García Marín: “Hay que hacer un nuevo Estatuto de la Universidad de León porque son muchos años con el mismo”

El actual rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín

Antonio Vega

Juan Francisco García Marín quiere cuatro años más. El actual rector de la Universidad de León, que se impuso en las polémicas elecciones del 2016, aspira este jueves a volver a recibir la confianza de la comunidad universitaria para, asegura, rematar su proyecto para la institución académica que acaba de cumplir 40 años. Asegura que ha devuelto “vida” a la ULE y defiende su gestión económica y laboral, aunque reconoce que la reforma electoral universitaria no se ha realizado. Marín pide mejor financiación para la universidad y promete que si su último mandato tiene una “mala deriva” se irá de forma inmediata.

¿Por qué tiene que repetir Juan Francisco García Marín como rector de la Universidad de León?

Porque nos presentamos con un proyecto para crear ilusión en su momento y lo estamos llevando a cabo correctamente y queremos seguir un periodo más para seguir con este proyecto.

Considera que ha cumplido su programa electoral de hace cuatro años...

Lo hemos cumplido en un 90% y hay cosas que se pueden leer. Como les digo a los estudiantes se ha cumplido menos en una cosa, la residencia de Estudiantes de Ponferrada. El acuerdo de realizarla está hecho con el Ayuntamiento y la Junta pero los plazos se apurarán hasta septiembre y el proyecto está hecho. En el caso de la residencia en el campus de Vegazana (León) nos lo planteamos debido a que se invirtió en el Colegio Mayor San Isidoro pero son necesarias nuevas inversiones e igual es mejor crear un nuevo edificio.

Respecto al PAS (Personal de Administración y Servicios) se ha hecho la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de funcionariado, llevábamos 15 años sin ella, y la que no se ha realizado es la de personal laboral pero estamos ya en la última negociación, además de salir adelante el concurso de traslados.

La Universidad de León es el tercer mayor prespuesto público de la provincia, ¿está bien gastado?

Yo creo que sí. Cuando llegué al rectorado teníamos casi 1.500 nónimas y por primera vez el mes pasado pagamos 1.801. Hay nuevas contrataciones gracias a los proyectos de investigación y en el 2020 todos los acreditados tienen la oportunidad de consolidar su plaza. Hemos sacado 142 plazas de ayudantes doctor, que en los 8 años anteriores apenas hubo 60 pese a que no estaban sujetas a restricciones presupuestarias. Más de 100 personas pueden promocionar en estos momentos y para el personal temporal saldrán ahora 40 plazas fijas.

En obras se han gastado más de 5 millones de euros en 4 años, y sólo en material informático 1,2 millones de euros. Ha habido inversiones fuertes en mantenimientos de centros.

Yo creo que está bien gastado porque la Universidad necesitaba un poco de vida y se han creado oficinas como la de investigación de proyectos internacionales que han logrado subir el presupuesto. En 4 años, de 2012 a 2016, se consiguieron 4 proyectos por 800.000 euros y desde que funciona la oficina que implantamos se han conseguido 13 con 3,8 millones de euros.

Cree, no obstante, que la Universidad de León está bien financiada por la Junta de Castilla y León...

Es cierto que el gasto por alumno en Castilla y León es la mitad que en Cataluña, si es que llega. Es verdad que ha subido pero ha habido muy poco incremento. El año pasado la aportación de la Junta subió a 61 millones pero porque bajaron las tasas de primera matrícula. En este momento lo que financia la Junta es muy poco. Hace un año y medio se les presentó el plan de rejuvenicimiento de la plantilla, nos felicitaron por el estudio pero hasta ahí. Se iba a hacer pero hasta ahí. Ese plan lo tiene que hacer la Junta, es de personal, porque en este momento con lo que la Junta aporta no se cubren las nóminas. Fiscalizar nos fiscalizan, pero no consiste solo en eso.

Una vieja aspiración de las universidades públicas es que al menos el 100% de la nómina fuera pagado por el Gobierno autonómico, ¿sigue sin cumplirse?

No, seguimos en aspiración, por eso el plan. Hay buenas intenciones pero las buenas intenciones hay que plasmarlas. Hay voluntad pero es un poco desesperante porque yo tengo muy claro que si nos piden salir en los rankings para eso se necesita capacidad para hacer investigación, o trasladar los datos. La universidad pública el rendimiento que tiene es la formación de buenos profesionales para la sociedad y necesita financiación adecuada.

Le parece suficiente las bajadas de matrícula que ha realizado la Junta de Castilla y León, ¿o tienen que bajar más?

