Un informe de la Universidad de León propone eliminar burocracia y reducir cargas sociales para superar la crisis

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ICAL

El equipo de investigadores Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Castilla y León, dirigido por los profesores de la Universidad de León (ULE) Mariano Nieto Antolín y Nuria González Álvarez, ha elaborado un informe sobre la situación del emprendimiento en la comunidad autónoma ante la crisis provocada por la pandemia ligada al Covid-19, que analiza el impacto de esta crisis en las actividades y recursos clave para los emprendedores castellanos y leoneses, así como en sus expectativas, planes de futuro y medidas que solicitan a las administraciones públicas.

El trabajo se ha llevado a cabo a partir de la información recogida en una encuesta telemática dirigida al empresariado de Castilla y León entre los días 20 y 30 de abril, de la que se recibieron 101 respuestas y presenta los principales resultados obtenidos de la muestra en Castilla y León, comparándolos en algunos casos con los obtenidos a nivel nacional, que se encuentran recogidos en un informe similar realizado para España.

Sólo un 1% de los negocios encuestados no tiene intención de reabrir tras el estado de alarma

El texto señala que durante los 50 primeros días del estado de alarma la actividad de negocio presencial en Castilla y León cayó algo más del 83 por ciento, aunque casi un 49 por ciento se mantuvo a través del teletrabajo. Además, un 33 por ciento se vio obligado a cerrar temporalmente, tanto por decisión administrativa como por decisión propia y tan solo un uno por ciento no tienen intención de reabrir el negocio una vez finalizado el estado de alarma.

El informe explica que en general las expectativas de futuro más inmediato “no son muy positivas, especialmente entre aquellos que han tenido que cerrar durante el periodo del confinamiento”. De este colectivo, casi ocho de cada diez creen que el impacto sobre su negocio será algo o muy negativo en los próximos seis meses.

El sector que espera tener un impacto negativo más acusado es el de servicios al consumidor final, seguido del sector primario. El 52,9 por ciento y el 50 por ciento, respectivamente, creen que el impacto en los próximos seis meses será muy fuerte. Por el contrario, el sector de servicios a empresas es el menos pesimista en sus previsiones a corto plazo y casi un 14 por ciento considera que el impacto será muy positivo. A pesar de seguir con su actividad, los que continúan gracias al teletrabajo son más optimistas, siendo más de un 16 por ciento los que creen que su impacto será muy positivo o algo positivo.

La principal preocupación de las empresas de Castilla y León por los efectos de la crisis se refiere a su capacidad para superar un período largo de confinamiento (el 51,5 por ciento de los negocios así lo señalan, independientemente del sector y tamaño de la empresa). El hecho de no poder mantener al personal (un 23,2 por ciento de las empresas encuestadas) constituye la segunda preocupación por orden de importancia.

Demandas

Las medidas más demandadas por parte de las empresas de Castilla y León a las administraciones públicas son eliminar tanto las trabas burocráticas (casi el 74 por ciento), como las cuotas de autónomos durante un año (65,5 por ciento). Además, un 55,2 por ciento solicitan reducir las cuotas de la Seguridad Social y un 54 por ciento piden disponer de líneas de crédito sin coste y a largo plazo.

El estudio del equipo de investigadores Global Entrepreneurship Monitor (GEM) finaliza con un apartado dedicado a recomendaciones en diez apartados que propone adoptar medidas 'ad hoc' para frenar el cierre de las empresas y estimular la creación de otras nuevas, ayudar a emprendedores e inversores a poner en marcha nuevas iniciativas, el fomento de la innovación colaborativa y abierta en un marco de innovación social y potenciar nuevas fórmulas de financiación ('crowdfunding', bonos anticipados de consumo, contratos de impacto social).

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