Pero parece ser que no hay manera de que podamos contar la verdad o decirles algo que les convenza que cambien eso.

Eso es política y estamos hablando aquí ahora mismo de Historia. Pero yo tampoco soy historiador yo soy un estudioso pero bueno... yo creo... yo doy mi interpretación de como yo lo veo la realidad; y cómo hemos llegado a esto. Pero estas cosas se resuelven en la política. Tiene que haber unos políticos que tomen conciencia de los problemas que parece ser que una sociedad siente. Porque no sé si lo siente yo llevo mucho tiempo viviendo fuera de León yo he hecho cosas para que la gente tome conciencia, pero hay una gran lentitud para que estas cosas calen; pero esto solo se resuelve con la política. Yo ya no hablo de autonomía: hablo de poder político. León tiene que tener poder político para decidir sobre las cosas que le afectan, pero no es así porque en León se vota según el espectro ideológico que pulula por España: o votas derecha o votas izquierda; y además votas sintiéndote español. Y resulta que hoy las reglas del juego han cambiado, Hoy la gente vota por los que mandan los vascos y catalanes en el sentido ese de 'que hay de lo mío'. Por eso lo de Teruel Existe me pareció una idea genial, cosa que tenía que haber ocurrido antes en León: 'que hay de lo mío'. O sea yo si las reglas del juego las han roto los vascos y catalanes, los nacionalismos estos, pues oye juguemos con esas reglas del juego. No seamos la masa que obedece a lo que ellos deciden digamos nosotros también “que hay de lo mío”; y ya está, y no tengo más que decir.

León tiene que tener poder político para decidir sobre las cosas que le afectan. Por eso lo de Teruel Existe me pareció una idea genial, cosa que tenía que haber ocurrido antes en León: votar en plan 'que hay de lo mío'

Pero igual ahí el pueblo leonés está un poco inerme; porque con dos o tres traidores estamos fastidiados...

(Se ríe) Dos o tres traidores no lo sé, pero lo que es cierto es que hay que hay que votar con inteligencia. Hay que entender la realidad. La realidad es esa. Claro, las reglas del juego han cambiado.

Entonces hay una pregunta que me surge y es un poco complicada. Difícil porque ya no sólo son vascos y catalanes... los galleguistas niegan ya directamente la existencia del Reino de León. Confundiendo la 'Gallaecia' romana, un término geográfico, con uno político a su conveniencia. Ahora es todo 'Reino de Galicia' para ellos... la pregunta es: ¿Se está cometiendo un etnocidio con el pueblo leonés? ¿Una ocultación salvaje? ¿Una eliminación deliberada? 

Hombre yo ya creo que ya con todo lo que he dicho, ya he contestado a eso. Estas cosas son demasiado simplistas. O sea no puedo contestar con un monosílabo.... ofrezco una serie de razonamientos que explica lo que está pasando a mi juicio, pero eso de genocidio y todo eso... 

No. No. genocidio, no. Etnocidio... eliminar el pueblo leonés del mapa...

Ah. ¿Etnocidio? No creo que sea etnocidio no. Porque cosa étnica no es. Lo nuestro no es étnico, es cultural. O sea, sí podríamos decir un culturicidio; pero es casi un una automutilación, porque nosotros hemos aportado muchísimas cosas a la historia de España, pero la historia de España no ha querido verlas. No la historia de España: la historiografía, los historiadores. Como te dije al principio: los historiadores que están contaminados de una ideología nacionalista castellanista y entonces han sesgado la interpretación de la Historia, con gran perjuicio de León que ha sido, tampoco voy a exagerar, pero vamos que por lo menos si uno escudriña un poco en los siglos pasados creo que nosotros hemos hecho aportaciones en el campo más positivo de lo democrático. No como otros; pero eso pues no se ha querido ver porque los poderes iban por otro lado.

Es un poco irónico. Es algo muy español: lo que es bueno se supone y no se destaca... y hay que ser humilde con los errores y penar una y otra vez por ellos. Y también es muy leonés esto: lo que es bueno se da por hecho y los errores pues tienes que bajar la cabeza. Estamos un poco perdidos aquí ahora mismo en propio León ya ni siquiera la gente ya confía siquiera en que se pueda conseguir una autonomía de la Región leonesa. Hay gente que sí, pero la mayoría pasa de todo...