No, tiene que bajar más. Se da la paradoja que se bajaban hasta la media nacional y ahora esta también ha bajado. También hay una propuesta que esos márgenes tan amplios, que se usan en Galicia o Andalucía, se reduzcan. Aquí seguiremos pidiendo que se bajen las tasas. Aunque digan que más del 50% de los estudiantes no paguen matrícula por becas ¿Y? Hay otros que siguen pagándola, que bajen al resto. De todas se ha bajado en primera matrícula habría que tocar también las segundas y terceras.

Su rival en estas elecciones ha hecho referencia a la situación económica de la ULE haciendo referencia a la necesidad de una auditoría, ¿cuál es su situación?

Está bien. Había una deuda de 6,8 millones que yo dije siempre que era la que había, no otras ficticias. Y había que eliminarla para poder aprovechar los superávits. Lo primero que hicimos fue quitarla porque se podía para poder trabajar con más tranquilidad. Yo desde que llegué no vi que la Universidad de León tuviera problemas económicos, lo que no entiendo es que no salieran más plazas o se invirtiera más, porque había posibilidad de hacerlo.

Auditorías tenemos todos los años de la Junta de Castilla y León, y por cierto, son públicas. Ahí están en el portal de transparencia. Y de vez en cuando el Consejo de Cuentas, como hace cada cierto tiempo, hace una revisión como va a hacer este año. Si alguien quiere hacer una auditoría que la haga, por mi no es inconveniente, se llevarán alguna sorpresa. Las auditorías están hechas y visibles para todo el mundo, que antes no estaban.

Las auditorías de la ULE están hechas y visibles para todo el mundo, que antes no estaban.

En su programa habla de edificios nuevos, ¿se necesitan?

La ULE necesita un edificio, aparte de las residencias. El que está proyectado y llevamos en el programa, que es lo que llamamos edicifio singular. Necesita más zonas de estudios, espacios para las asociaciones y delegaciones de estudiantes, aulas de enseñanza online u otro tipo, un sitio donde los estudiantes tengan lugares de ocio, y un teatro para artes escénicas. Esa es la instalación que se necesita en el campus de León, y que haya servicios de vicerrectorados para evitar movilidades.

¿Y qué hacemos con el edificio de El Albéitar? ¿Seguirá siendo sede del rectorado o lo cambiamos de uso?

El Albéitar se mantendrá con servicios que se trasladarán al campus pero habrá que darles otros usos. Es verdad que es incómodo porque la vida universitaria está centrada en el campus. Se mantendrán como sede de rectorado y servicios que no tienen porque moverse como los de personal o algunos otros.

¿Cuál es su principal promesa que hace a los estudiantes en su último mandato?

Además del edificio previsto les digo que miren el programa de 2016 y que vean que se ha cumplido todo. He tenido que aclarar cuando me hicieron una petición que no va a poder ser. No voy a hacer promesas que no puedo cumplir. Prometemos hacer lo posible para facilitar su vida universitaria. La ULE ya está en los rankings y todos sus grados están acreditados. Hemos avanzado en políticas de igualdad y todo esto va a seguir adelante con el apoyo a las asociaciones de estudiantes y se ampliará más lo que hemos hecho hasta hora.

Pero si uno acude a la programación cultural de la Universidad de León, no se ven muchos estudiantes... ¿qué falla en la integración de los alumnos en la vida universitaria?

Es cierto que algo falla en esto. Creemo que traer estas actividades al campus lo puede cambiar. Hay actividades como la banda o el coro que sí son estudiantes, como no pasa en otras universidades cercanas. Nos resulta curioso que a este tipo de actividades no vayan pero si vas al Auditorio de León también falta gente joven. En El Albéitar yo miro y me digo: “¿Dónde está la gente joven?”. No lo sé, quizá el ocio ha cambiado hacia las fiestas. Lo estamos hablando con los de Cultura. Para mí, este cambio en general en España está siendo demasiado malo.

En las elecciones de hace cuatro años hubo una sonora polémica. ¿Por qué no se han cambiado las normas?

El reglamento se ha cambiado.

Oiga, pero el Estatuto no...

Yo le dije a la persona que hoy es candidato, que lideró que no se cambiase, que no se quitase la coma, le dije claramente que él era purista. ¿Vale? Y que tiene que entender que una Ley está por encima de un Real Decreto, a su vez por encima de una orden ministerial y por encima de cualquier reglamento de Estatuto, como el nuestro. La Ley es lo que prima y en la de Universidades no viene la coma, está transcrito literalmente, es una copia. Fue algo que el rector de entonces no debía haber consentido, fue un fraude auténtico. Esto no se va a dar otra vez. No es posible que se considere que los votos en blanco van a un candidato, eso es un absurdo.

