Cuatro destinos perfectos para visitar esta primavera

La primavera es la época perfecta para escapadas que duren pocos días o una semana completa: los precios son más bajos, hace menos calor, hay menos turistas y los paisajes muestran su mejor gala. Entonces, nada mejor que vacaciones en primavera para recuperar las energías perdidas por el trabajo cotidiano. Si aún tienes dudas acerca de dónde ir, aquí encontrarás unos destinos recomendados.

¿Qué hacer antes de viajar?

Antes de viajar es bueno que busques información acerca de las condiciones climáticas del país, que obtengas los documentos necesarios para el ingreso y que aprendas algo de inglés. Efectivamente, el inglés es la lengua que debes emplear cuando viajas a otros países, ya que se trata del idioma universal de los viajes y del comercio. Por ello, para evitar problemas durante tu estancia en cualquier país extranjero, es aconsejable aprender las frases en inglés más comunes para poder comunicar tus necesidades básicas, como las que encuentras en el sitio de Babbel. Allí podrás ejercitar tu inglés y tener una comunicación sin confusiones.

Serbia

Al sureste de Europa se encuentra Serbia, un país con mucha historia que ofrece 88 mil kilómetros cuadrados de superficie con abundantes ríos, bosques y paisajes naturales. La naturaleza es, de hecho, uno de sus mayores atractivos: entre sus numerosos parques nacionales y reservas encontrarás la Ciudad del Diablo, los meandros del río Uvac o el desfiladero de Puertas de Hierro en el río Danubio. Todos estos sitios son curiosas formaciones naturales que de seguro te maravillarán. Sin embargo, no todo es naturaleza en Serbia. También puedes disfrutar de las ciudades de Belgrado y Novi Sad. La primera, capital del país y de antigua tradición; la segunda con edificaciones más parecidas a una ciudad centroeuropea. En ambas encontrarás muchas opciones para la diversión, el entretenimiento y, además, para conocer a fondo la gastronomía y cultura de este país.

Malasia

Este país es un lugar de contrastes. Formado de la mezcla de las culturas malaya, hindú y china, Malasia es el destino más asombroso del sudeste asiático. Allí podrás deleitarte con una naturaleza cautivante, manifestaciones y edificaciones religiosas de enigmático atractivo y modernas construcciones que te dejarán boquiabierto por su grandiosidad. Esta curiosa mixtura de tradicional, natural y moderno es uno de los tesoros más preciados de Malasia. En Kuala Lumpur, la capital, podrás admirar las Torres Petronas, las construcciones gemelas más altas del mundo. Fuera de la capital, no puedes dejar de visitar Borneo, Penang, Langkawi, las islas Perhentian o el parque nacional Gunung Mulu.

Madagascar

Cuando leíste el nombre de este país pensaste en la famosa película de dibujos animados... ¿Verdad? No estás tan equivocado, pues visitar este país ubicado en el océano Índico, al frente de la costa sureste de África, es casi como estar en una película de aventura en medio de la naturaleza salvaje. Madagascar es un destino inolvidable, pues reúne playas asombrosas, selvas sobrecogedoras, montañas de agradable clima y baobabs inmensos de 40 metros, animales curiosos como lémures, tortugas, camaleones, boas, aves y atractivas flores. Madagascar es un país para todos los gustos, en el que vivirás experiencias increíbles.

Jordania

Jordania es un país maravilloso, lleno de aventura, misterio y emoción. Ubicado en el continente asiático, este país árabe resguarda una milenaria tradición de cultura, arquitectura, gastronomía y paisajes naturales de solemne belleza que aguardan por ti. En tu viaje a Jordania no puedes dejar de visitar Petra, la asombrosa ciudad tallada sobre piedra que se hizo famosa por ser parte de una de las historias de Indiana Jones. También debes incluir en tu lista de recorridos a Jerash, una antigua ciudad romana en muy buen estado de conservación; Betania, lugar donde se dice que fue bautizado Jesús; los Castillos del Desierto, donde llegó a luchar Lawrence de Arabia. Para terminar, date un chapuzón en el mar Muerto o en Aqaba y recupera así las energías perdidas.