No mira, es que yo de la región leonesa... yo hablo de León, la provincia de León. La región leonesa me parece ya una entelequia, porque en Salamanca no les gusta identificarse con León y hay que respetarlo. Ellos si están más a gusto siendo llamados castellanos... Zamora es otra cosa. Porque Zamora sí que tiene una gran tradición antropológica leonesa, entonces sería mucho más afín a León. Si la provincia de León tuviera autonomía, que eso es lo único que veo yo que podría ser, la provincia de León una autonomía, y que hubiera unas disposiciones adicionales... donde aquello que fue la región leonesa se pudiera incorporar adherida ella sí quisiera... entonces yo creo que Zamora no habría duda ninguna; pero Salamanca yo pienso que no.

Lo nuestro no es étnico, es cultural. O sea, podríamos decir que sufrimos un culturicidio; pero es casi un una automutilación, porque nosotros hemos aportado muchísimas cosas a la historia de España... pero la historia de España no ha querido verlas

Pues sí se está trabajando en ello, hay bastante gente defendiendo la leonesidad de Salamanca...

Bueno, puede ser, puede ser... pero yo no me empeñaría en eso porque eso me parece que es un poco melancólico, ¿no? O sea la provincia de León tiene entidad suficiente (bueno si pasa mucho tiempo a lo mejor ya pierde esa entidad, porque eso ha ido que que va adelgazando, ¿no?). Yo creo que es la provincia de León de lo que hay que preocuparse en principio. Eso es lo que es realista. Y eso podría ser porque por ejemplo la ciudad de León pues ya está más concienciada y hay que extender este tipo de de cosas de que hemos hablado: de los logros leoneses que han estado ocultos para que la gente pues vaya tomando conciencia...

Usted vive en Madrid, y supongo, evidentemente, como es un gran literato, que conoce a mucha gente intelectual española. ¿Cuando usted habla de León respecto a todo esto, qué le dicen?

Pues hombre, no quiero ser cruel pero... entienden poco el asunto. Entienden poco León. Mira, hay que vivir fuera de León para entender la invisibilidad que tiene. Que eso es lo que me ha llevado a mí a escribir sobre León. ¡Porque es que yo nunca pensé dedicarme a León! Como leonés, como español, me pareció que vivir en León no podría yo desarrollarme todo lo que quería. Y viví en la capital de mi país en Madrid, sin sentirme ni exiliado ni emigrante ni nada. Sino como una cosa natural. Yo podía haber vivido en Barcelona también, como una cosa natural. Pero lo que me pareció antinatural, cuando se produjó el cambio de régimen y vino la España de las autonomías fue que no existiera León. Que la gente no sepa que hay un León. Pero eso es una cosa que es una debilidad que tenemos. No sé si por una cierta dejadez, por una apatía, por unos malos políticos... no sé por qué... y eso es lo que me hizo a mí, y a algún amigo escritor, el poner la mirada quizá un poco obsesivamente en León. Pero claro eso... no hay fuerza suficiente como para que cale en la opinión pública española. Yo escribí hasta que me cansé, de que rechazaran a lo mejor artículos... tribunas en periódicos que no voy a mencionar cuáles; y no, pues no veían que era tema interesante. Primero es una población no muy grande, no es una población que moleste con sus reivindicaciones está más bien callada es educada, porque en eso es educada, no es violenta... pues no hay motivo para para mirarla.

¿Entonces... esta reedición para qué puede servir?

Eso ya no lo sé. Primero yo creo que es un libro que ya lo he superado un poco con este que te he dicho de 'cuchillos cachicuernos', pero es cierto que sentimentalmente tiene un gran valor para mí, porque fue un éxito tremendo. Y luego tengo mucha gente que me ha reconocido que les cambió su modo de ver a León y su modo de ver la historia de España. Y eso pues me halaga porque para mí fue un trabajo obsesivo durante un tiempo, con un sacrificio porque yo estaba trabajando; tenía que mantener a mi familia y acudir al trabajo todos los días, y me escapaba pues, a ratos perdidos y a ratos encontrados, para investigar en bibliotecas en la nacional con un carro de investigador. E hice este relato, que es un relato que pretendía además que sirviera a los políticos leoneses para que para que defendieran la autonomía leonesa. Que al fin y al cabo no es una quimera en principio: ¿Si León es una región, cómo no va a haber una autonomía leonesa? Bueno pues ese fue mi empeño y entonces ahora se lo ofrezco a aquella gente que lo recibió con tanto entusiasmo y con tanto cariño. Y de hecho en la presentación en León, pues abundaba mucho esa gente que ya tenía el libro. Tenía las dos ediciones anteriores y volvió a comprar esta; porque, bueno, aparte de que es una preciosidad de libro, pues como un homenaje que se hacían a sí mismos también ahora.