¿Habrá problemas esta vez? Porque usted ha tenido tiempo para hacer una reforma del Estatuto por la vía larga y en cuatro años no la ha hecho.

Cierto. Nos confiamos, hicimos algunas adaptaciones, tal... pero no la reforma completa, que abordaremos ahora. Estaba a punto de modificarse unos decretos, vamos tirando, pero es cierto que del Estatuto se tiene que hacer uno nuevo, no una adaptación.

¿Es su propuesta? ¿Un nuevo Estatuto?

Es que esto no es corregir aquí o allá. Habrá decretos que van a salir ahora que van a modificar algunas cosas del profesorado, etcétera. Pero hay que hacer un nuevo Estatuto, ni adaptar ni nada. Porque son muchos años con el mismo. Y pido disculpas por no haberme metido más a fondo en ese tema. Pero hay una Ley y hay cosas que se han hecho porque lo dice la Ley, como los profesores permanentes. La última historia para mí fue un poco lamentable pero si un 25% de claustrales simplemente con decir 'no', sin justificarlo siquiera, pueden bloquear cualquier adaptación del Estatuto, pues es lo que pasó, que se obvia el debate y la aprobación en el propio claustro.

En el contexto socioeconómico que vive la provincia de León, de especial gravedad, ¿la Universidad tiene un plan para salir adelante?

El problema socioeconómico para mí empieza por lo más grave: la despoblación de León. Un poco más de la mitad de los estudiantes de la Universidad de León son de la provincia de León. Sé que han hecho planes para la captación de estudiantes y, de hecho, en los últimos tres años no ha disminuido el número de estudiantes en primera matrícula sino que ha subido ligeramente. No es para tirar cohetes lo que sube... pero no baja. Y en las otras universidades de Castilla y León han bajando. Aquí no. Se han hecho y seguirán haciendo planes de promoción de titulaciones con los centros. Minas, Agrícolas, Geografía... Hay títulos que tuvimos que hacer un plan de viabilidad. En Geomática en el Bierzo me encontré con 0 alumnos matriculados y ese mismo año, 1. Ahora al menos pasan de 10. ¿La subida es pequeña? Sí, pero es subida. No está muerto, va para delante. En Minas, lo que ha impulsado el nuevo decano, complementando lo que se había hecho, está bien para extenderla fuera de la provincia de León. También está el plan de alumnos extranjeros. En este momento hay unos 1.200 entre grado y postgrado y másteres, no de intercambio o movilidad, no: de matrícula en León. Todo esto se tiene que ir incrementando. En el Claustro presenté dos cifras del Instituto Nacional de Estadística: año 2000 y año 2018, población entre 15 y 24 años. Ha disminuido un 46% la población de León en ese rango de edad. Es increíble. Así que sin planes de promoción y otras iniciativas que se están haciendo de forma muy intensa tendremos un serio problema. Hay que cuidarlo. Está bajando en todas las universidades públicas, en todas. Pero en León es la única que no ha bajado en primera matrícula, lo cual no quiere decir que no estemos muy preocupados por el futuro inmediato.

Si entro en una mala deriva, abandonaré el cargo inmediatamente, aunque espero que eso no sea así.

Los segundos mandatos de los rectores de León han sido, digamos, extraños, al no poder volver a presentarse.

Yo no tengo esa mentalidad ni la he tenido en el segundo mandato en Veterinaria. El revés, todavía hicimos más. Seguiré y si entro en una mala deriva, abandonaré el cargo inmediatamente, no me queda ninguna duda, aunque espero que eso no sea así. No prometo lo que no se puede; lo que digo, lo cumplo. No llevo un programa de improvisaciones, está detallado desde el primer día. Luego, como en cualquier ámbito, hay cuestiones que surgen que hay que abordar. Se ha hecho una programación de profesorado, dijimos que se aumentaría su reconocimiento y se ha aumentado, y hay una buena planificación a cuatro años de los que se pueden retirar y las plazas que hay en cada lugar. Está hecho, como el personal de administración y servicios. En 2018 en investigación batimos récords, me quedé sorprendido por la captación de proyectos, de investigación, competitivos, contratos con empresas e instituciones. Ha vuelto a bajar pero muy ligeramente. Seguiremos por ahí, yo no sé hacer otra cosa. Sé que a algunos les pueden molestar algunas medidas que se han tomado, nunca son a gusto de todos, pero hay que procurar que sean ecuánimes y buenas para la institución: siempre hay que pensar en la Universidad de León.

  • Web y programa electoral de Juan Francisco García Marín disponible en su web electoral Francisco García Marín.
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