“Hay índices preocupantes de plagio en todos los niveles del sistema académico”

Facultad de Derecho

Antonio Vega

Un tuit del catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de León, el asturiano Juan Antonio García Amado (@JuanAGAmado), ha expuesto en la conocida red social del pajarito que el problema de los plagios, que finalmente le ha costado el puesto a la ya exministra de Sanidad Carmen Montón, está extendido más allá de su afección al político de turno.

El profesor universitario explicaba en el mismo que este mismo pasado curso descubrió dos plagios en Trabajos de Fin de Grado (TFG) de estudiantes de la Universidad de León, de los que informó y a los que no les pasó nada pese a intentar hacer trampas para obtener su título universitario.

Desde que el pasado mes de abril la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, presentara su dimisión por las irregularidades de un máster el foco está puesto en las titulaciones de los políticos como el presidente del PP, Pablo Casado, que obtuvo también un máster en el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos, como la exministra socialista. La tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también está bajo la polémica al ser consultable pero no estar digitalizada ni en acceso público como es habitual. En León no son demasiados los políticos con máster, sobre todo porque sus currículums son bastante escasos o inexistentes de forma generalizada.

En conversación con ILEÓN García Amado ha separado el caso del presunto regalo de títulos que se investiga en el Instituto de Derecho Público adscrito a la universidad madrileña del proceso que ha terminado con la carrera política de Carmen Montón, que según adelantó La Sexta habría copiado párrafos literales de su Trabajo Fin de Máster sin citar. Lo que se ha llamado plagio de toda la vida.

El catedrático señala, como motivación de su publicación, que “hay unos índices preocupantes de plagio, a todos los niveles del sistema académico; la mayoría de la gente no plagia pero si hay un 15% que lo hace es una cifra preocupante”, señala incidiendo en que no es un asunto 'generalizado', pero no por ello de menor importancia.

Asegura haber visto “plagios en ejercicios de cátedra, en concursos de titularidades, de publicaciones, hasta estudiantes de fin de grado...” aunque matiza que “siempre es una minoría en todos los cuerpos, pero es suficiente para que el problema sea grave”.

Señala que, tal y como indicó en su tuit, detectó dos plagios en Trabajos de Fin de Grado (TFG) de alumnos de Derecho. La llamativa prosa usada en los trabajos hizo que comprobara si los textos estaban disponibles en internet, haciendo una simple búsqueda en Google, con resultado positivo. Tras ello informó a las autoridades académicas, que además del correspondiente 'rapapolvo' a los estudiantes les instaron a realizar un nuevo trabajo sin plagios, con otro tutor ya a cargo.

El profesor universitario explica que “No es un problema de mi facultad, es un problema general. En mi experiencia comunico y pruebo que ha habido esos dos plagios en el borrador del TFG me dicen, hay que cambiar al tutor que no seas tu”. “¿Y al chaval que se la va a hacer?”, preguntó sin obtener respuesta “y hacen todos como haría yo en su lugar, nada”. “No hay sanción para el estudiante y no hay sanción para la ministra Montón, salvo la política porque la cazan porque es ministra”, resume.

Esta situación de plagios asegura que “la llevo muchos años detectando, no sólo aquí, sino también fuera de España”, aunque asegura que “la mayor parte de la gente no plagia”, pero “esto de los másteres es nuevo...”.

Supuestamente desde el 2013 la Universidad de León cuenta con el conocido programa 'antiplagios' Turnitin para evitar estas situaciones. Sobre la copia en exámenes cabe recordar que también en la Facultad de Derecho en el curso 2012/2013, como principal afectada, actuó la llamada 'trama del pinganillo', toda una organización dedicada a defraudar en los exámenes valiéndose de la tecnología.

Régimen disciplinario inexistente

García Amado sí se muestra muy crítico con los procedimientos universitarios en estos casos “tenemos un serio problema con el régimen disciplinario de los estudiantes. No se sabe que legislación existe, cuál es aplicable y hay miedo a conseguir redactar una normativa un poco exigente”.

En la Universidad de León todavía se recuerda cuando en el año 2003 un candidato a rector, el catedrático Enrique López, tenía párrafos idénticos a un candidato a rector de la Universidad de Extremadura en su programa electoral. Fue pillado por expresiones como los “estudiantes extremeños” y en una comparecencia pública aseguró que las ideas no eran objeto de posible plagio. No retiró su candidatura ni hubo ningún tipo de medida contra él, más allá de un pobre resultado electoral quizás influenciado por aquella polémica.