No quiero ser cruel, pero en Madrid... entienden poco el asunto. Entienden poco León. Hay que vivir fuera de León para entender la invisibilidad que tiene. Por eso me obsesioné tanto en trabajar para que tuviera el mérito que merece en España

¿Y ahora qué hacemos, qué le pedimos a España para que solvente esta injusticia con León y con los leoneses? 

(Se sonríe) Pero oye yo no soy político... ¿Yo no soy político, eh? Quede claro. Yo creo que lo que hay que hacer es votar bien. Votar a aquellos que creas que son los que van a defender tu causa pero yo... ¿qué otra cosa puedo decir? Que votemos bien.

¿Entonces cuál es el futuro que le ve a lo leonés? ¿Cree usted que algún día habrá autonomía? 

Mira, yo ya soy muy mayor como sabes. Es posible que yo no la vea; pero yo creo que hay una fuerza que va muy en contra porque está adelgazando a León. Está desplazando su papel de núcleo geoestratégico del Noroeste, que lo tiene desde los tiempos del imperio romano, cuando los romanos conquistan León. Que, por cierto León antes de ser León se llamaba Asturia. Y León es tierra de astures, la principal tierra de los astures y hoy hasta eso ha desaparecido en León, porque ahora hay asturianos que hasta en las cosas de la historia, donde los astures resistieron tanto a los romanos, parece que son del otro lado de la cordillera. Y no. Porque eso sí que habría que recuperar: León es León y es Asturia. Y el nombre de León se lo da la ciudad, porque viene de legio; que fue el campamento del conquistador desde donde se dominaba a los astures. Y eso también habría que saberlo, porque eso impediría este rollo de la castellanidad. León es tierra astur, toda ella, incluida una gran parte de Zamora. Eso no sé si estáis en ello, pero eso es así y los rasgos culturales de los leoneses son que son los que se hunden en la noche de los tiempos. Son astures, simplemente.

De hecho el reino de Asturias no existió con ese nombre: es el Reino de los Astures y Asturias no se llama Asturias más que por un río que no pasa por Asturias, que es el Ástura, el Esla actual. Y la capital de la Asturia romana era Asturica Augusta, que era Astorga... ciertamente sí hemos hablado de ello pero la cuestión es esa: con todo esto que dice que hay como hay como un germen... ¿Tendremos autonomía llegaremos a conseguir algo o moriremos en el camino de la historia?

Eso es una pregunta que yo creo que es erróneo dirigirme a mí, porque yo no tengo una perspectiva política muy documentada. Yo soy un estudioso. Leo, escribo, pero no estoy en lo que es la política directa. Esto habría que preguntárselo a los profesionales de la política. ¿Qué creen ustedes? Y claro, van a ser muy negativos, porque son muy negativos... porque porque están a sus propios intereses en general. Pero yo creo que por ejemplo el alcalde de León pues es un factor positivo en esto. Yo creo que es hoy la la esperanza más abultada que podemos tener, ¿no? Porque en un político en este momento, defender lo que él defiende, no creo que le dé beneficios personales ni mucho menos. Al contrario, tiene oposición en su propio partido. Pero este tipo de cosas son las que te pueden dar algún atisbo de de esperanza, pero pero hay que preguntárselo a los políticos... 

¿Y el trabajo de muchos leonesistas durante tantos años también, no?

Sí, claro; de algunos leonesistas... y de algún escritor que otro, ¿eh? (Se sonríe)

Entonces, ya que usted no es político; pero sí es literato, escritor, intelectual, voy a reconducir la pregunta ya para terminar: ¿León se merece una autonomía?

Hombre, sin duda. ¿Pero yo creo que lo he dejado muy claro, no? Claro que sí. Voy a decir una cosa: una tribuna que salió dos veces en el periódico El País, en el año setenta y tantos antes de que hubiera autonomía, se llamaba 'La autonomía leonesa entre el desconcierto y lo inevitable' [aquí se puede leer la primera parte; y aquí la segunda]. Y la firmaban conmigo tres o cuatro escritores más. Entre ellos Merino, que sigue en la lucha, y Luis Mateo, que ha aflojado un poquito (y algún otro más que ya ha fallecido, dos más que ya han fallecido).... eso lo sacamos ahí: “Entre el desconcierto y lo inevitable”. Yo sigo pensando lo mismo. 

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