La ULE escala posiciones en el ranking de la Fundación Conocimiento y Desarrollo

Campus de Vegazana (León) de la Universidad de León

La planificación estratégica de las universidades de Castilla y León “da resultados” al lograr mantener una calidad “media elevada”. Así lo han afirmado representantes de la Fundación CYD, en la presentación de la séptima edición de su ranking de universidades, el informe español en el que participan un mayor número de centros. De los 37 indicadores que se han estudiado para elaborar el documento, Castilla y León cuenta con once en el grupo de alto rendimiento y 16 en el intermedio, situándose en una posición “media” dentro del conjunto de las comunidades autónomas. Cataluña, Navarra y País Vasco son las tres regiones que lideran este año el ranking por comunidades.

En esta edición el informe se ha elaborado con los resultados de 76 universidades españolas, 25 ámbitos de conocimiento y casi 3.000 titulaciones. Desde la organización aseguran que, de este modo, ofrecen “una información completa y representativa del sistema universitario español”, ya que las universidades participantes representan el 94% de las 81 que imparten enseñanzas de grado. Del total, 48 son públicas y 28 privadas.

Las universidades castellanas y leonesas reciben las mejores notas por su contribución al desarrollo regional y en el área de enseñanza y aprendizaje. Destaca así en las publicaciones con empresas de la región, la tasa de graduación normativa en másters y grados o en el número de estudiantes de otras regiones del país que se trasladan a Castilla y León para realizar sus estudios universitarios. Sin embargo, el estudio concluye que las universidades de la comunidad suspenden en el área de investigación, presentando rendimientos bajos en lo que se refiere a liquidación de fondos externos, publicaciones por profesor o post-doctorados.

En el apartado de transferencia de conocimiento las universidades de la Comunidad se situarían en niveles medios, con muy buena puntuación en lo que se refiere a ingresos de formación continua pero con datos negativos en patentes con empresas. Por último, también quedarían en posiciones intermedias en los resultados de orientación internacional, donde destacan por el número de profesores extranjeros que acogen en sus plantillas y número de tesis doctorales de estudiantes de fuera de nuestras fronteras. No obstante, el informe pone de relieve la necesidad de fomentar que los estudiantes nacionales hagan prácticas en otros países.

A nivel individual no hay ninguna universidad de Castilla y León en lo más alto de la lista, ya que la encabezan la Universitat Autónoma de Barcelona, la Universidad de Navarra o la Pompeu Fabra. Sin embargo, sí sobresalen en algunos indicadores. Cabe destacar por ejemplo que la Pontificia de Salamanca aparece cuarta en lo relacionado a la enseñanza y el aprendizaje, mostrando rendimientos muy altos en la práctica totalidad de los indicadores.

El informe anima además a quienes quieren cursar estudios de sociología o educación a hacerlo en la región. Valladolid aparece como una de las mejores instituciones para formarse en el ámbito educativo y la Universidad de Salamanca aparece como una opción atractiva para estudiantes de educación, ciencias políticas y sociología.

Esta edición del Ranking CYD incorpora por primera vez indicadores sobre el empleo y la inserción laboral de los titulados universitarios para que los estudiantes dispongan de datos contrastados sobre la empleabilidad de las titulaciones que decidan realizar. Los estudiantes de la región con mayor probabilidad de encontrar un trabajo son los estudiantes que se gradúan en derecho en la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús. También tienen un futuro más prometedor quienes estudian ADE en la universidad abulense o en la vallisoletana. Por último, cuentan con buenos resultados de inserción laboral los estudiantes de ciencias políticas de la Universidad de Burgos y los que estudian educación en Valladolid.

La Universidad de León escala posiciones

El estudio recoge que la Universidad de León muestra un rendimiento alto, con valores superiores a la media, en siete indicadores, uno más que en la edición pasada: en el porcentaje de estudiantes matriculados de grado que terminan con éxito su programa de estudios de grado, en el número de estudiantes de otras comunidades matriculados en Grado, en el número de estudiantes de otras comunidades matriculados en Máster, en los recursos externos captados por la universidad y entidades vinculadas para actividadesde I+D+i sin incluir las transferencias corrientes del Gobierno, en el porcentaje de acceso abierto en todas las publicaciones, en el número de tramos de investigación vivos del PDI y en publicaciones con empresas y número de tesis doctorales internacionales.

La mejoría experimentada se confirma en los indicadores que muestran un rendimiento intermedio, con valores iguales o ligeramente superiores a la media, que se incrementan en cuatro y pasan de 14 a 18. Lo mismo se puede decir de los indicadores de rendimiento reducido, en los que la ULE pasa de figurar en 15 a hacerlo en 12, lo que supone tres menos que en la pasada edición.

Estos datos permiten afirmar que “el rendimiento de la ULE es igual o superior a la media en el 67% de los indicadores”, por lo que desde el centro universitario entienden que “hay margen de mejora, por ejemplo, en el impacto y citación de las publicaciones, en los fondos de investigación regionales, en las patentes concedidas por profesor, en los ingresos en concepto de licencias de propiedad intelectual e industrial o en el número de profesores extranjeros”, pero también“hay que destacar que respecto a la edición de 2019, elaborada con datos hasta el curso 2016-17, se evidencia un incremento en el valor de 21 indicadores, 8 más que en la pasada edición”.

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