El problema de plagio es un problema de moral del sistema y un problema jurídico

El catedrático de Derecho resume la situación con los plagios en lo que pasa si pilla a un estudiante copiando en un examen, “si mañana me encuentro a un estudiante copiando en un examen con una chuleta tremebunda, lo que más me conviene, si no soy muy moral, es hacer la vista gorda. En mis tiempos se le expulsaba del examen. Si lo hago ahora (la expulsión) me expedientan a mí por hacerlo sin garantías. Si quiere llevar el asunto por vía administrativa y judicial me tengo que dar con un canto en los dientes si no acabo yo sancionado”.

Pone el acento en que “el sistema académico universitario no se pone en plan 'aquí echamos a los chorizos' y si no está de acuerdo que recurra al Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.

Más crítico sobre lo que ocurre en las universidades pública bajo el ojo público, como la madrileña Universidad Rey Juan Carlos, señala que “este problema que existe en la suniversidades públicas se multiplica en las universidades privadas, donde hay un 'putiferio' monstruoso”.

“No conozco ningun chiringuito en la Universidad de León, o ninguno a esa escala”, defiende el catedrático refiriéndose al Instituto de Derecho Público que dirigía el catedrático Álvarez Conde, hoy bajo investigación judicial por varios presuntos delitos en sus titulaciones.

¿Qué pasa si te pillan plagiando?

“La ministra Montón tiene una responsabildiad moral y académica porque copió pero hay que publicar los nombres de todos y cada uno que habiendo debido filtrar no lo hicieron. Si no lo vieron son unos 'mantas', porque los plagios 'cantan', los burdos se ven. Los habrá muy finos, seguro que a mí me las habrán metido dobladas”, resume sobre una situación de 'pillada' a un estudiante plagiando textos.

La responsabilidad es también compartida porque “una tesis pasa por un tutor o director, que se supone que ha leído tu trabajo y ha hecho la vista gorda o no. El segundo filtro es el tribunal que la va a calificar después de haberla leído y haber esuchado la defensa, ¿lo vieron o no vieron?”.

Pero ¿se puede quitar un título por plagio?, preguntamos. “Jurídicamente es muy complejo. Es viable pero es muy complejo”, responde. “Tendría que presentar la demanda por vía administrativa alguien que tuviera interés legítimo, como el plagiado si de plagio hablamos”

En los otros 'manejos', por ejemplo copia de exámenes, considera muy raro excepcional y complicado que se le quite el título al estudiante.

Tampoco obvia el funcionamiento de la sociedad, “solo se plantean los escándalos cuando hay políticos de por medio, pero en cuanto dimite decae el interés, nadie pregunta ahora qué paso con el título de Cifuentes. A un parroquiano de Santovenia de la Valdoncina no le pasa nada nunca”.

¿Podría una universidad instar a quitar un título si no se respetaron las normas?

No lo hacen porque gobierne quien gobierne la Universidad no tiene interés en que se saquen trapos sucios, y pasa en las universidades, en las empresas públicas y en los periódicos”, explica el catedrático que indica además que, “aún de buena fe”, a ningún rector le interesa que salga que quitan títulos por imagen pública, “es normal que un rector no quiera tirar piedras contra su propio tejado”. No hay quién lo haga, “el sistema no se autodepura”.

¿Pero hay solución contra el plagio?

“Una normativa general”, explica poniendo como bases mínimas que “todo lo público esté colgado” con un sistema de excepciones en caso de Seguridad Nacional o petición de patentes hasta su concesión.

Además pide un sistema “ejemplarizante” de sanciones que suponga que en una tesis o trabajo fin de grado o máster plagiado se abra el expediente oportuno y, una vez comprobada su veracidad, se sancione administrativamente con la anulación del título obtenido y se pase a la Fiscalía la documentación por si hay delito contra la propiedad intelectual.

“No se arregla lo del plagio porque no se quiere, hay falta de voluntad política y de talla moral”, señala convencido de que “el problema de plagio es un problema de moral del sistema, y un problema jurídico”.

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